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Al contrario de su boda en esta ocasión no querian hacer nada tan grande, suficiente tuvieron con eso además de que ya no se sentia en la edad de estar gastando energias en fiestas.

Lo único bueno es que para esta ceremonia no había reglas escritas, podian hacer lo que quisieran y como quisieran hacerlo. Lo importante era el momento.

Tendrian una cita ¿Dónde seria? Aún no lo sabian, lo decidirían en el auto mientras paseaban por la ciudad en el auto y conversaban en el camino.

Las ratas se quedarian en casa perdiendo el tiempo jugando Super Smash y comiendo cualquier cosa que hubiese en la alacena con tal de no cocinar.

Afton llego a arreglarse, aunque después de verse al espejo se dió cuenta que lucía más arreglado despues de llegar del trabajo que después de bañarse y cambiarse, peino su cabello lo mejor que pudo usando un par de pasadores negros para mantener uno de los mechones de su cabello en su lugar.

Hizo una pequeña mueca. No lo terminaba de convencer el como se veía y eso, para alguien que se ve al espejo y se considera la ultima coca en el desierto, era bastante extraño.

Se morderia las uñas para calmar su estres pero terminaria comiendose el esmalte y pasaba de ello.

“Ningún chile te embona”
Se regaño a si mismo mordiendo ligeramente su lengua. Si vuelve a cambiarse se le hara tarde y esa no es la idea pero su apariencia no le termina de convencer.

—¿A donde tan guapo?— Cuestiono Emily con una pequeña sonrisa desde la puerta de su habitación.

Afton giro la cabeza para ver a su pareja.

Ellos eran la representación gráfica de: “En toda pareja existe alguien que se viste como padre de familia con estabilidad emocional que nunca se mete en problemas y el otro parece su hijo adolescente emocionalmente inestable”.

Y él era el hijo adolescente.

—¿Lo crees?— Regreso su vista al espejo acomodando el cuello de su chaqueta para que no se viese mal. —Siento que a comparación tuya me veo feo

—¿Tú? ¿Feo?— Emily enarco una ceja. Se acerco a su pareja dejando un pequeño beso sobre la mejilla del castaño. —Eso nunca, luces precioso. Eres mi William, no el ingeniero millonario con el que convivo

“Eres tú”
Fue lo que Emily trato de expresar y justamente lo que Afton entendio.

—Entonces estoy listo— Al menos eso creía. —¿Y tú?

—Estoy listo— Se inclino un poco para dejar un pequeño beso sobre la nariz de su pareja.

...
Vivir en una ciudad grande era algo bueno, en ocasiones, a menos que desearas buscar algún lugar tranquilo para poder almorzar y conversar un rato.

En cualquier otro momento Afton hubiese sugerido ir a un bar pero, aparte de que no era algo relativamente especial, ya habia empezado a preocuparse por su higado.

Si, recién lo está haciendo.

Pasearon por las calles un rato buscando algo que a ambos se les antojara, cosa que se les estaba complicando un poco debido a los gustos de cada uno que llegaban a chocar un poco entre sí.

Al pasar por una de las tantas calles de la ciudad, casi por accidente, terminaron dando con un restaurante que a juzgar por la fachada parecia un loca de finales de los 80’s o a lo mucho 90’s.

Se voltearon a ver por unos segundos, al fin se habian decidido por algo.

Estacionaron el auto cerca del local y después de asegurarse de que no dejaban las carteras en el vehículo bajaron del mismo.

𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora