#6

114 22 15
                                    

Todos reían entre sí mientras disfrutaban un juego de mesas que parecía muy divertido para ellos, algunos lucían más ebrios que otros, y entre ese grupo estaba mi madre, a quien la hacían tomar varios tragos seguidos de manera muy rápida mientras la alentaban mediante palabras. Ver tal escena solo me producían dos cosas, asco y repugnancia.

—¿Así que esto es lo que haces cuando tienes a un hijo enfermo? —le arrebaté el último trago que iba a beber haciendo que todos pusieran sus ojos en mí —Estás loca —dije sin poder creerlo mirándola con suma decepción.

—¿Y esta cría quién es? —preguntó un hombre igual de pasado de tragos —Deberías unirte a nosotros —prosiguió, inspeccionándome de manera desagradable.

—Aquí lo único que deberían hacer es irse.

—Pero qué grosera —intervino otra señora con sus mejillas coloreadas de rojo mientras cargaba una botella en su mano.

—Váyanse —dije una vez más —Por favor.

—Seoyeon, no seas aguafiestas, siéntate con nosotros —mi mamá incitó tomando mi brazo.

—¡Que no! —alcé mi tono creando un corto silencio que luego se rompió cuando todos comenzaron a abandonar el área con distintas quejas —¿Podrías por una sola vez preocuparte por nosotros? —reclamé al estar solas.

—Ya vas a empezar con lo mismo —espetó, vaciando otro vaso —Tú eres la mayor, también tienes que cuidar de tus hermanos cuando yo no estoy.

—¡El problema es que nunca estás! —alcé nuevamente mi voz y golpeé la mesa inconscientemente —Nunca estás ahí viendo si estamos bien o no, ni siquiera pareces nuestra mamá. ¡Si ibas a ser este tipo de persona mejor no nos hubieses tenido! —solté bastante enojada sintiendo a la vez como mi ritmo cardíaco aumentaba.

—Tienes razón —contestó luego de varios segundos mirando a la nada para evitar mi mirada, hasta que finalmente volteó a verme —Tal vez debí ser más responsable a la hora de acostarme con el idiota de tu padre, no sé en qué estaba pensando cuando los tuve, mi vida hubiese sido mejor sin ustedes —se acercaba a mí a medida que hablaba, lo que me obligaba a retroceder mientras mantenía apretada mi mandíbula, apenas asimilando todo lo que me estaba diciendo —Así que dime, dime que soy la peor persona que conoces, llámame desgraciada porque no estoy pendiente de ustedes, porque tú —chocó su índice contra mi pecho de manera violenta —También eres la peor persona que conozco.

No sabría describir cómo me sentí al momento de escucharle decir esto, era como si estuviese hecha de cristal y luego un duro objeto impactó contra mí con la finalidad de destruirme. Estaba comenzando a sentirme pequeña frente a ella, y de la manera más horrible posible, no quería seguir escuchándola, porque era el tipo de cosas que me decía cuando era más pequeña, y nada terminó bien en ese tiempo.

—Me llamas inútil, pero mírate a ti —tomó mi muñeca y con su otra mano subió la manga de mi camisa, exponiendo completamente todas mis cortadas que yacían cicatrizadas —Te cortas desde hace muchos años, eres tan débil —se burló a través de una risa corta que sentí como una puñalada —¿Y ahora vas a llorar? —hizo una mueca cuando se percató de mis aguados ojos a punto de cometer tal acción —¡Por favor, Seoyeon, madura! —gritó soltando mi mano sin piedad.

Estaba con la mente en blanco y el corazón encogido, las lágrimas no las pude contener por más tiempo así que las dejé ir al momento de que me soltara. Lloraba cabizbaja con mis labios unidos para evitar emitir sollozos, pero en cuanto uno se escapó, llevé mi mano hacia mi boca para cubrirla.

—¡Deja de llorar! —quitó mi mano de mi boca y me tomó por ambos de mis hombros —¡Deja de actuar como una niña estúpida! —apretó su agarre al punto de llegar a doler y luego me soltó mediante un empujón, haciendo que mi espalda chocara contra la pared —¿Vas a seguir llorando? —ladeó un poco su cabeza, aún manteniendo asomado aquel tono burlesco que tanto aborrecía —¡Te dije que pararas! —levantó su mano y cerré mis ojos por impulso, odiaba el hecho de costumbre a recibir este tipo de cosas, cuando en realidad solo quería detenerla colocando mi mano entre las dos.

It's Always YouWhere stories live. Discover now