Ella

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Henry estaba en uno de esos días en los que no estaba del mejor humor del mundo, mejor dicho, era ese día en especial en el que su vida dió un cambio drástico.

Su familia no lo pasaba por alto de ninguna manera, ese día lo dejaban en paz ha sabiendas de que no tenia animo de hablar en lo más mínimo y William se quedaba en casa por si el necesitaba salir a despejarse así no dejaban solos a los niños.

"Hoy soy tu amigo, no te preocupes por mi"
Algo que William y Henry se decian entre bromas la mayor parte del tiempo se volvía una regla no escrita rsr día.

Afton terminaba guardando el anillo de compromiso de Henry, mismo que le quitaba a escondidas, para evitar que se sintiera peor por "ignorarlo". Aún cuando William no lo veía así.

—No se si te sirva de algo— Afton no era fan de empezar una conversación con su esposo ese día, sentia que lo obligaba a hablar. —Pero se que ella esta orgullosa de Charlie y de tí

—¿Por qué estas tan seguro?— Hablo Emily con un pequeño nudo en la garganta y una leve sonrisa.

—Porque eres un hombre maravilloso y ella un amor de niña— Tampoco es como si fuese difícil encontrar razones. —Y se que cuida de ustedes desde el otro lado

William termino la conversación ahí, simplemente dejo a Henry solo para que hiciera lo que necesitara hacer.

Charlie por su lado era demasiado pequeña en el momento en que su madre murio por lo que no tiene un recuerdo claro de ella así que ese día era como otro cualquiera. Con la diferencia de que su padre se encontraba de un humor no muy bueno.

Henry pasaba el día viendo viejas fotos y en la tarde cumplía su rutina de ir a llevarle flores a su esposa para conversar con ella un rato, contarle las novedades en su vida, hablarle de Charlie y decirle que cosas desearia compartir con ella respecto a la vida de su pequeña.

...
Al día siguiente, si bien aún no estaba del mejor humor del mundo se encontraba mucho mejor que el día anterior.

Y eso fue hasta que se dió cuenta que no encontraba el anillo que compartia con William donde siempre lo debajaba, lo busco debajo de la cama, en el baño, entre las sabanas.

No podía empezar tan mal el día.

—¿Y tú? ¿Se te perdió algo?— William se levanto temprano con ayuda de su pequeño gato.

—No, bueno sí— Le daba vergüenza admitirlo y tampoco queria hacer sentir mal a William. —No encuentro mi anillo

—¿No estaba en tu caja de fotos?

—Ese no— Si, aún conservaba el anillo que compartió con su esposa. —El que me diste tú, no lo encuentro

—Oh— No agrego más, se acerco a la mesita que estaba en su lado de la cama y de el primer cajón saco la pequeña caja con el anillo. —Toma

Por lo general siempre lo regresaba a su lugar perro esta vez lo olvido.

—¿Por qué lo escondiste?— El bajón de presión no era necesario. Tomo la caja para poder sacar el anillo y ponerselo.

—Ayer solo  era tu amigo— Afton se encogió de hombros con una sonrisa. —Era tu día con ella, el anillo no era necesario

—Lo lamento

—¿Qué lamentas? Es normal que la extrañes— Se acerco a su esposo dedicandole una suave sonrisa. —Se que sigue siendo importante para tí y lo respeto, tranquilo ¿Sí?

Afton sabe que muy en el fondo Henry aún la ama y lo acepta, no es nadie psra reclamarle por hacerlo.

—A veces me da ¿Miedo? Pensar que si ese día las cosas hubiesen ocurrido de forma distinta esto no se hubiese hecho realidad

—Mi prioridad seguiria siendo que seas felíz así sea o no conmigo, aún estaria a tu lado como hasta ahora— Era su mejor amigo despues de todo. —No hubiese cambiado mucho

—Aunque duela creo que prefiero este resultado— Uno en el que al final termino casándose con el chico del que se enamoró a los 13.

A veces una mala noticia puede estar acompañada de la oportunidad de encontrar algo que mejore ese día, esa semana o tu vida entera.

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora