capítulo 119

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Constanza ve como  varios hombres, se aproximan hasta ella , la colocan un dispositivo, y después le retiran los grilletes, pero sólo los de las manos.

Gabriela que había estado muy pendiente de Constanza dice.
- Lo que te acaban de colocar estos hombres es parte del acuerdo que has firmado antes de venir y que tú has aceptado libremente.

Constanza aún sin entender dice.
- Gabriela dejate de rodeos de una vez, explicate.

Gabriela se acerca hasta la mesa coge un botón y lo aprieta.

Constanza grita diciendo.
- Que demonios haces, bruja.

Gabriela vuelve a apretar el botón y dice.
- Ten cuidado con tus palabras, cada vez que insultes a alguien recibirás una pequeña descarga, ahora sólo solo cien vatios, pero a partir de la descarga diez se sube automáticamente otros cien más. Cada diez descargas  se subirá la descarga hasta alcanzar los  cuatrocientos vatios. A partir de ese momento las descargar en vez de ser de pocos segundos pasarán a ser de treinta segundos y puede llegar a ser de un minuto.

Constanza mira a Luis diciendo.
- ¿ Vas a permitir que la loca de tu mujer haga esto a tu hermana?.

Gabriela sin esperar a responda su marido vuelve a apretar el botón, por lo que Constanza vuelve a gritar.

En ese momento entran en el despacho James junto con Soledad y los amigos de Gabriela.

Soledad al ver a Constanza dice.
- Vaya nos volvemos a ver, que pena. Estabas mejor en donde estabas, así no tenía que ver tu cara.

Gabriela dice a Soledad.
- Habéis llegado justo a tiempo. Espero que hayáis traído con vosotros el regalo que os deje en vuestras habitaciones.

Cada uno de ellos saca un botón, enseñandose lo a Gabriela.

Soledad dice.
- Te refieres a esto. ¿De que se trata, este artilugio?.

Gabriela responde.
- Cuando Constanza no haga lo que se le pide, responda mal o insulte entonces  tenéis que apretar ese botón. A través de ese botón Constanza recibirá una pequeña descarga eléctrica de cien vatios . A partir de la descarga número diez, el voltaje de la misma aumenta en cien vatios más, así hasta llegar a los cuatrocientos. Cuando llega a ese voltaje entonces las descargas serán más largas .

Gabriela continua hablando.
- Ahora voy a enseñarle a Constanza donde va a dormir  y cuáles son sus obligaciones.

Gabriela mira a Constanza diciendo.
- Sígueme, no te retrases.

Gabriela sale del despacho sin mirar a atrás.

Constanza se queda parada unos minutos, después empieza a caminar detrás de Gabriela.

Gabriela se dirige hacia la zona este de la casa, en dirección al sótano. Abre una puerta y baja unas escaleras después de encender una luz.

Al llegar abajo, Gabriela gira a la derecha, camina unos metros , se para, abre una puerta y espera hasta que llega Constanza.

Al llegar Constanza se gira hacia ella diciendo, mientras enciende la luz.
- Esta es tu habitación, como  puedes comprobar  tienes una cama, un aseo. Además encima de la cama tienes unas sabanas y una almohada. Te tienes que encargar de que todo este limpio y en buenas condiciones. Eres responsable de todo. En cualquier momento puede venir a comprobar cómo está todo, si esta sucio o desordenado entonces serás castigada. La hora de comida no se cambian, sino estas en la cocina cuando la sirvan entonces tendrás que esperar a la siguiente. Espero que no estés pensando en coger algo de comida, porque si lo haces sin tener permiso también serás castigada. Además para poder hablar deberás solicitarlo con mucha educación y cualquier empleado en esta casa puede solicitar tu ayuda, a lo que tú no te puedes negar. ¿Lo has comprendido, Constanza?.

Gabriela sigue hablando.
- Encontrarás tu uniforme detrás de la puerta colgado. Quiero el uniforme limpio y sin arrugas.

Gabriela ordena salir a Constanza, después de comprobar que todo está bien, cierra la puerta.

Al llegar a la entrada, uno de los peones se acerca hasta Gabriela, se para, después de saludarla dice.
- Perdón señora Gabriela pero tenemos un problema en los establos con unos caballos, ya hemos avisado al veterinario peto necesitaremos ayuda.

Gabriela sonríe ampliamente y responde al peón.
- No te preocupes, Constanza te ayudará en los establos con los caballos, ahora mismo te acompaña. Espera unos minutos mientras acabo de explicarle unas cuantas cosas.

El peón asiente con la cabeza, se despide y sale afuera a esperar.

Gabriela mira a Constanza y le dice.
- Ahora vas a ir con ese peón y le vas ayudar en todo lo que necesite, espero que no te niegues a hacer nada, recuerda una sola queja y recibirás un castigo. Por cada queja será una descarga. Hasta ahora ya has recibido dos. Recuérdalo, Constanza. Venga aún hay varias cosas que debes saber y te están esperando.

Gabriela lleva a Constanza hasta la zona de los empleados, una vez allí se dirige hacia la lavandería diciendo.
- Una de tus tareas será lavar la ropa a mano, además te encargadas de planchar la y de almidonarla . Recuerda no tiene que tener ni  una sola arruga. Además tendrás que fregar todos los suelos de rodillas, el ama de llaves te dirá que suelos tendrás que hacer y como.

Gabriela le sigue enseñando cuales son las tareas que debe realizar,  después regresa hasta la entrada y le dice.
- Una cosa más, vamos a tener unos invitados, llegaran en las próximas horas, encargate de que las habitaciones estén limpias y que no falte nada.

Después Gabriela dice.
- Vamos te están esperando fuera, tienes que ir a los establos para ayudar con los caballos, trata los mucho cariño.

Constanza abre la boca para decir algo pero al ver la mirada de Gabriela decide no responder y salir afuera.

Una vez fuera, Constanza se acerca hasta el peón que había estado esperando. Al ver la llegar dice.
- Venga camine, vamos atrasados, tenemos mucho trabajo que hacer. Espero que no me retrase, odio tener que repetir las cosas, cuando le pida, lo quiero al momento, no me haga esperar. Si trata mal a los caballos me enfadare  y no le gustaría verme enfadado.

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now