capítulo 42

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El celador se marcha, después el vigilante mira a Constanza y dice.
- No mire tanto a la puerta, porque no va a salir de aquí hasta que den el visto bueno.

En ese momento tocan de nuevo a la puerta, el vigilante se gira y mira por la ventanilla, sonríe y dice.
- La estábamos esperando, me alegro que haya llegado.

El vigilante abre la puerta y entra una mujer, que al ver a Constanza dice muy sorprendida.
- Tú , Constanza, de verdad eres tú.

Constanza al reconocer a la mujer se asusta y trata de buscar una salida pero no la encuentra.

El vigilante que estaba muy pendiente dice.
- ¿ Os conocéis?. ¿ De que os conocéis?.

La mujer responde.
- Esa mujer fue una de las queridas de mi ex marido. ¿ Por cierto Constanza, aun sigues con él o te ha cambiado por una más jovencita?.

Constanza no es capaz de hablar, aunque lo intenta pero la voz no le sale.

El vigilante dice.
- Vaya con la señora, tal vez me puedas aclarar algo, tengo curiosidad por saber algo y como tú la conoces, quizás me puedas quitar esa duda.

La mujer asiente con la cabeza y responde.
- Con mucho gusto te responderé, dime de que se trata.

El vigilante mira a Constanza unos instantes y después dice.
- Al parecer esta mujer dice que tiene aquí ingresada a una sobrina, que se llama Ágata.

La mujer mira a Constanza antes de responder y después dice.
- Constanza no tiene ninguna sobrina, tiene dos sobrinos, James que estaba prometido con una gran chica que se llamaba Ágata y Malcon, nada más.

El vigilante muy curioso vuelve a preguntar.
- Un momento has dicho que el sobrino James estaba prometido, no es cierto. ¿ Acaso rompieron el compromiso?.

La mujer muy sería responde.
- No, no, por la información que tengo, que me la dio la propia Ágata cuando me la encontré un día que fui a ver a Gabriela , que es la madre de los muchachos, Agata había ido a ver a James ya que tenia que darle una información muy importante pero su tía Constanza le había tratado muy mal y le prohibió la entrada en la casa. Yo me ofrecí para cualquier cosa que necesitará pero me dijo que no sería necesario ya que había mandado una carta a James y como él no había respondido, se iba a marchar fuera.

El vigilante muy serio responde.
- Es muy interesante esa información, debere decírselo a mi jefe cuando vaya a entregar el informe de la incidencia.

La mujer mira al vigilante y le dice.
- Ahora vayamos a lo que realmente importa que es porque necesitas mi ayuda.

El vigilante muy serio responde.
- Esta mujer, ha entrada en una zona prohibida, como sabes ya que trabajas aquí, se me informo rápidamente, pues bien, según las nuevas normas de Seguridad, "toda persona ajena al hospital que infriga alguna de las normas establecidas debería ser sometida a un examen completo y minucioso". Yo como soy hombre no puede hacer el examen a una mujer ya que sería un gran problema, por lo que tiene que realizarlo una mujer.

La mujer sonríe y dice.
- Te entiendo muy bien, entonces es mejor que procedamos a realizarlo, según creo recordar hay que mirar en todas las partes en donde sea posible esconder cualquier objeto, ¿ no es asi?.

El vigilante responde.
- Así es exactamente, ¿donde quieres realizar el examen aquí o la llevamos a tu oficina?.

La mujer piensa unos segundos y después responde.
- Aquí puedo realizar muy bien el examen ya que muchos de los objetos necesarios para realizar la exploración están aquí. Lo único que necesito es un pequeño aparato para poder realizar un examen mucho más profundo en la zona pélvica pero no hay problema ya que puedo pedirlo y en poco tiempo tenerlo aquí, mientras puedo ir haciendo las otras pruebas. Voy a pedir que traigan el aparato que necesito, ahora mismo empezamos.

La mujer se dirige a uno de los teléfonos situados en un panel oculto de la morgue, marca y pide el aparato, después cuelga, sonríe y dice.
- Ya está en breve lo tendremos aquí .

A continuación la mujer se acerca hasta una carretilla que se encuentra en una esquina y empieza a colocar diversos instrumentos, busca en uno de los cajones hasta que encuentra unos guantes quirúrgicos, una mascarilla. Cuando ya está lista, de acerca hasta donde se encuentra Constanza y muy sería dice.
- Por favor echese hacia atrás, vamos a comenzar la exploración.

Constanza aún en shock, no se mueve, por lo que la mujer muy sería vuelve a decir.
- Constanza colaboras por las buenas o tendremos que atarte.

Constanza sigue sin reaccionar por lo que la mujer cansada se levanta y se aproxima a uno de los cajones y saca varias agarraderas, se aproxima hasta Constanza y dice.
- Será por las malas, ya que no quieres colaborar.

Constanza mira a la mujer y dice.
- No te atrevas a hacerlo, di lo haces te arrepentirás.

La mujer se planta enfrente de Constanza y dice.
- Esto no es un juego, que te voy a hacer la exploración, lo haré, así que decide , por que yo no tengo todo el día. Si quieres mando que venga el jefe de ginecología, pero te advierto una cosa, no tendrá tanta paciencia como yo la estoy teniendo.

Constanza vuelve a girar la csbeza hacia atrás y con mucha asco y grima, se echa al final hacia atrás.

La mujer empieza a hacer la exploración y dice.
- Vamos a empezar por lo más sencillo. Constanza abre la boca y saca la lengua.

Constanza obedece rápidamente para acabar cuanto antes.

La mujer después de mirar anota los resultados en una hoja y a continuación dice.
- Muy bien ahora abre bien las piernas tengo que mirar ahí abajo.

Constanza se resiste por lo que la mujer dice.
- Constanza te has abierto de piernas muchas veces, incluso para mi ex marido, ahora no trates de ser una remilgada por que no te va ese papel.

Constanza furiosa responde.
- No creo que todo esto sea necesario, no traigo nada escondido.

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now