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Preocupación, miedo y ansiedad.

Tres cosas que venían atormentándome todo el recorrido hacia el hospital, que por alguna extraña razón sentí que sucedía en cámara lenta. Mis manos no paraban de temblar con nerviosismo y no podía dejar el vicio de morderme ligeramente el labio inferior.

Luego de aquella llamada, salí corriendo camino al hospital lo más rápido que pude, y le pedí a Inha que le dijera a nuestros superiores por mí que estaría ausente el resto de mis horas debido a un problema de gravedad.

Inmediatamente al llegar a recepción, pedí información sobre mi hermano y cuando la obtuve fui velozmente hacia la sala de emergencias como si tuviera un estimado de tiempo que dependiera de mi vida. Cuando deslicé la cortina encontré a Hoseok durmiendo pacíficamente con Taehyung a su lado en posición fetal mientras pasaba un brazo sobre el abdomen del menor, ambos lucían totalmente adorables y podría darme el lujo de unirme a ellos sino fuera por la situación que estábamos enfrentando ahora mismo.

Solté un leve suspiro que apenas pude escuchar y me acerqué a la cama para posicionar mi mano sobre el rostro de Hoseok con delicadeza, la palidez coloreaba todo su cuerpo incluyendo sus pequeños labios, algo que solo hacía preocuparme el doble. Quería que abriera sus ojos para así tener la oportunidad de hablar con él, saber si algo le dolía o no sentía molestia alguna, quería que todo esto fuera, simplemente, una ilusión.

Me dediqué a observarlos a ambos por alrededor de una hora y ninguno de los dos daba señales de despertar pronto, parecía que el hecho de estar acostados era lo más genial del mundo, y yo tampoco podía negarlo, muchas veces los prefería durmiendo ya que son tan energéticos que cuando me piden una ida al parque yo soy la única que llega cansada, pero por primera vez en mi vida anhelaba con todas mis fuerzas que se levantaran y salieran a caminar por toda la ciudad, especialmente Hoseok, quien sin lugar a dudas es el más inquieto de los dos.

Repentinamente comencé a preguntarme dónde podría estar mamá en estos momentos, Taehyung no alcanzó a darme muchos detalles al llamarme porque solo bastó decirme que a Hoseok lo habían traído al hospital para colgar y venir hasta acá, ni siquiera sabía quién los había traído. No sabía si mamá había sido testigo de lo que ocurrió, como tampoco sabía a quien le pertenecía el número desconocido con que Taehyung me contactó. Estaba en una burbuja de pensamientos que daban vueltas alrededor del incidente, tenía tantas preguntas circulando por mi mente que a cierto punto llegaban a aturdirme.

Mi celular comenzó a sonar anunciando una llamada de Namjoon, otra persona perteneciente a mi pequeño círculo de amigos junto a Yoongi, con Namjoon había llegado hasta el punto de involucrar sentimientos y tener una relación amorosa que duró dos años, pero todo eso se fue desvaneciendo poco a poco hasta el punto de decidir terminar y mantener nuestra amistad en buen estado como lo hemos estado haciendo hasta ahora.

—Nam —saludé esbozando una sonrisa mientras caminaba hacia la puerta.

¿Cómo estás? Creí que no me atenderías por el trabajo, ¿no estás allí?

—Estaba, pero tuve que venirme al hospital de urgencia —decía a la vez que caminaba vagamente por los pasillos sin irme muy lejos.

¿Qué sucedió? ¿Estás bien? —su tono se tornó a uno preocupado.

—Se trata de Hoseok, algo me dice que la anemia está empeorando —bajé mi mirada esperando no llorar.

¿Pero como está ahora? ¿Qué han dicho los doctores?

—Aún no han dicho nada, estoy esperando que me informen. Solo espero que todo esté bien.

Lo estará, Hoseok es un niño muy fuerte, estoy seguro que saldrá pronto de todo eso.

—Eso espero. Por cierto, ¿pasa algo?

¿Por qué lo dices?

—Cada vez que me llamas es para reunirnos o salir —recordé.

Hmm, tienes razón, hoy no era la excepción, Yoongi y yo queríamos llevarte a salir luego del trabajo, pero parece que tendremos que cancelarlo.

Me temo que sí —hice una mueca.

Si hay algo que pueda hacer solo dímelo, ¿si?

—Vale, gracias, Nam. Debo irme —dije en cuanto volteé hacia un lado y noté como un doctor se acercaba a mí haciendo que finalizara la llamada.

—¿Familiar de Jung Hoseok? La vi saliendo de su sala hace un momento —asentí —Creemos que el paciente se desmayó debido a la mal ventilación producto del calor, para las personas que sufren de anemia como él no es muy recomendable que pasen mucho tiempo en este tipo de lugares. También hallamos una lesión en su cabeza, ¿el niño estuvo expuesto a un golpe en la zona recientemente? —fruncí mi ceño y comencé a pensar en eso, pero hasta donde yo sabía nunca había visto que Hoseok se lesionara la cabeza estos días, a menos que haya sucedido a mis espaldas mientras no estaba en casa.

—Realmente no lo sé, estos días nunca había visto que se cayera o algo —hablé algo confundida.

—De todos modos no hay que preocuparse mucho por eso, la radiografía que le realizamos no mostró ningún problema que fuese de gravedad, le recetaré igualmente unos medicamentos por si llega a sentir náuseas y estará mejor a medida que los tome, pero si llega a mostrar muchos dolores traigalo de inmediato. Con respecto a la anemia, deberá seguir una dieta alta en alimentos que contengan hierro para evitar que sienta fatiga o incluso mareos.

—Entonces, cuando despierte...¿Podemos irnos a casa? —el señor asintió y agradecí por todo antes de que se retirara.

Por un lado sentí como un gran peso se desvanecía sobre mis hombros devolviéndome el aliento, pero por otro tenía la duda acerca de esa tal lesión en su cabeza, ¿qué habría hecho para hacérsela y cuándo había pasado? Ahora estaba más preocupada por lo que ambos hacían mientras yo no me encontraba, pero sabía que no contaba con mamá porque es tan tranquila para estas cosas que por lo único que se preocupa es por tomar mi dinero cuando el suyo lo gasta todo en cosas totalmente innecesarias.

Alcé mi celular a la altura de mi pecho cuando una llamada de Yoongi abarcaba toda la pantalla de éste, en la cual me dijo que estaba para lo que necesitara e iría a visitar a Hoseok donde se encontrara, fuera en la casa o aquí en el hospital, también dijo que le hubiese gustado esperar a que despertara para hablar un poco con él pero debía irse ya que estaba ocupado ahora.

Cuando finalizamos la llamada, estuve a punto de guardar el celular nuevamente en mi bolsillo trasero pero mis ojos dieron con el número desconocido de antes en la bandeja de entradas, sin razón alguna comencé a pensar en llamarlo para agradecer por lo que había hecho, pero una repentina y extraña sensación de nervios me invadió al instante formulando preguntas como "¿estás segura?" o "¿de verdad quieres hacerlo?", pero antes de tomarme el tiempo de responder alguna de ellas, ya me encontraba llamando a esa persona.


¿Hola? —una voz varonil se escuchó a través de la línea, pero lo extraño era que aparte de eso podía sentirla aún más cerca, como si estuviese aquí.

Di media vuelta y me encontré con un muchacho aparentemente de mi misma edad, castaño pero con alta estatura y un gorro azul rodeando su cabeza, vestía unos blancos zapatos deportivos acompañados de unos joggers negros junto a una holgada camisa blanca y una chaqueta de jeans. Ambos mantuvimos el contacto visual por largos segundos aun con nuestros celulares pegados a la oreja, hasta que él decidió finalizar la llamada para acortar la distancia que nos separaba.

—¿Nos conocemos?

It's Always YouWhere stories live. Discover now