Nuevo ambiente

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Michael le habia hecho caso a su padre, al menos en parte, ya no caía en golpear a los que se pasaban de idiotas. Sin embargo nadie le dijo nada sobre no regresarles los insultos.

Podria tener buenos modales la mayor parte del tiempo pero solo empezaban a presionarlo un "¿Ya vas a empezar a joder imbécil?" si podían conseguir delatando claramente que se estaba poniendo de mal humor.

Prefería leer los libros que pedia prestados en la biblioteca para pasar el rato si es que alguien no se acercaba a sacarle platica sobre cualquier tonteria o lo invitaban a jugar basquetbol en el receso (más porque faltaba alguien o sentian pena porque el chico no era del todo social).

...
Llevaba unos dos minutos escuchando a un chico hablarle y le respondía pero habia solo un pequeñito detalle.

-Oye ¿Cómo te llamas?- Cuestiono con vergüenza encogiendose ligeramente de hombros. Se aprendia los nombres de su compañero más obligadamente que por ganas de ubicarlos y seguía sin aprenderselos todos.

Si, pesima habilidad de retención para algo que escucha siempre en el pase de lista.

-Jeremy- Respondio el chico castaño con una sonrisa de oreja a oreja.

-Entendido- Para mañana se le olvida el nombre del chico. -No tienes que hablar conmigo durante tanto tiempo ¿Sabes? Si necesitas algo puedes pedirmelo

-¿Quieres ser mi amigo?- Michael cerro el libro y dirigió su mirada a Jeremy. Seis años conociendose y recien se animaba a hablarle.

-¿Es un reto?- Observo a todos lados buscando a alguien que estuviese poniendoles especial atención pero no encontro a nadie. Jeremy era el único que notaba su existencia en ese momento. -¿Una apuesta?

-No. Pareces interesante ¿Aceptarias ser mi amigo?

-Si, supongo que no pierdo nada- Sonrió suavemente, Jeremy se puso de pie y tomandolo de la muñeca lo jalo para levantarlo a la fuerza. -¿A dónde vamos?

-A que conozcas a tus nuevos amigos

Jeremy no lo dejo decir nada más, lo hizo caminar a la mala. A pesar de sus quejas y las repetidas ocasiones en las que el chico le dijo que podia caminar solo Jeremy lo ignoro olímpicamente.

"Ah genial, soy una piedra"
Bueno, ni eso en realidad. Jeremy le ponia más atención a las piedras que al propio Michael.

-Debi de decirte que no- Soltó resignado al hecho de que no estaba siendo escuchado y ya se arrepentia de haber dejado sin terminar el libro.

-Lastima, ya aceptaste- Ah claro, escucha lo que le conviene.

Mike rodo los ojos.
Agradeció que Jeremy encontrara rapido a sus amigos y lo soltara, ya tenia marcados los dedos del chico al rededor de su mueñeca. Bueno, al menos se garantizo que no escapara.

-Jeremy ya sueltalo- El chico castaño hablo pasando de ver a la chica a ver a Jeremy quien de inmediato solto a Afton. Okey, eso le dió ternura a Michael, parecía un cachorro.

-Lo siento- Jeremy se disculpo con Michael de inmediato. -No queria hacerte enojar

-No estoy enojado, así veo yo- Porque al igual que su padre su expresión neutral no demostraba otra cosa que no fuese un odió hacía lo que le rodeaba. -Hola

-Hola, soy Sam- Se presentó el chico con una sonrisa. -Y ella es Ana María- La chica solo le dedico una pequeña sonrisa.

-Mucho gusto, soy Michael- Respondió en tono amable, bueno, lo más amable que pudo.

-Lo se. Jeremy no cerraba la boca mencionandote

- ¿Y quién chingados te pregunto u por qué me expones tan feo?- Michael se tuvo que morder la lengua para no reirse de las caras de Jeremy.

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora