capítulo 71

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El hombre se resiste pero sin lograr su propósito.

El vigilante junto con otro compañero lo agarran y lo trasladan. Durante todo el camino no deja de protestar sin conseguir nada.

Al cabo de un tiempo llegan hasta la oficina, tocan y entran. El vigilante saluda a la mujer que se encuentra en la oficina y dice.
- Ahora no está aquí el jefe, si necesitais algo, debéis llamarlo al móvil.

El vigilante asiente con la cabeza, saca el móvil , marca y espera, cuando responden dice.
- Señor tenemos un sospechoso.

El vigilante escucha atentamente las órdenes y después responde.
- Muy bien señor, ahora mismo lo hago, espero nuevas órdenes.

El vigilante cuelga, se gira y con la cámara del móvil saca una foto y la envía, a los pocos minutos recibe una respuesta, la lee y después dice a su compañero.
- En poco tiempo vendrá una persona para interrogarlo  al parecer tiene mucho que explicar.

Mientras en otra parte del hospital, el jefe de vigilantes dice.
- Señora, el hombre esta ya detenido, le voy a enseñar una foto para saber si le conoce.

Soledad asiente con la cabeza, lo mira muy detenidamente y después dice.
- No, no le conozco pero estoy segura de haberle visto antes pero no sé donde.

Gabriela mira la foto y al ver de quien se trata dice.
- Yo conozco a este hombre, me gustaría mucho encargar me de interrogarlo, sería un placer hacerlo, créame cuando me vea dirá todo lo que queramos saber.

James sorprendido dice
- Madre cada vez estoy más extrañado, no entiendo porqué va a hablar ese hombre.

Gabriela mira a su hijo diciendo.
- Ahora no es el momento, ya hablaremos, creo que con el permiso de ustedes voy a divertirme un buen rato. El hombre  se encuentra en su oficina.

El jefe de vigilantes asiente con la cabeza y dice muy serio.
- ¿Esta segura?. Puedo encargar me yo.

Gabriela sonriendo responde.
- Puede estar presente pero del interrogatorio lo haré yo, créame cuando me vea aparecer por la puerta, hablará y le pedirá que no me deje a solas con él, cuando lo haga tendrá que decirle que solo me esta acompañando hasta su oficina.

El vigilante se queda unos segundos callado y después dice.
- Por lo que me dice, él ya la conoce y le tiene miedo, me pregunto si ese hombre no intentara hacerle algo.

Gabriela se ríe a carcajadas y responder.
- Eso no ocurrirá, su temor es tan serio que cuando me vea se quedará paralizado.

Gabriela no dice nada más, tan solo se acerca hasta el jefe de vigilantes y le dice.
- Creo que no debemos hacerle esperar más, debe tener muchos compromisos y sería de muy mala educación que nosotros le hiciéramos llegar tarde, ¿ esta de acuerdo?.

El jefe de vigilantes totalmente en shock tarda unos segundos en responder, pero después dice.
- Si, debemos irnos, tiene usted razón.

Gabriela sonriendo espera a que se ponga en marcha, pero antes se gira y dice.
- Después tenemos una conversación pendiente, no os vayáis muy lejos. James si llega tu padre  avisale que estoy con el jefe de vigilantes.

El jefe de vigilantes apremiado por Gabriela se pone en movimiento hacia su oficina.

Al cabo de unos minutos llegan a la planta donde se encuentra  su oficina y antes de que pueda abrir la puerta, Gabriela dice.
- Es mejor que yo entre primero, así le cogemos de sorpresa.

Sin que pueda responder Gabriela abre la puerta y dice.
- Hola, cuanto tiempo sin vernos. Ya pensé que nunca más podríamos volver a hablar, echo de menos nuestras charlas.

El hombre al oir la voz de Gabriela se pone muy pálido, intenta retroceder y casi sin voz dice.
- No es posible, tú no puedes estar aquí. Me dijeron que estabas muy lejos que nunca más nos volveríamos a encontrar.

Gabriela sonriendo se acerca y como voz muy baja, despacio dice.
- Pues tus queridos amigos te mintieron. Recuerdas nuestra última charla, te dije que si nos volviamos a encontrar, todo sería muy distinto.

El hombre muy pálido dice.
- Te prometo que si me dejas ir, nunca más vas a volver a saber de mi.

Gabriela niega con la cabeza diciendo.
- No te creo, además quiero saber porque has venido a este hospital, ya que no me creo que hayas venido a visitar a un enfermo. Espero que no me mientas ya que sabes que no me gustan las mentiras, en aquella ocasión tuviste mucha suerte ya que mi esposo intercedió, pero esta vez no será igual. Mi esposo no está, asi que no busques su ayuda.

El hombre temblando dice.
- Si habló soy hombre muerto, no puedo decir nada.

Gabriela muy sería responde.
- Tienes dos posibilidades, me lo dices por las buenas o te saco la información por las malas, sabes que me voy a enterar de todo y que ellos van a saber que hablastes de todas formas. Estoy esperando tu respuesta. No me hagas enojar, sabes que si me enojo será peor para ti.

El hombre sigue temblando sin poder parar, intenta controlarse sin lograrlo.

Gabriela se acerca un poco más y dice de nuevo.
- Como estoy viendo que no vas a hablar por las buenas, vamos a hacerlo por las malas.

El hombre al ver que Gabriela va en serio y que no va lograr ningún tipo de trato responde con mucha dificultad.
- ¿ Que quieres saber?. Te lo diré, pero por favor alejate, no me hagas daño.

Gabriela sonriendo ampliamente diciendo.
- Te vuelvo a repetir, ¿ A que has venido al hospital?

El hombre muy pálido responde.
- Vine a hacer un encargo que se me pidió.

Gabriela muy sería dice.
- Ese encargo no será por casualidad, asesinar a Ágata.

El hombre al oir el nombre de la persona a quien venía a matar se tambalea por lo que los vigilantes lo sujetan para que no caiga.

Gabriela muy sería sigue dicendo.
- Por si no lo sabes, esa muchacha es la prometida de mi hijo James, por lo que has cometido un gravísimo error, te metiste con mi familia y eso yo no lo perdono, por lo tanto lo vas a pagar, pero antes te voy a hacer otra pregunta aunque ya se la respuesta. ¿ La persona que te encargo hacerlo fue Constanza, mi ex cuñada?.

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now