"No te perdono"

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Michael empezaba a cuestionarse que tan buena o mala suerte puede tener alguien para que le pasen las estupideces que a él le pasan: Es el favorito de Dios o su burla, aún no termina por decidirse.

Primero: Empezo su día estando a dos de que un balón le golpeara la cara, después en medio de clases logro aprobar el exámen sorpresa de uno de sus maestros, logro conseguir una hamburguesa en la cafeteria.

Eran más cosas buenas que malas, todo apuntaba a ser un grandioso día dentro de lo normal en su vida.

—¿Podemos hablar?— Interrogo Samuel a espaldas de Michael.

Oh quizas no seria un día tan bueno.

La cara de Aiden le pedia que por favor se negara a hablar con Sam, no habia nadie mejor que el rubio para saber que, bien o mal, si Michael lo hacía iba a terminar enojado.

—Claro— Respondió el castaño encogiendose de hombros, se giro para ver al moreno.

El más alto le hizo una pequeña seña para que el ojiazul lo siguiera, cosa que Afton hizo un poco a regañadientes mientras le decia a Aiden que regresaria en unos minutos. Ya estaba mentalizandose sobre el tipo de conversación que tendria con Samuel.

“Lo siento”
Fue lo primero que escapo de los labios de Martinez, Michael solo se limito a alzar un poco las cejas sin agregar nada.

“¿Sientes qué? ¿Los traumas? Esos los siento yo”
Lo reconoce, se esta tomando el tema con un poco de humor.

Afton se recargo en la pared, con su mano le hizo una seña al contrario de que podia seguir hablando. No tenia nada mejor que hacer, cierto, pero tampoco esperaba tener una conversación con Samuel al menos en tres años más.

Más por educación que por ganas estaba poniendo atención, bueno, a partes. Su cerebro se centraba en otras cosas por breves lapsos como si buscara acolchar el hecho de que estaba escuchando las ¿Disculpas? De su ex pareja.

“Perdon por hacerte sentir así, no debí, cree inseguridades y aunque no se vea también las cree en mi, discúlpame por todo lo pasado y lo estúpido que fui, deseo compensar todo mi mal y demostrar que ya madure”

Lo único que esperaba es que Samuel terminara su discurso antes de que su cerebro empezara a procesar lo que decia como si se tratase de uno de los adultos que salian en Charlie Brown.

—Se que las cosas no terminaron de la mejor forma y que de haber cambiado algunas cosas ni siquiera hubiesen termido— Agrego Samuel encogiendose ligeramente dejando salir un pequeño suspiro. —Pero realmente deseo disculparme contigo por todo el daño que te hice en su momento

—Oh bueno, no te perdono— Respondio con simpleza el castaño.

—¿Qué?— Cuestionó Samuel en un ligero tono de molestia.

—Dije que no te perdono— Respitio Afgon con el mismo tono desinteresado que habia usado anterioridad.

—Michael, por favor, quiero arreglar las cosas contigo

—Tú estas en tu derecho de disculparte y yo de rechazar tu disculpa— Despues de todo no sentia culpa.

De su padre aprendio que no le debes el perdón a nadie si no deseas darselo porque hay cosas que sencillamente no merecen que les otorgues un “te perdono”.

—¿Por qué por una vez no puedes poner de tu parte en algo?— Recrimino el moreno mordiendo su lengua.

—Me gusta verte enojado— Volvio a responder en un tono animado el joven de ojos azules. —Yo no quiero arreglar nada, estoy bien tal como estamos

—Mikey, por favor

—Ya soy algo mayor para que sigas llamandome “Mikey”— Solo su padre lo hacía y solo con él estaba comodo.

—No te cuesta nada perdonarme, cariño

—Iugh, mi novio es el único con permiso de llamarme así— ¿Y la verdad? Se escuchaba mucho mejor cuando Brian se lo decia. —Ya me voy

Se despidio con la mano y regreso con Aiden dejando a Samuel con parte de su discurso en la boca. Se sento al lado de su amigo dejando escapar un suspiro.

—¿Y bien? ¿Cómo te fue?— Cuestiono el ojiverde. —¿Que queria Samuel?

—“Arreglar” las cosas— Hizo las comillas con sus dedos para acompañar la oración. —Le dije que no lo perdonaba

—Bueno, no te culpo. En tu lugar de igual forma le diria que no— Lo reconoce, estaba felíz de que Samuel ya no formara parte de la vida de Michael.

—No es tanto lo que hizo— Respondio el castaño. —Sino el hecho de que no le puedes mentir a un mentiroso

Porque Samuel había sido todo menos honesto.

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora