capítulo 122

67 13 1
                                    

Gabriela que aún sigue vigilando por la ventana, ve salir a Constanza de las caballerizas y al verla empieza a reír a carcajadas, Soledad que estaba cerca de la puerta ya que  a ver a los pequeños, se gira y va hasta la ventana, al mirar Soledad sin poder contenerse saca el móvil y hace varias fotos.

Después aguantando la risa dice.
- Creo que estas fotos deben ser vistas, ¿ No estas de acuerdo, Gabriela?.

Gabriela mira las fotos que acaba de hacer Soledad y después dice.
- Creo que tienes razón,  pero debemos ser buenas y hacer que las vea todo el mundo, no podemos ser egoístas, después pueden enfadarse con nosotros y eso no nos gustaría.

Soledad asiente con la cabeza y responde.
- Tienes toda la razón, debemos ser buenas y compartir las fotos. Voy a hacerlo dentro de unos minutos, ahora quiero ver que va a hacer Constanza.

Tanto Gabriela como Soledad miran ansiosas por la ventana hasta que de pronto ven salir a Constanza. Al verla Gabriela sin poder aguantarse dice.
- Creo que debemos.....

En ese momento dice Soledad.
- Espera, mira por ahí viene el peón. Constanza se ha parado y esta muy cabreada, vamos a ver que hace.

Constanza mira a todos los lados, al ver acercarse al peón, se para, cruza los brazos y empieza a mover el pie contra el suelo.

El peón se para al llegar donde  Constanza y dice.
- Ya ha terminado, voy a comprobar que todo este  en orden, después le llevaré donde están los cerdos y le dire lo que tiene que hacer. Tendrá que darse mucha prisa si quiere llegar para la hora de la cena. Se servirá en una hora, después la cocina se cierra hasta mañana a las cinco y media de la mañana.

A continuación el peón se aleja de Constanza y entra en las caballerizas. Pasa más de media hora y sale el peón, que se acerca de nuevo hasta donde esta Constanza diciendo.
- Para ser la primera vez no esta mal, aunque hay que mejorar muchas cosas. Los utensilios estaban mal colocados, ademas ha dejado algunas puertas de las cuadras abiertas y tienen que estar todas cerradas. La zona donde se encuentra la comida, debe ser más cuidadosa y no dejar las todas esparcidas. Algunos caballos no estaban bien cepillados. Vamos a ir donde los cerdos, cuando acabe regrese aquí y repase todo lo que está mal, hágalo antes de ir a cenar.

El peón se pone en movimiento en dirección a donde están los cerdos. Al llegar se gira esperando ver a Constanza detrás de él pero Constanza no está. El peón mira a todos los lados buscando la , pero no la encuentra  por lo que regresa donde  las caballerizas.

Al llegar ve que Constanza sigue en el mismo sitio y que no se ha movido, se planta enfrente de ella y el peón también cruza los brazos.

Pasan los minutos y ninguno se mueve, ni dice nada.

Desde la ventana todos se miran entre sí sin entender lo que ocurre, cuando Gabriela se mueve  para ir a averiguar qué ocurre, Soledad la llama para que  regrese.

El peón cansado y harto dice furioso.
- Mire es usted una calamidad, voy a decirle a doña Gabriela que la cambie de sitio, no voy a estar todo el día detrás de usted, nada más hace que quejarse y causar problemas, no puedo estar detrás suyo todo el tiempo. Espere aquí hasta que vengan a decirle donde va a trabajar a partir de ahora.

El peon se gira y se pone a caminar pero no puede hacerlo porque Constanza le agarra de un brazo tirando de él.

A continuación cuando el peón se vuelve a girar otra vez furioso, Constanza dice.
- No te atrevas a decir nada, no se te ocurra o yo...

El peón harto ya de Constanza dice.
- Usted nada, me tiene muy harto, se acabó. He tenido mucha paciencia ya que no está acostumbrada a este trabajo pero todo tiene un límite.

El peón se suelta de Constanza y se va camino de la casa .

Constanza aterrada se cae de rodillas al suelo y empieza a llorar.

El peón no le hace caso y sigue caminando. Constanza al vez que no logra nada, intenta quitar las lágrimas de los ojos con una de las manos, después dice.
- Esta bien, usted gana haré ese trabajo, pero por favor que alguien me ayude, yo no puedo con todo.

El peón se para, se vuelve hacia Constanza y le dice.
- Aquí, cada peón tiene unas tareas asignadas, primero tienen que acabar su trabajo, si quieren y no están muy cansados igual ayudan a otros. Tiene que entender que esto no es un trabajo como en la ciudad de nueve a cinco , aquí estamos en el campo. No sé ni para que le explicó nada, si no escucha. Mejor voy donde la señora Gabriela, yo tengo otras cosas que hacer, he perdido mucho tiempo.

Constanza aterrada dice.
- No lo haga, haré lo que me diga, por favor, no lo haga.

Mientras desde la ventana, Gabriela mira a soledad diciendo.
- Nuestra amiga ya no aguanta más, vamos a tener que motivarla.

Soledad que seguía mirando por la ventana dice.
- Espera Gabriela, Constanza ha decidido seguir, mira.

Gabriela vuelve a mirar por la ventana , muy sería dice.
- Esta bien, pero la próxima vez no seré tan buena. Aunque creo que voy a darle un pequeño susto.

Gabriela coge el móvil, marca, cuando responden dice.
- Carlos, pasale el móvil a Constanza y ponlo en manos libres y en altavoz.

Carlos, el peón, hace lo que le manda, después se cruza de brazos y espera.

Gabriela cuando comprueba que Constanza tiene el móvil dice.
- Constanza, se puede saber a qué estas jugando. Estas tratando de que  hagan tu trabajo. Te recuerdo que el trato para estar aquí es que debes ganarte tu sustento y que no te puedes negar a nada de lo que te ordenen. Si me entero que no  lo haces ya sabes lo que te espera, recuerda  que te estoy vigilando.

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now