La Prometida Ausente

capítulo 69

Mientras en la casa del arquitecto, este se pasea muy nervioso al no saber nada de Constanza, teme que haya cometido alguna locura y le haya implicado, sin medir las consecuencias.

Después de volver a comprobar de nuevo la hora, decide hacer una llamada por lo que coge el móvil, busca el número en la agenda y marca el número cuando responden  dice.
- Creo que estamos en problemas, Constanza puede haber hecho alguna tontería, salió esta tarde y aún no ha dado señales de vida.

El arquitecto escucha atentamente lo que le dicen y después responde.
- Deberemos cubrirnos las espaldas por nuestro bien, no podemos salir perjudicados, hay mucho en juego.  Llevamos mucho tiempo preparando este plan.  He aguantado mucho, creo  que no la soporto más.

Al otro lado responden.
- Cuando te uniste al plan estabas de acuerdo y no te importaba el tiempo que llevará para lograrlo, incluso tu esposa cuando supo por que lo hacías estuvo de acuerdo. ¿Que es lo que ha cambiado?.

El arquitecto responde.
- Constanza se ha vuelto muy peligrosa, no mira las consecuencias de sus actos. He intentado prevenirla pero no hace caso, creo que se ha vuelto loca, más bien creo que lo finge para librarse del castigo.

Al otro lado responden.
- Aunque finja  o lo este del castigo no se libra y ya todo está en marcha.

El arquitecto asiente con la cabeza y responde.
- Esta bien, pero hay que hacer algo para que no estropee las cosas Constanza.

Al otro lado responden.
- Ya estamos en ello, tú encargate de seguir con el plan como hasta ahora para que ella no sospeche. Seguro que te llama en unos días, recuerda que cuando eso suceda lo que debes decir.

El arquitecto responde.
- Muy bien, eso haré. Si hay más novedades, nos comunicaremos  como hemos hecho hasta ahora.

A continuación se despiden y guarda el móvil. Después se dirige al bar y toma una copa, echando un poco de vodka.

En ese instante tocan a la puerta, se gira diciendo.
- Adelante.

El mayordomo entra con una bandeja, en donde se haya un sobre diciendo.
- Señor acaba de llegar esta carta para la señora Constanza.

El arquitecto coge la carta , la mira unos instantes y después dice.
- Deja la carta en su habitación, después puedes retirarte,  yo también me voy a retirar, buenas noches. Por favor pon el pestillo en la puerta de la entrada, si viene alguien que llame.

Por otra parte en el hospital, Soledad muy sería mira a James y dice.
- No se que planes tienes con respeto a mi hija Ágata, pero te advierto esta vez será todo muy distinto, pienso estar muy pendiente, no será como en el pasado.

James mira a Soledad y responde.
- Soledad, mis planes es casarme con Ágata y reconocer a los niños después de hacerles la prueba de ADN para que nadie lo dudé. Además ya hable con mi abogado para que averigüe todo lo que hizo mi tía Constanza y ver la forma de arreglarlo así como de poner la denuncia correspondiente.

Soledad muy sería responde.
- Tus intenciones son buenas pero lo que me preocupa es mi hija, por lo que hasta que no este completamente segura de que no va a correr ningún peligro por culpa de tu tía Constanza, estaré vigilando muy de cerca.

La madre de James, Gabriela, se acerca hasta ellos y muy sería dice.
- Debo hablar con vosotros, es importante y tenéis que saberlo, pero debemos ir a un sitio donde nadie pueda escucharnos.

Tanto Soledad como su hijo James, miran muy extrañados a Gabriela, pero es James quien dice.
- Madre,¿ porqué no podemos hablar en una de las salas?. ¿Cual es el misterio?.

Gabriela muy sería responde.
- No existe ningún misterio pero tu tía Constanza tiene algunos  "amigos"  que no son trigo limpio y no deben escuchar lo que os voy a decir.

Soledad mira a todos los lados intentando descubrir quién puede estar espiando pero no descubre nada hasta que al girarse de nuevo ve la sombra de una silueta de un hombre con una bata blanca, extrañada porque lo ha reconocido y sabe que no pertenece al hospital, busca con la mirada al jefe de vigilantes para prevenirlo.

A pocos metros ve como se acerca y un gesto casi imperceptible le avisa para que se acerqué, cuando están juntos dice.
- Doctor, que bueno que le veo, me gustaría que me informara de como sigue mi hija Ágata.

El jefe de vigilantes al comprender que algo esta pasando, le sigue la corriente diciendo.
- Señora, aun es pronto. El caso de su hija Ágata es bastante complicado, pero no se preocupe, su hija esta en buenas manos.

Soledad se acerca para darle la mano y agradecerle lo que esta haciendo por su hija y con voz muy baja surrurando
dice.
- He visto a una persona que no tiene nada que ver con el hospital, lleva una bata blanca, esta detrás de la columna escondido. Le conozco es un amigo de Constanza.

El jefe de vigilantes dice.
- No se preocupe  estaremos muy pendientes de la evolución de su hija, le tendremos informada de todo.

Soledad le da las gracias, mientras el jefe de vigilantes, sin que nadie se de cuenta busca a la persona de la que le acaba de hablar Soledad, al cabo de unos instantes lo descubre cuando se está escondiendo por lo que hace un gesto al director del hospital y le dice.
- Señor director recuerde que mañana tendremos una reunión, por favor espero que esta vez no haya que anularla debido a imprevistos de última hora, por ejemplo, problemas con una columna o con personal que hace quejas sin fundamento.

El director que se dirigía hacia el ascensor se para al escuchar hablar al jefe de vigilantes y le responde.
- No se preocupe esta vez nada hará que se cambie la cita. En cuento a las columnas ya han sido reforzadas y no hay peligro para nadie,  por si acaso ya avise a mi secretaria para que nadie nos moleste.

A continuación el director vuelve a caminar hacia el ascensor, una vez que se han cerrado las puertas saca el móvil y cuando responden dice.
- Tenemos un problema, hay un intruso, se encuentra detrás de una columna, refuercen la seguridad, no puede acercarse al área restringida, tengan cuidado es peligroso. Después manda un mensaje y decide hacer otra llamada, cuando responden dice.
- Estamos en Código 3, repito, Código 3. No es un simulacro.