Saquenme de aquí

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Los viajes por carretera no eran algo que le desagrase a William y Michael, pero estar viajando a un lugar al que en otras circunstancias no serian recibidos era extraño.

Salieron bastante temprano, Mike termino durmiendose por un breve lapso. Eso de pararse a las seis de las mañana no era algo que le gustara pero tampoco pensaba permitir que su padre se fuese solo.

Más que nada porque William es capaz de llegar a medio camino y regresar a su hogar.

Para cuando Michael desperto no iban ni a medio camino, considerando que su padre no estaba de humor parra hablar lo que hizo fue ponerse los audífonos y ponerse a jugar con su celular o a hacer dibujitos con los pinceles de Instagram.

Por su lado William estaba tomando ese recorrido para mentalizarse que probablemente los vecinos de su padre, si aún lo recordaban, le darían una catedra de lo triste que estaban mientras que él solo se quedaba ahí escuchando y con cara de: "Seño, vine porque me obligaron".

...
Cuando por fin llegaron a la entrada del pueblo Michael dejo su celular y audífonos de lado mientras se ponia a ver por la ventana.

—Es un lugar bastante bonito— Lo que se ve no se juzga, parecía un lugar agradable.

El problema es que estaba pasando la quinta chingada. Donde Cristo perdio una chancla y un poquito más lejos. Pero era agradable ver casas después de estar tres horas viendo terreno baldío y tener una mala cobertura telefónica.

—Si, siempre lo ha sido— Han pasado años y aún recuerda perfectamente el camino.

"Salí de aquí ¿Por qué me obligan a volver?"
Era lo único que se repetía William mientras pensaba la forma de hacerse idiota para no llegar a su destino pero inevitablemente terminaron llegando.

—¿Aquí vivías?— No hay peores preguntas que las que Michael queria hacer pero estaba filtrandolas para no incomodar a su padre.

—Mjum— Estaciono el auto frente a la casa de sus padres para seguido apagar el motor, observo por unos segundos la casa desde el auto. —Bien, acabemos rapido esto

Padre e hijo se bajaron del auto, a William le avisaron que tendria que pedirle las llaves a la vecina de al lado y muy a desgane fue a hacerlo. Llamo a la puerta varias veces pero no recibió ninguna respuesta.

—Ya la abri— Michael se acerco a la pequeña cerca que separaba ambas casas.

—Bien, eso funciona— Will volvió a la casa de sus padres pensando que era mentira que Michael había abierto la puerta.

Pero no, si consiguió abrirla.

—¿Cómo lo hiciste?— Giro levemente la cabeza pensando que quizas había sacado un desarmador o algo de la cajuela del auto.

—Con la tarjeta de puntos de la farmacia— Y posteriormente mostro la tarjeta, aprendió a abrir las puertas así después de quedarse encerrado una segunda vez en su armario.

—Niño problema— Fue lo primero que solto William antes de entrar a la casa con Michael siguiendole.

Apenas entro dejo salir un pesado suspiro al mismo tiempo que un escalofrío recorria su espalda. Claramente no era su lugar favorito en el mundo.

Salio de su mundo cuando sintió un leve piquete en sus costillas, se quejo suavemente y posteriormente llevo su vista a su hijo quien tenía que levantar la cabeza un poco más de lo normal para verlo sin que la visera de la gorra estorbara.

—¿Me decias algo?— William olvido que su cerebro ponía en mute a las personas cuando estaba pensando en algo ¿Importante?

—¿Cómo vamos a ordenar las cosas?— Mike repitió por cuarta vez la pregunta. —¿Nos iremos por el orden clasico? Ya sabes... Conservar, tirar y donar

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora