Restaurante

393 54 10
                                    

Desde que Emily y Afton vivian juntos el pelinaranjo había empezado a tener más tiempo libre del que estaba acostumbrado, inicialmente se aburria al no saber que hacer para pasar las horas en las que estaría sin su esposo e hijos, despues termino aprovechando esos ratos libres en mejorar sus habilidades en la cocina para poder sorprender a su familia.

Ciertamente no lo había hecho con una intención ajena a eso pero pudiera ser que le abriera la puerta a una serie de dudas que no estaba dispuesto a responder.

—Henry ¿Nunca pensaste en abrir un restaurante?— Interrogo el mini William captando la atención de Emily. —Digo, cocinas increible. Es bastante probable que te vaya bien

—Lo penso pero se termino retractando— Respondió Charlie dejando su plato a un lado. —Opino lo mismo, te iría bastante bien

—Pá’ animate ¿Qué puede salir mal?— Chris era consciente de que esa frase era todo menos algo alentador pero que impulsaba a hacer estupideces.

—Es demasiado trabajo— Se excuso el ojiverde. —Ademas en dado caso de fracasar seria una inversión en vano y ciertamente no tengo el dinero para arriesgarme

—Puedes pedirle ayuda a mi papá— Eli entendía que no quisiera arriesgarse pero el estar metiendo presión como sus hermanos era divertido. —Sabes que si le comentas tus planes no dudara en ayudarte

—Y si inicialmente no quieres arriesgarte en contratar personal y después no poder pagarles nosotros podemos trabajar para tí— Michael es consciente de que con dos trabajos no va a tener tiempo de respirar pero x, es chavo. —Charlie y Chris en la cocina mientras que Eli y yo somos meseros

Henry entre abrio los labios pero volvio a cerrar la boca, sabe que para cada posible problema que se le presente sus hijos encontraran una solución. Cuatro contra uno no es algo justo.

—Lo pensare— Se limito a responder solo para dar por terminado el tema.

Con suerte lo olvidarian a la semana.

...
En la tarde noche recibió una llamada por Skype de su esposo, recién había pasado poco más de una semana desde que William se fue y ya lo extrañaba.

Al responder no lo saludaron con un “Buenas noches cariño” ni nada por el estilo.

—¿Planeas abrir un restaurante?— Interrogo el castaño inclinando ligeramente la cabeza.

—Como vuelan los chismes— Respondio por inercia, no les había confirmado nada y ya fueron a hablar de más. —Son ideas de los niños, no hagas caso

—Muy tarde— Si, esta en otro país pero sigue de chingaquedito. —Los apoyo, deberias abrir un restaurante

—¿Tú también?— ¿Por qué penso que William seria la voz de la razón? —Abrir un negocio desde cero es complicado, ademas no se nada sobre administración ni inversiones. Voy a fracasar si me lanzo a la guerra sin armas

—¿Y yo estoy pintando?

“Cierto, que el idiota es empresario”
Por quince segundos Emily olvido que estaba casado con el dueño de una empresa de re nombre.

—Yo tampoco sabia nada cuando empece y mirame. Estoy es Londres haciendo tratos con otra empresa— Y soportando gente por amabilidad. —Henry no te estas lanzando a la guerra sin armas, tienes todos para ganar pero ni siquiera te animas a lanzarte a intentarlo

—Pero— ¿Qué podia decirle a William a estas alturas para que dejara de alentarlo? —Es solo un tonto sueño— Respondio a lo bajo jugando con el cable de sus audífonos. —No es para que le presten atención

—Un sueño tonto no deja de ser una idea que puedes desarrollar— De “sueños tontos” habia levantando su empresa. —Solo piensalo ¿Si? Te apoyaremos en lo que decidas

—Gracias— Tiene el mejor apoyo u los peores consejeros, pero sea cual sea la definición correcta no los cambia por nada. —Por cierto ¿Qué haces despierto tan temprano?

Según sus cuentas no eran más de las 6:15 de la mañana en dónde William se encontraba.

—Oh si, eso. Bueno veras...— Hizo una larga pausa. Se encogió de hombros con una pequeña sonrisa.

—No haz dormido ¿Cierto?

—No— La diferencia de horario lo estaba jodiendo. —Es que me entretuve en otras cosas

—¿Ahora cuantos somos en este matrimonio?— ¿Planea molestarlo? Efectivamente.

—Tú, mis traumas, tu hero complex y yo— Que bonita relación. —Nah, estaba jugando y bueno: Ya voy por mi cuarta medalla de gimnasio, es más— Estiro la mano para tomar su celular. Acto seguido Emily escucho algo azotar contra el piso. —Mierda

—¿Afton ahora que tiraste?— ¿Por qué siente que fue algo caro.

—Eh...— ¿Le dice o no? —Mi iPad— No vio que tenia mal acomodadas sus cosas. —Como decia— Se entretuvo unos segundos en el celular antes de mostrar la pantalla delante de la camara. —Te presumo a mi Charmeleon— Segundos después aparto el celular.

—Me sigo decepcionando de que no seas entrenador de tipo fantasma— Ya que, bueno, pokemons morados. —¿Cómo que tiraste una tablet más cara que mi celular?

—Fue un accidente— Cualquier cosa esta la opción de comprar otra. —Aunque he de admitir que desde hace días tenia ganas de romperla solo que en la cabeza de un señor

—¿Ya te metiste en problemas?— No sabe porque se sorprende.

—No. Casi, pero no— Ganas no faltan. —El don es super sobrado y es como: Ajá ¿Y luego? ¿Para que me necesita entonces?

—Gracias por darme la idea del nuevo capítulo de mi comic— Si, le saca provecho a las idioteces de William.

—Las aventuras de ¿Cómo se llamaban?— Debe admitir que le sigue haciendo gracia que lo representan como un Chihuahua.

—Chilliam y Mikehuahua— Dos perros Chihuahua con mal carácter. —Chilliam va a sacar pecho con un Bulldog inglés

—Me encanta como pasamos de tema en tema en cinco minutos— Extraña tener su conversación mañanera de cualquier estupidez con su esposo. —Oye

—¿Dime?— Interrogo Emily acomodandose en la silla.

—Te extraño— Agrego Afton con una sutil sonrisa sobre sus labios.

—Tambien te extraño— No era lo mismo con William en otro continente.

—¿Me prometes que cuando me veas no me vas a soltar?— El sueño lo vuelve cursi.

—Te lo prometo

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Where stories live. Discover now