capítulo 104

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Constanza oye pasos desde el lugar en que esta encerrada pero no le da importancia hasta que escucha como introducen la llave y entonces, se asusta hasta que ve a unas personas que van en traje. En ese instante Constanza piensa que han venido a sacarla de allí.

Constanza sonríe ampliamente diciendo.
- Os dije que saldría muy pronto,  preparaos vais a pagar lo que me habéis hecho aquí.

La funcionaria sin decir una sola palabra a Constanza mira a los hombres y les dice.
- La presa no tiene ropas porque no ha querido ponerse el uniforme, esta castigada por desobedecer y alteración de las normas. Esta todo en el informe que le hemos entregado.

El que esta a mando del grupo lee los documentos durante unos minutos, después mira a Constanza solo un segundo y vuelve otra vez a hablar con la funcionaria diciendo.
- Muy bien, nosotros nos hacemos cargo, sólo debe darnos sus objetos personales, el resto no lo va a necesitar. Donde va a ser trasladada tendrá que ganarse el uniforme, las reglas son muy estrictas, más que aquí. Puede muy bien ir como esta ahora, menos papeleo para nosotros.

Constanza muy pálida mira a los hombres sin entender  nada.

Uno de los hombres se acerca, le pone unas  esposas y una cadena, después saca una mordaza y se la coloca diciendo.
- No queremos oír ningún solo grito.

Constanza se queda parada sin poder reaccionar a pesar de que le tiran de la cadena para ordenarle que se mueva, al final empieza a caminar muy despacio.

A los pocos minutos los hombres se paran por lo que Constanza que no se lo esperaba tropieza, cayendo de rodillas.

La funcionaria que se encontraba detrás de ella dice.
- Además de torpe, ofrecida. Menos mal que os la lleváis.

Uno de los hombres mira  a Constanza diciendo.
- Esos trucos no le van a servir de nada, allí las reglas son iguales para todos.

Constanza muy nerviosa intenta hablar pero debido a la mordaza no lo consigue, por lo que empieza a moverse con todas sus fuerzas para quitarse la mordaza sin conseguirlo.

El hombre al comprobar  cómo se porta Constanza dice.
- Es mejor que se tranquilice porque no va a conseguir nada. La mordaza tiene un dispositivo que impide que se abra, sólo se abrirá con la llave que tengo yo en mi poder.

Constanza furiosa vuelve a intentarlo sin conseguir nada. Después de caminar unos minutos se detienen cerca de la entrada donde entregan una bolsa con los objetos personales de Constanza. En una esquina escondida se encuentra Sandra que al ver a Constanza con esposas no entiende nada por lo que decide regresar a su celda y enviar un mensaje.

Sandra llega a su celda, busca su móvil y después de pensar unos minutos decide que es mejor llamar, por lo que marca y cuando escucha que alguien esta al otro lado dice.
- Se llevan a  Constanza, no de a donde, nadie ha dicho nada.

Al otro lado dicen.
- Averiguarlo, es importante donde va y porque.

Sandra responde.
- Lo voy a intentar pero no dejan acercarse a nadie, hay vigilantes por todos los sitios y no son los habituales, son nuevos.

Al otro lado responden.
- No me importa quienes son, haz lo que te he dicho, sino quieres tener problemas conmigo.

Sandra enfadada alza un poco la voz diciendo.
- Ten cuidado como me tratas, puede que tú seas quién salgas perdiendo, recuerda con quien estas hablando.

Al otro lado responden con mucha ironía.
- Estoy hablando con una de las queridas del jefe, que por cierto ya está muy harto de aguantar tus caprichos y meteduras de pata. Así que ya puedes mover tu culo y hacer el trabajo que te acabo de ordenar,  estos días no conviene disgustar al jefe.

Sandra mira al móvil unos segundos, después dice.
- Explicate, ¿ Que es lo que esta pasando?

Al otro lado responden.
- No puedo decirte nada, ahora debo colgar. No llames a no ser  que sea muy urgente y cuando tengas noticias manda solo un mensaje.

Sandra va a responder pero se oye como se corta la llamada y cuelgan. Sandra muy extrañada se queda sin saber que hacer durante unos segundos, después mira a todos los lados y esconde el móvil al oír pasos que se acercan , se echa encima de su litera, coge una revista y hace que esta leyendo.

De repente aparecen dos funcionarias, una de ellas dice.
- Levántate, te esperan en dirección.

Sandra muy tranquila, se sienta en la litera y sin mirar a las funcionarias dice.
- No hice nada, así que iré cuando quiera.

La funcionaria muy seria, da unos unos pasos más diciendo.
- Aquí tú no ordenas, tú obedeces. Levántate sino te levantaremos nosotras a la fuerza.

Sandra mira a la funcionaria poniendo cara sería, se levanta de muy mala gana y se para delante de la funcionaria.

La funcionaria mueve la mano sin hablar, indicándole que se mueva.

Salen la celda y avanzan durante unos minutos en total silencio, parandose delante de las distintas puertas y esperando a que las abran para continuar.

Al llegar a la zona de administración, Sandra mira a todos los lados y comprueba que hay nuevos funcionarios sitiados en ambos lados del pasillo por lo que extrañada dice.
- ¿ Que ocurre? ¿ Porque hay tantos funcionarios nuevos?.

Una de las funcionarias que va con Sandra dice.
- Silencio, no está permitido hablar. Continúa caminando.

Sandra mira a la funcionaria con altanería, intenta hablar pero la funcionaria la mira haciéndola callar con la mirada.

Continúan caminando, llegando hasta el despecho de la directora, la funcionaria toca a la puerta, espera y cuando le dan permiso, hace entrar a Sandra y cierra la puerta.

Sandra se queda cerca de la puerta sin moverse hasta que la directora levanta la vista de los papeles que esta mirando y con la mano le manda que se acerque hasta el escritorio.

Sandra se acerca lentamente hasta  quedar a solo unos metros.

La directora muy sería dice.
- Sandra, vamos a tener una conversación, tú y yo, pero antes estos hombres quieren hablar contigo.

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now