Nuestra Promesa G!P

Él chófer de la familia.

Pov Poche.

-¡Poche! ¿Que te paso?-Mi papá se paró del sofá y me miró con sus ojos saltones y a punto de reírse.

-Me caí, papá, estaba oscuro, no vi nada, me tropecé y me caí en un pajar-Mi papá estalló de la risa y yo lo miré sería.

-Hija, pareces un pequeño espantapájaros-Mi papá no dejaba de reír y hasta se puso rojo de tanto estarse riendo.

-¡Ríete todo lo que quieras, padre!, Me iré a mi habitación.

Lo deje solo en la sala riéndose de mi, yo entré a mi habitación y empecé a quitarme la ropa para darme un pequeño baño, para quitar las pajas de mi cabello y además el olor a establo. Tomé mi bata de baño que estaba colgada en un serchero y me dirigí a la ducha.

Abrí la llave de la regadera y deje que el agua tibia recorriera mi piel, no pude evitar sonreír al pensar en Calle mientras pasaba el jabón por mi cuerpo. ¿En que momento paso de ser una niña a ser una mujer?, Todo de ella ha cambiado, su cuerpo, sus facciones, el vestido que uso hoy le quedaba tan bien, le favorecía demasiado a su cuerpo, a su silueta, sus piernas bien pronunciadas y tonificadas...abrí mis ojos abruptamente al sentir que mi amiguito se había despertado y que ahora tenía una gran erección. ¿Cómo es posible que esté teniendo estás reacciones al pensar en Daniela? ¿Será que ya no la podré ver con los mismos ojos que antes?, Me cuestionaba a mi misma ante mis dudas.

-¡Genial!, Lo que me faltaba-Dije tomando mi miembro entre mis manos para deshacerme de la erección que mis pensamientos habían provocado.

Pov Calle.

Estiré mi cuerpo y abrí lentamente mis ojos al sentir la luz del sol sobre mi rostro. Moví mi cabeza de un lado a otro, me coloqué mis pantunflas, caminé hasta mi balcón y sonreí de boca cerrada al ver la hermosa vista que tenía de la hacienda. Regrese a mi habitación, fui a mi clóset y tome la ropa que me iba a colocar, sería algo sencillo, unos jeans azules, una camisa manga larga blanca y mis zapatillas estilo militar de color negro. Mientras tarareaba una canción que se vino a mi mente tomé mi bata de baño y me dirigí a la ducha, necesitaba un baño de agua calientita.

Terminé de arreglarme, me coloqué un poco de perfume, salí de mi habitación, baje a la cocina para ver a mi Tita y pedirle un café, el café es como mi gasolina por las mañanas.

-Buenos días, señorita-Miré al chico que portaba un traje formal en la cocina, el estaba bebiendo un jugo de naranja y al verme sonrió.

-Buenos días-Salude con amabilidad.

-Usted debe ser la señorita Daniela, ¿Verdad?-Él me preguntó y yo asentí.

-Soy Daniela Calle, es un gusto-Extendí mi mano para saludarlo.

-Mi nombre es Mario Ruíz, soy el chófer de su familia y estoy a su entera disposición-Él beso mi mano y en ese preciso momento entro Poche cargando unas bolsas de Mercado junto con Tita a la cocina.

-¿Tan temprano y ya andas de galán, Mario?-Poche apretó la mandíbula al decirle eso a Mario y dejo las bolsas en la mesa

Mario se puso rojo de la pena, soltó mi mano y rasco su cabeza nervioso.

-No, yo no conocía a la señorita y me estaba presentando-Él le respondió a Poche.

Poche estaba en silencio, pero lo miraba de forma muy sería.

-Mas te vale que sea así, Mario, mi niña Daniela es tu patrona y le debes respeto-Mi Tita le dijo tomando el paquete de café para preparar un poco, mi Tita me conoce muy bien y ella a veces hace cosas por mí sin necesidad de que yo sé las pida.