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En cuestión de minutos había llegado al lugar acordado y empecé a buscarlo con la mirada entre la cantidad de personas que habían, lo encontré sentado en una de las tantas mesas del fondo con su mirada puesta sobre su celular hasta que sus ojos dieron con los míos y lo hizo a un lado para saludarme con una bonita sonrisa mostrando su dentadura superior.

Hoy se veía tan bien al igual que ayer, su atuendo totalmente negro de unos pantalones con una camisa cubierta por una chaqueta de cuero lucían muy bien en él, y ni hablar de su cabello que pareció no tomarse la molestia de peinar, comenzaba a preguntarme si era posible verse tan bien con el cabello así de revuelto.

—Hey —sonreí para él —¿Cómo estás? —saludé llegando hasta la mesa y colgando mi cartera de la silla.

—Mucho mejor que ayer. ¿Tú? —destapó una de las dos gaseosas que estaban sobre la mesa.

—Es bueno oírte decir eso. Yo estoy bien también, tenía tiempo sin salir y distraerme un rato —comenté entre ansiosa y aliviada. Podría decir que ya hasta había olvidado la fecha de la última vez que salí de esta manera.

—Entonces haré que te diviertas bastante hoy —guiñó un ojo de manera divertida.

—Debería ser yo la que diga eso, yo te invité a salir —me señalé riendo.

—Bueno, te dejaré poner un poco de tu parte si me dejas poner de la mía también —propuso.

—De acuerdo, me gusta eso —asentí y ambos sonreímos para empezar a beber juntos.

A medida que pasaba el rato con Jungkook caía más en cuenta de que había sido una buena idea haberlo invitado a salir, aparte de ser del todo de mi agrado también era divertido y podías sentir la libertad de hablar con él de cualquier cosa sin tener problemas ya que te escuchaba y era honesto a la hora de decir su opinión acerca del tema.

Tuve la oportunidad de conocerlo más ya que ambos estuvimos hablando un poco sobre nosotros y nuestras vidas mientras disfrutábamos del delicioso mandu que habíamos ordenado. Ahora sabía que por lo general era una persona tímida y reservada que solo se abría con la gente quien le daba un buen aura de confianza, y entre esas ya me había incluido desde ayer, algo que consideraba extraño porque era la primera vez que se sentía así y más tratándose de una chica, antes era todo lo contrario porque hubo un tiempo donde llegó a sentir miedo de siquiera hablarles.

—Sigo sin poder creer que le temas a los microondas —reprimí una risa y tomé otro sorbo de mi bebida.

—¡Pero es que siento que explotaran en cualquier momento! —su tono se escuchó similar al de un niño siendo regañado, cosa que me produjo mucha ternura y no pude evitar sonreír —¿Tú no le temes a algo que nadie no?

—Veamos... —tomé otro sorbo de mi bebida —Creo que no, solo le temo a las alturas —dije algo dudosa.

—¿En serio? Yo las amo —comentó fascinado y por mi parte hice una mueca de disgusto —¡Son lo mejor! Una vez me lancé de cabezas por una tirolesa —ahora mi disgusto había sido reemplazado por asombro y sorpresa.

—Estás loco —negué sin poder creerle aún —Yo me hubiese desmayado, ni siquiera me gusta que me carguen en la espalda de alguien más porque siento que me caeré —admití burlándome de mí misma y alcé nuevamente la lata para beber, notando luego como Jungkook se quedó mirando mi mano fijamente como si estuviese estudiándola con detalle.

It's Always YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora