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El resto de las semanas se fueron pacíficamente sin noticias concretas acerca de Seung, por lo que ahora me sentía menos preocupada. Inha continuó su vida marcándolo como pasado y se dedicó a trabajar y a estudiar, dejando los fines de semana para salir conmigo o simplemente quedarnos en casa de la otra. 

Por mi parte me iba igual de bien que ella, había vuelto a la universidad después de mi periodo de reposo por el accidente, tenía mi carro de vuelta sano y salvo, y tenía a Jungkook. 

Pero a pesar de estar totalmente conforme con mi vida ahora, a veces me ponía a pensar en la fiesta de Seung y su final tan inesperado, más cuando aún no habían identificado al asesino y parecía que habían dejado el caso atrás.

Inha me decía que todo se sentía muy extraño con respecto a eso, pues a ella le parecía insólito que lo dejaran en el pasado como si la vida de Haena no valiera nada. Y además, mis sospechas fueron ciertas al final, ya habían confirmado que era una menor de edad de tan solo 17 años.

Escuché un tierno quejido por parte de Jungkook que me pedía atención, tenía su mirada alzada hacia un lado en busca de la mía, recostado diagonalmente sobre mi cuerpo mientras veíamos una película juntos.

—Dejaste de acariciar mi cabello —reprochó como un menor —¿Acaso te estoy dejando sin aire?

—No casi —bromeé con una risita. Volví a meter mis dedos entre su cabello y continué peinándolos con suavidad mientras que mi otra mano rodeaba su cuello para acariciar su pecho —¿En serio estás prestándole atención? —pregunté sin esperanzas luego de dejar un beso en su cuello.

—No —se echó a reír —Tengo sueño.

—¡No te duermas! Hagamos otra cosa, ¿no tienes hambre?

—Mucha.

Jungkook giró su cuerpo hasta quedar frente al mío y tiró de mis piernas para que quedara totalmente acostada con él entre ellas, acercó sus labios a mi piel para besar mi mejilla y seguir por mi boca alargando el contacto.

—Que bueno que me mal interpretaste —reprimí una risa cuando bajó a mi cuello.

—Esa no es la comida por la que tengo hambre de todos modos.

Lo miré quitarse la camisa y arrojarla fuera de su cama para continuar con mis leggins junto al resto de mi ropa, llevó su mano hacia mi entrepierna para acariciarla mientras que con la otra tenía atrapada mis muñecas justo sobre mi cabeza.

Empecé a gemir más fuerte cuando su boca ocupó uno de mis pechos sin detener su acción más abajo y luego se alejó un poco para desabrochar su pantalón, tan pronto su cremallera estuvo lo suficientemente abajo como para sacar su miembro volvió a colocarse encima de mí con éste totalmente adentro.

El calor corporal que sentía con sus constantes movimientos era más allá de lo satisfactorio, y aún mejor cuando sus jadeos se mezclaban con los míos. Pasó a succionar un lado de mi cuello y después enderezó su torso para tomar mis muslos con sus manos y así continuar en esa posición.

—Es la tercera vez que te vas así después de que lo hacemos —dijo no muy contento cuando me veía en el baño desde la cama.

—La tercera de las últimas... ¿Cómo diez veces? —peinaba mi cabello frente al espejo solo con mi brazier puesto, pronto sentí los pasos de Jungkook acercarse y comenzó a besar mi cuello con sus manos en mis muslos —Jungkook... —mordí mi labio tratando de mantenerme firme.

—No te vas a ir a ningún lado —comentó divertido luego de desabrocharme el brazier y voltearme para tenerlo de frente —Hoy te quedas conmigo, y tus amigos se joden porque saldrán solos —alzó mi mentón con sus dedos para besarme brevemente.

It's Always YouWhere stories live. Discover now