capítulo 106

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Constanza muy nerviosa al ver al hombre retrocede, al verlo los hombres que la llevan la sujetan mas fuertemente.

En ese instante aparece el director del penal y dirigiéndose a los hombres dice.
- Llevense a esa mujer a la zona alfa, una vez allí  ya saben lo que tienen que hacer, recuerden sus órdenes, cumpla las.

El jefe de equipo responde.
- Si señor, ahora mismo lo hacemos.

Después de saludar al director, mira al resto de los hombres diciendo.
- Vamos no podemos perder tiempo, tenemos que seguir.

Constanza mira a todos los lados, sin entender nada.

Mientras los presos al ver marchar a Constanza se acercan al director y le dice uno de ellos.
- Se que aquí no está permitido mujeres, así porque esta ella aquí.

El director se cruza de brazos y responde.
- Eso no es asunto tuyo, tú tienes unas obligaciones y si no quieres tener  problemas deberías ir a hacerlo. Además no creo que ella este aquí mucho tiempo, su destino es otro mucho peor.

El director sr gira y se marcha dejando al preso muy pensativo, mira a su compañero unos minutos, después dice.
- Esto es muy extraño, aquí no  es una prisión para mujeres, solo hombres, ni tampoco se puede considerar que sea una prisión multa, llevo aquí  algunos años y es la primera vez que traen a una mujer. El asunto debe ser muy grave.

El otro prisionero asiente con la cabeza, después dice.
- Oí que conoces a la mujer, puedo preguntar.

El preso mira a su compañero  y le responde.
- No, no preguntes y te aconsejó que no te acerques a ella es peligrosa, además no es de fiar.

El otro preso pregunta.
- ¿Porque lo dices?. ¿ Que me puedes decir de esa mujer ?

El preso muy serio responde.
- Olvidalo y lo digo muy en serio. Ahora vamos no quiero tener problemas.

Mientras los presos se van, los hombres encargados de trasladar a Constanza avanzan en total silencio. Al llegar delante de una puerta tocan y esperan hasta que les dan permiso, una vez obtenido abren y después de asegurarse que esta todo en orden, entregan  a un hombre los documentos y las llaves de las cadenas , saliendo rápidamente.

El hombre mira muy detenidamente los papeles , después se acerca hasta Constanza, la mira unos segundos y le quita la mordaza diciendo.
- Hasta ahora han sido muy suaves contigo, a partir de este momento las cosas cambian. Si quieres algo, cualquier cosa te lo tienes que ganar, hasta un vaso de agua, debes ganarlo. Aquí nada es gratis, todo tiene un precio. Me parece muy bien que estés así, ya que no tienes derecho a tener ropa de ninguna clase. La hora de las duchas es a la# seis de la mañana, si quieres agua  caliente, debes pagar un precio, mientras será agua fría. Ahora te trasladaran a tu celda y como podrás comprobar tienes una ligera y nada más. Las sábanas, almohada y colchón debes ganarte lo. A continuación te voy a dar una hoja donde te traerá como podrás ganar lo que necesitas, así como los castigos que tendrás si incumples alguna de las normas. Aquí solo eres un número, nada más.

Constanza muy seria responde.
- Cuando salga de aquí, pienso presentar una queja y mis amigos se encargarán de hacerles pagar lo que me están haciendo.

El hombre mira a Constanza respondiendo.
- No le conviene seguir por ese camino, solo por esta vez haré como si no le hubiera escuchado, pero como vuelva a hablar sin permiso, entonces tendrá grandes problemas. Donde ha estado eran muy benévolos con usted, aquí será mucho más duro. Ahora coja la hoja y quédese callada hasta que vengan a buscarla y no se mueva.

Constanza furiosa y con gran esfuerzo debido a las cadenas coje la hoja, empieza a leer, al ver lo que pone, vuelve a ponerse más furiosa y sin aguantar dice gritando.
- No pienso hacer nada de esto, esto es de locos. Están mal de la cabeza.

El hombre se pone delante dé Constanza, la mira muy fijamente diciendo.
- Aquí no importa lo que tú pienses o lo que opines, aquí tú solo obedeces. Como ya he comprobado que no sabes obedecer,  voy a avisar para que enseñen a hacerlo. Espero que no se te olvide, recuerda de ti depende, si quieres que todo vaya bien o no.

El hombre se aleja de Constanza, se acerca hasta el escritorio, pulsa un timbre y se cruza de brazos. A los  pocos minutos tocan a la puerta  y después de obtener permiso entran en el Oficina dis hombres vestidos de negro, se paran delante de la puerta y uno de ellos dice.
- ¿ Cual es el problema señor?.

El hombre señala a Constanza diciendo.
- No sabe aceptar las órdenes y  no respeta la autoridad, hagan que aprendan la lección y que no lo olvide. No tengan ningún tipo de piedaz solo por que es una mujer. Recuerden aquí no hay favoritismo para nadie.

Los hombres miran de reojo a Constanza, después miran a su jefe y responden a la vez.
- Si señor.

El hombre saluda a los hombres y antes de que se vayan con Constanza para cumplir el castigo dice.
- Si no quiere sufrir nuevos castigos, hará lo que trae la hoja sin protestar. Olvídese de que venga alguien a ayudarla porque eso  no va a ocurrir.

Consta abre la boca para replicar pero al ver como la miran  decide callarse.

El hombre al ver que Constanza no dice nada, sonrie ampliamente, después mira a Constanza diciendo.
- Ya veo que estas comprendiendo cuales son las reglas, espero que después del castigo lo entiendas perfectamente. Recuerda como trates serás tratada. No trates de jugar porqie perderás.

Constanza muy seria mita furiosa a los hombres y mentalmente dice.
-  "Juro que todo esto me lo pagaran muy caro, empezando por la zorra de Ágata. Espero que se muera, sino es así, yo me encargaré de que suceda".

Constanza  continua diciendo.
- "No te preocupes hermano, no me he olvidado de ti, tú también sabrás quien soy yo".

La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now