capítulo 124

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Constanza conteniendo la rabia responde.
- No he podido, no tenía las herramientas, nadie me ha dicho donde estaban.

El capataz mira fijamente a Constanza unos minutos, después dice.
- Creo haber entendido mal, se ha atrevido a interrumpir el trabajo a otros peones para preguntar por las herramientas. Dígame que no ha sido tan irresponsable.

Constanza baja más la mirada, no se atreve a mirar al capataz.

El capataz furioso dice.
- Esta visto que tengo que hablar con doña Gabriela ahora mismo sobre usted, es una total incompetente. Si no cambia tendré que pedirle a doña Gabriela que la despida, no puedo estar detrás de usted todo el día. Le voy a dar una última oportunidad y más vale que la aproveche. No doy más oportunidades, sino hace todo el trabajo que tiene que hacer, mañana se irá de aquí y no me importa lo que le ocurra, ¿ he sido lo suficientemente claro, Constanza?.

El capataz se pone en movimiento y sin mirar atrás dice.
- Venga , voy a ir con usted al despacho de doña Gabriela, yo mismo le voy a decir lo que ocurre. ¿ A que espera, venga, camine?.

El capataz se dirige hacia la casa, al llegar mira en todas las direcciones buscando a Gabriela, al ver la en el comedor se dirige hacia allí directamente sin esperar a que Constanza haya llegado.

Gabriela al ver al capataz se levanta de la mesa y sale hacia su encuentro, al llegar le dice.
- Vamos al despacho, allí estaremos  más tranquilos.

Soledad se acerca y dice.
- Os acompaño, yo también quiero saber que ocurre, aunque me imagino que habrá habido problemas con Constanza. No debimos darle una oportunidad, sabia que no la iba a aprovechar como debía.

Gabriela muy seria responde.
- Vamos a escuchar lo que tiene que decirnos el capataz, después decidiremos sobre el futuro de Constanza.

Luis, el marido de Gabriela, se acerca diciendo.
- Gabriela, tienes todo mi apoyo, no pienso defender de ninguna forma a Constanza.

Después se gira y mirando a Constanza dice.
- Me has decepcionado profundamente, no esperes ninguna ayuda mía. No te voy a perdonar nunca lo que has hecho a mi hijo James, ni a nosotros. Haber secuestrado y hacernos creer que muestra hija estaba muerta sin importar te nuestro dolor como padres es algo que no te perdono. Sé que no te arrepientes y que no lo sientes, no me puedas perdón porque no te creo.

A continuación Luis, se gira y se va sin darle tiempo  Constanza a responder.

James que había estado escuchando se acerca y dice.
- En estos momentos me apetece darte una paliza pero como soy una persona con principios que no pega a una mujer  aunque se lo merezca, te advierto, no te quiero cerca de ninguna persona de mi familia, me das asco sólo mirarte.

A continuación James se aleja de Constanza, y cuando está cerca de la mesa dice.
- Constanza, lo que has hecho a Ágata me lo voy a cobrar. No lo olvides, recuerda lo que te pase es lo que te mereces.

Gabriela seria dice.
- Bien vamos, quiero acabar cuanto antes. No quiero ver la.

En pocos minutos llegan al despacho y el capataz dice.
- Señora Gabriela, esta mujer es una inútil, sólo ocasiona problemas. Ha intentado que los peones hagan su trabajo, además no ha concluido sus tareas .  Incluso lo que ha hecho lo ha dejado a medias y mal.

Gabriela mira a Constanza diciendo.
- Constanza recuerdo muy bien lo que te dije antes y sabes no he cambiado de opinión.

Después mira al capataz diciendo.
- Gracias, ahora mismo yo me encargó de ella, mañana hará todo sin quejarse, ni molestar, pero en caso de que de algún problema dígame lo , yo le haré entender cuales son las consecuencias y le aseguró que no lo va a olvidar.

El capataz asiente muy serio, después dice.
- Si esta mujer sigue ocasionando problemas tendré que echar la, no puedo estar pendiente de ella.

Gabriela sonríe ampliamente mientras mira a Constanza, después dice.
- No sé preocupe , no volverá a ocasionar problemas de eso me encargó yo ahora mismo.

El capataz se retira mientras mira con muchas dudas a Constanza.

Gabriela después de comprobar que el capataz se ha ido, mira a Constanza y con cara de muy pocos amigos dice.
- Si creíste que esto era un juego, vas a comprobar que yo no amenazó en balde. Eres un peón más aquí, no tienes ni voz ni votó. No puedes dar órdenes ni pedir nada. Eres un cero a la izquierda. Para poder respirar debes pedir permiso, no tienes ni ese derecho,  pero no te preocupes que antes de salir de aquí lo vas a comprender y te aseguró que no lo vas a olvidar. Te juro Constanza que lo vas a recordar y que nunca lo olvidarás.

Constanza al ver la cara de Gabriela retrocede unos pasos con gran temor, pero Soledad la agarra por detrás diciendo.
- No intentes escapar porque no lo vas a lograr.

Gabriela se acerca hasta Constanza diciendo.
- Aquí no eres nadie,  ya me tienes harta. Vas a saber quién soy yo.

Constanza muy  segura dice.
- No te tengo miedo, no puedes hacerme nada.

Gabriela responde.
- Ya sé que no me tienes miedo, deberías ser un poco más responsable. Como al parecer no entiendes, es hora de que entiendas quien manda aquí. Y te recuerdo que tu amante ahora mismo tiene otros problemas de los que ocuparse, no esperes su ayuda.

Constanza con mucha bravura dice.
- Puedo defenderme sola, no me das miedo.

Gabriela sonríe diciendo.
- Me alegro por ti, Constanza. A partir de ahora, cualquier error que cometas, te iras directamente a tu  nuevo lugar y creeme no te va a gustar. Hasta ahora has tenido mucha suerte.

Gabriela va hasta la mesa del despacho y se tira hacia Constanza.
- Aún me debes el secuestro de mi hija y también el intento por tú parte hacia mis nietos. Si Constanza lo sé, no creas que no conozco cuales eran tus intenciones. Ahora tenemos otro asunto que tratar, se trata de tu manera de comportar te, recuerda que te avise.

Gabriela sin decir nada más aprieta varias veces, tomando desprevenida a Constanza.

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now