It's Always You

#72

A lo largo de mi vida me había tocado enfrentarme a distintas situaciones donde tanto el miedo como la incertidumbre hacían participe al mismo tiempo, y con cada experiencia vivida aún no podía decir que me fortalecía mediante eso.

Desde que conozco a Seung, la imagen que mantuve de su persona fue de alguien gentil y un poco reservado, pero siempre estaba en disposición para ayudar a los demás. Ahora ese Seung del pasado ya no estaba aquí, ahora era totalmente lo contrario a como lo recordaba, y para ser sincera, sentía miedo de este Seung.

Mientras yo movía mi cuerpo sin parar para protegerme de sus sucias manos y actos, Seung parecía estar disfrutando desde el momento en que se lanzó encima de mí, golpeándome cada que lo rasguñaba, gritándome que me quedara quieta con una cachetada, o amenazándome con que me iría peor si seguía rechazando su propuesta tan indecente.

Yo ya había perdido la cuenta de sus agresiones, sintiendo tanto dolor como sangre recorriendo partes de mi rostro mientras él solo me sonreía como si fuera un maldito chiste.

-S-Seung -vacilé demasiado cuando empezaba a quitarse la camisa a la par de sus lentes.

-No te pedí que hablaras -dijo de mala gana -No sabes el tiempo que esperé para este momento -prosiguió mostrando satisfacción -Le diré a Jeon Jungkook que aprenda con quién se mete o tendré que hacer otro préstamo con su noviecita.

Seung se acercó hasta quedar sobre mi rostro y empezó a besarme de una manera que me produjo repugnancia, yo tenía mis labios inmóviles y llevé mi mano hasta su cuello para enterrar mis uñas allí, él se quejó enseguida alejándose bruscamente y estuvo a punto de darme otra cachetada sino fuera por el golpe que recibió antes en su cabeza.

Cuando el cuerpo de Seung cayó a mi lado, miré a Inha finalmente despierta con un bate en sus manos, la rubia lo dejó caer para apoyarse de el y así no perder el equilibro de sus piernas. Fui hasta ella para abrazarla con fuerzas y comenzar a llorar en su hombro, pero no extendimos el momento porque necesitábamos salir de ahí lo más pronto posible.

Inha no podía caminar bien por culpa de una costilla rota que su piel dejaba notar coloreado de morado oscuro, así que tuve que pasar uno de sus brazos por mis hombros para ayudarla, pero para nuestra desgracia, escuchamos algunas cosas cayéndose dentro de su habitación y luego a Seung saliendo como si estuviera tomado por su torpe caminar.

-Inha, no te irás a ningún lado, y tú tampoco -nos señaló a ambas con una pistola.

-¿En serio eres capaz de llegar tan lejos? -preguntó Inha respirando pesadamente gracias al dolor -Eres de lo peor -dijo con decepción -Imbécil de mierda.

-Oh, cariño, deberías cuidar lo que dices y haces sino quieres terminar como Haena.

-¿Haena? -dije esta vez yo, repentinamente con un escalofríos haciendo presencia en todo mi cuerpo.

-¡No debiste hacerle eso! -gritó Inha a mi lado -¿Por qué asesinarla, Seung? ¡¿Por qué?!

-¡Deja de gritar, maldición! -exigió -Te estás volviendo igual de insoportable que ella, y no sabes lo mucho que odio a la gente así.

Estaba pasando por un estado de shock gracias a todo lo que estaban diciendo, y tan solo imaginarme el momento donde aquella chica pedía ayuda por su vida me erizaba la piel, estaba segura de que no había hecho nada para merecer morir, pero de lo que sí estaba totalmente segura, era que Seung estaba loco y era un completo enfermo.

-Seoyeon, suéltala -me ordenó haciéndome señas con el arma -¿Qué esperas? -prosiguió impaciente.

Fui soltando a Inha con cuidado y después me ordenó que fuera hacia él, obviamente vacilé al segundo, pero tuve que ir cuando apretó el gatillo, llena de pavor y con ganas de llorar.