capítulo 38

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El celador que había estado muy pendiente, la mira y pregunta.
- ¿ Desea decirme algo?.

Constanza niega con la cabeza y continua con la labor para poder acabar cuanto antes y asi poder sentarse a esperar al vigilante.

El celador mira como hace el trabajo Constanza sin perder la de vista, cuando acaba le tiende un delantal y le dice.
- Póngase lo, me va ayudar a lavar lo.

Constanza mira al celador unos segundos y después con mucha dudas, lo coge, lo mira y dice.
- ¿ Este no es su trabajo, porque tengo que yo ayudarlo a lavar lo?.

El celador responde.
- Sino hubiera entrado aquí, esto no tendría que hacerlo así que todo esto es por no fijarse por donde camina, es su culpa, deje de protestar y póngase lo.

Constanza  muy cabreada y molesta duda antes de cogerlo pero al ver la cara del celador, decide cogerlo y ponérselo.

Una vez con el delantal Constanza cruza los brazos y dice muy sería.
-  ¿Ahora que?.

El celador sin mediar ninguna palabra le da una esponja y una maquinilla de afeitar desechable y dice.
- Afeite lo ahi abajo y labelo muy bien después con la esponja que no quede nada de jabón.

Constanza mira los utensilios que le ha dado el celador y totalmente en shock pregunta.
- ¿ Que haga el qué, en dónde?.

El celador mira a Constanza  y le dice.
- Afeitar lo abajo donde el pene y los huevos. ¿ Ahora lo ha entendido?. ¿ Quiere que le explique como debe hacerlo?. Es mejor que  si lo haga sino volverá a pteguntar de nuevo. Deme su mano, vamos que es para hoy.

Constanza le mira aterrada estira la mano derecha, el celador le coge la mano y se la lleva donde el pene y le dice.
- Agarrelo fuerte y no lo suelte.

Constanza abre los ojos totalmente impresionada, sin saber cómo reaccionar, se queda en shock, el celador viendo le grita diciendo.
- Despierte que aún no ha comenzado y tiene mucho trabajo ahí abajo que hacer, recuerde que no puede quedar ningún pelo, en ningún sitio, cuanto antes empiece antes acabará.

Constanza mira de nuevo el muerto y al final totalmente desconcertada dice.
- No, no puedo hacer lo, creo que me voy a desmayar.

El celador muy serio responde.
- Esta bien desmayese pero primero acabe lo que le mande.

Constanza como una autómata mira a la maquinilla de afeitar y dice.
- ¿ Como tengo que usar esto?.

El celador coge el bote de espuma y lo hecha, después agarra la mano de Constanza y le dice.
- Debe hacerlo así, recuerde que son zonas muy delicadas, tenga cuidado y no le haga ningún corte.

Constanza mira como el celador pasa las primeras pasadas, esperando que él haga todo el trabajo, pero de repente dice el celador.
- Ya vio como debe hacerlo, ahora siga usted y acabe pronto que en breve debere llevarlo a la Sala de autopsias.

Constanza se queda parada, al ver que tiene que continuar ella  con mucho asco mira la maquinilla y muy despacio se va acercando, mira al celador y este sigue haciendo lo suyo sin hacerle ningún caso, por lo que Constanza respira hondo y dejando salir el aire empieza a hacer el trabajo.

El celador que había estado pendiente sonríe al ver como Constanza hace el trabajo. Durante más de 15 minutos Constanza no levanta la vista para poder acabar pronto, cuando acaba comprueba que esta todo bien y que no queda ningún pelo. A continuación aclara todo para quitar la espuma con la esponja. Después mira al celador y dice.
- Ya he acabado.

El celador se aproxima, lo examina y después dice.
- No está mal, ahora vaya y lavese las manos, después venga aquí que vamos a volver a trasladarlo a la camilla. Vamos a que espera.

Constanza va hasta la pila, hace lo que le mandan y regresa.

El celador acerca de nuevo la camilla a la plataforma, después indica de nuevo a Constanza que agarre al muerto por los hombros, lo colocan en la plataforma, mira el reloj y dice.
- Aun  es pronto para llevarlo a la Sala de autopsias asi que vamos a meterlo en la camara frigorífica, venga acompañe me a llevarlo allí.

Constanza dice.
- Pero.......

El celador la mira unos segundos y dice.
- Ya empieza de nuevo, por Dios deje ya de protestar mujer.

Constanza viendo que no consigue nada empuja la camilla siguiendo las indicaciones del celador.

El celador comprueba en el ordenador y después dice.
- Cámara 34, fila 2.

El celador va hasta donde están las cámaras, la abre y le ordena a Constanza que se acerque, a continuación depositan el muerto dentro y cierran.

Constanza se gira y se dirige hacia la silla muy rápidamente y cuando esta a punto de sentarse dice el celador.
-  ¿A donde va?. Ahora hay que recoger todo y limpiarlo, colocar las cosas en su sitio y dejarlo todo listo para el siguiente. Vamos deprisa que no tengo todo el día.

Constanza mira donde estaba antes el muerto, suspira muy despacio y resignada se acerca a empezar a limpiar.

Cuando ya está todo limpio y recogido, el celador dice.
- Ahora siéntese ahí y no hable, pero antes quitese el delantal y echelo  en el cesto de la ropa sucia, después vuelva a lavarse las manos.

Constanza asiente con la cabeza y hace lo que ordenan sin rechistar ya que sabe que no sirve de nada.

Pasan los minutos y cuando cree que no va venir el vigilante tocan a la puerta, el celador mira por la ventanilla antes de abrir, sonríe y abre.

El vigilante entra y mira a todos los lados y cuando ve a Constanza sentada dice.
- Disculpa el retraso pero estábamos deteniendo a una persona y sabes que tenemos que rendir un informe nada más suceda, son las nuevas órdenes de Seguridad.

El celador a diente con la cabeza y responde.
- Si lo entiendo, yo tambien  recibí las nuevas  órdenes, por lo visto han cambiado todo, ahora es mucho más estrictos que antes.

El vigilante asiente y dice.
- Bien, explicame detalladamente quien es esta mujer y que hace aquí, como entró y porque.

La Prometida AusenteOnde histórias criam vida. Descubra agora