𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐

Psicóloga

Aún si los niños eran incapaces de entender al cien por cien que demonios había pasado entre sus padres los tres entendían que no era nada bueno.
William no estaba en su mejor momento, hacerse cargo él solo de los niños no era algo que hubiese contemplado en algún momento, para bien o mal Clara siempre le habia echado una mano en ese aspecto.

Las primeras semanas sin su esposa solia estresarse por todo y nada cosa que sus hijos notaron de inmediato y lo comprobo cuando ninguno de los tres se acercaba a más de un metro cuando le comentaban algo.

Tenía que centrarse. Su divorcio de igual forma afectaba a sus hijos.

Pido mil consejos a otros padres de familia de su confianza y a los pocos amigos que le quedaban. Optó por lo que era más lógico y conveniente para los pequeños, lo último que deseaba es que vivieran una infancia amargada gracias a sus problemas.

...

Michael estaba sentado delante del escritorio de una joven dama de cabellos castaños. Balanceaba sus pies mientras respondía preguntas, su padre le habia comentado que ella seria su "amiga" y que la visitarian uno u dos días a la semana, aún no estaba del todo decidido.
Sus hermanos tambien asistian con dicha amiga pero eran en días diferentes.

— Dime pequeño ¿Cómo te llamas?

—Michael Afton— Respondió con una sonrisa brillante. —Me dicen Mike

—¿Te gustaría que te llame "Mike"?

El castaño asintió felíz observando como la jóven escribia en una libreta su nombre y posteriormente volteaba para hacerle preguntas mismas que Michael respondía de con toda la sinceridad que un niño de 10 años pudiese tener.

—Bien Mike, en esta hoja dibujate con tu familia

La dama deslizo un folio blanco y una pequeña caja de doce crayolas hacía el menor quien felizmente empezo a dibujar lo que le pidieron, minutos después tomo el dibujo entre sus manos y se lo mostro a la señorita delante suyo.

—Muy bien Mike ¿Me lo prestas?

El chico extendió su dibujo hacía la señorita quien con todo el cuidado del mundo lo tomo entre sus manos, lo coloco en medio de ambos a modo de que los dibujos apuntasen hacía Michael.

—¿Me puedes hablar de tu familia?— Cuestionó la mujer en un tono dulce esbozando una sonrisa calida.

—Este es mi papá— Señalo el menor con su dedo a la persona más alta del dibujo. —Le gustan los robots, es muy cariñoso con mis hermanos y conmigo. Cuando sea mayor quiero ayudarle en su trabajo y jugar con sus robots

—Me parece increible ¿A quién más dibujaste?

El menor deslizo su dedo hasta la pequeña figura de una niña.

—Ella es mi hermana, Elizabeth. Es bastante divertida y le gusta jugar conmigo a las atrapadas cuando estamos aburridos— Paso su dedo a la figura más pequeña de la hoja. —Él es mi hermano menor, Christopher. Le decimos Chris. Me gusta divertirme con él pero aún es muy pequeño

—Se nota que aprecias mucho a tus hermanos menores. ¿Y quién es la ultima persona?

Michael deslizo su dedo hasta la ultima figura, una personita un poco más baja que su padre.

—Ella es mamá. Papá dijo que ella estaba viviendo en otro lugar por el momento y casi no la vemos. La extraño no quiero hacer enojar a papá si se lo digo

...

La próxima persona en realizar ese dibujo fue Elizabeth, aunque fueron trazos un poco más desordenados la idea de dibujar a su familia seguía estando plasmada en el folio.

—Muy bien Eli. Hablame de tu papá

—Él es muy bueno conmigo. Me compra muñecas y me ayuda con mi tarea cuando Michael no quiere hacerlo. Me da sorpresas y siempre me hace reir— Confesó la menor con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Me puedes hablar de Michael?

—Es mi hermano mayor. Él es muy valiente, cuando tengo miedo a los mounstros el se levanta y revisa todo para asustarlos, me cuenta historias y aunque no le guste juega conmigo a las muñecas

— ¿Y te llevas bien con tu hermano menor?

—Sí. Jugamos escondidas, coloreamos, vemos caricaturas, robamos galletas y le compartimos a Mike, me presta sus juguetes para jugar con ellos

La dama sonrió, al igual que con el pequeño Michael hasta el momento no tenía problema alguno.

— ¿Y sobre tu mami?

—Mamá esta enojada con papá. No la veo mucho y cuando la veo la escucho quejarse a escondidas de papá, él es bueno y no me gusta que lo haga

...

El último fue el menor de los niños Afton, Chris habia necesitado sentarse sobre un libro para poder alcanzar el escritorio y ver a la señorita. De igual forma repitió el ejercicio sobre dibujar a su familia y empezaron las preguntas.

—Chris ¿Me puedes decir como es tu papá?

—Es muy grande, fuerte e inteligente. Repara mis juguetes cuando se descomponen y si me porto bien me regala chocolates, me cuenta historias para dormir y me deja dormir con él cuando tengo pesadillas

El menor abrazo un pequeño cerdo de peluche que llevaba entre sus manos, era su acompañante para no sentir miedo de estar solo.

— ¿Y qué hay de tu hermano mayor, Michael?

—Lo quiero mucho aunque a veces me asusta y me llama bebé si lloro aunque luego me consuela y roba galletas para mi, le gusta jugar videojuegos conmigo y me esta enseñando a amarrarme los cordones yo solito

—¿Y cómo te llevas con tu hermana?

—Eli me quiere mucho, me ayuda con mi tarea cuando no le entiendo y me deja jugar con ella. Me enseño a colorear sin salirme de la linea y a recortar con cuidado, es una buena hermana mayor

Y ahora la pregunta del millon.

— ¿Y cómo es tú mami?

—Ella no esta en casa últimamente, vamos a visitarla los fines de semana y cuando nos vemos nos lleva por helado u a la jugueteria. La extraño mucho y papá también la extraña

...

Para bien o mal los dibujos de los niños tenian algo en común, dibujaban a su madre considerablemente lejos de su padre.
La proxima sesión trato de nada más y nada menos de William explicandoles que habia pasado con su madre y porque su madre ya no vivía con ellos.

Corrieron lagrimas de parte de los tres niños pero entre la psicóloga y William lograron calmarlos. Realmente ninguno podía estimar que tan rapido fuesen capaces de procesar la situación pero el padre de familia se conformaba con que recibieran el apoyo necesario.

Aún cuando a él se lo estaba comiendo vivo la sensación de soledad.