"Eres preciosa"

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A Emily se le hizo bastante extraño que solo tres de sus cuatro hijos estuviera pasando el tiempo en la sala. De primer momento lo ignoro, penso que quizas Elizabeth estaba arreglándose un poco pero termino llendo a buscarla.

Lo primero que se le ocurrio es que quizas Eli se sentia mal o algo por el estilo así que tampoco deseaba molestarla, solo seria una visita rapida en dado caso de que no fuese necesaria otra cosa.

Golpeo la puerta suavemente hasta que escucho un "pase" desde el otro lado por lo que abrio la puerta con cuidado.

—¿Todo bien?— Henry no necesito respuesta verbal, solo ver a su hija le basto para saber que la respuesta era un "no". —Eli ¿Qué ocurre, princesa?

Y ahí fue cuando se dió cuenta que no sería una visita rapida. No es que le molestara, al contrario, pero aún cree (mínimamente) que Eli esta un poco más comoda con William.

—Nada importante pá'— La pelirroja esbozo una suave sonrisa viendo a Henry.

—Si lo que ocurre te puso mal es claro que es importante— Henry cerro la puerta detras de él. —¿Qué ocurrio, pequeña?

—Quizas la pregunta suene extraña pero...— Se tomó unos pocos segundos para buscar la seguridad necesaria para realizar la cuestión. —¿Crees que soy bonita?

—Claro que lo eres— Emily se dió una pequeña idea de hacía donde iba el asunto. —¿Alguien te dijo algo sobre tu apariencia?

En fin, adolescentes. Si no se critican entre ellos al menos cinco minutos diarios su rutina no esta completa.

—Algo así— Rasco su cuello suavemente. —Un chico menciono que no era tan atractiva como otra chica porque me faltaban bueno... Ciertos atributos

"En fin, varones hormonales".
Fue el primer pensamiento de Henry, ¿Esta molesto? Claro. Se acerco a la menor sentandose a su lado.

—Que rara forma de proyectarse tiene el chico— Porque si, quejarte de otros es solo proyectar tus propias inseguridades. —¿Eso fue lo que te hizo sentir mal?

—Si, al menos en gran parte— Para que mentirle. —Digo ¿Y si tiene razón? ¿Y si no soy atractiva por no ser como otras chicas?

—Cariño, tú ya eres preciosa así como estas. Quien crea que necesitas cambiar algo de tí es porque piensa que lo tomaras en cuenta— A cuantos idiotas así no conoció. —No necesitas tener la figura que otras chicas tienen para interesarle a algún chico, el interés fisico es bastante vacío

—Es fácil decirlo, digo, mantienes una relación con un hombre

—Creeme que los hombres igual son exigentes con otros hombres— Aquí es cuando recuerda el porque rara vez se llego a interesarr en un chico. —Al chico indicado le vas a gustar sin importar tu apariencia fisica, se va a enamorar de tí no de como luces

—¿No se supone que el interes romántico empieza después de un interes físico?— O algo así había leido hace tiempo.

—No, no siempre— Las relaciones a distancia eran el claro ejemplo. —Cuando te enamoras o se enamoran de tí el interés físico es lo último que recuerdas y en lo ultimo que te preocupas

Una pequeña parte de Elizabeth aún tenia una gran duda sobre si lo que decia Henry era cierto o no.

—Princesa, tú eres hermosa. No importa lo que digan, nunca dudes de tu realidad— Pellizco suavemente la mejilla de la pelirroja. —Citando a tú padre, recuerda que William no tiene hijos feos. Eres encantadora, tarde o temprano se que algún chico se dara cuenta de ello y te va a mirar como la octava maravilla de este mundo

Elizabeth se acerco para poder abrazar a Emily, realmente si habían sido de ayuda sus palabras aunque le dió un poco de pena que fuese uno de sus padres quien se las diera.

—Gracias— Pronunció suavemente la menor con una sonrisa sobre sus labios.

Henry correspondio el abrazo de igual forma con una sonrisa dibujada en su rostro. Estaba felíz por haber sido de ayuda para su hija.

—No hay de que, fue un placer— Dejo un pequeño beso sobre los cabellos de la pequeña.

Incluso si Elizabeth no compartia su sangre para él era su hija y obviamente no iba a dejar que pasara un mal rato por un comentario estupido. A él que le digan y hagan lo que quieran pero a sus hijos no los toca ni Dios.

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora