Boda

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Pov Poche.

Siento un nudo en la garganta en este momento, tengo ganas de llorar de la felicidad, veo a todas las personas que amo a mi alrededor que están compartiendo el mismo sentimiento de felicidad al igual que yo en este momento. Siempre soñé con casarme y hoy puedo decir que los sueños si se vuelven realidad. En este momento estoy esperando a la mujer que amo, ansío verla con el vestido de boda puesto, me siento la mujer más afortunada del mundo, ¿Qué posibilidades hay de que te cases con tú crush de toda la vida? Las posibilidades son mínimas, una en un millón y yo tuve la suerte de que me casare con la primera mujer que ame y la última que amaré.

Escuché la marcha nupcial, sentí que mi estómago se revolvió de los nervios, mis manos sudaban frío, cerré mis ojos y al girar lentamente mi cuerpo mi corazón empezó a bombear rápidamente, no pude contener las lágrimas y estás se derramaron por mis mejillas, ahí venía ella en cámara lenta, tan lenta que me permitía contemplar por más tiempo su belleza, el vestido que había sido de mi mamá lucia perfectamente en ella, Daniela venía del brazo de Don Germán, mientras ella caminaba hacía a mí saludaba a las personas con su hermosa sonrisa, traía un ramo de girasoles en la mano y su cabello estaba recogido con detalles de flores blancas. Sentía que me iba a desmayar y lo hubiera hecho a no ser que ella cuando llegó hasta donde yo estaba me tomo las manos.

Suspiré profundamente, me perdí en sus hermosos ojos y sonreí ampliamente.

-Luces demasiado hermosa, mi amor-Le dije con mi voz temblorosa.

-Tu también, te ves maravillosa...estoy temblando-ella me mostró sus manos temblantes.

-Yo también-Le dije y ambas sonreímos.

-Hermanos y hermanas estamos aquí el día de hoy para presenciar la unión de dos almas que se aman y desean estar juntas hasta que el señor decida que se encuentren en el paraíso para vivir su amor por toda la eternidad.

El padre empezó a hablar y a dirigirse a todos nuestros invitados que estaban presentes en la hacienda, no tienen idea de lo hermosa que se ve la hacienda decorada toda con flores blancas, al igual que las mesas y al rededor pequeñas luces blancas led, quiera que mamá estuviera presente en este día tan importante pero se que lo está, quizá no físicamente pero si lo está en mi corazón.

-Mis queridas Calle y Poche, las conozco desde que ambas eran unas niñas, Danielita siempre un pan de Dios y Poche toda una traviesilla-todos se rieron y yo hice puchero-pero aunque ambas son muy diferentes siempre percibí que eran el complemento la una de la otra y me es grato tener el privilegio de poderlas unir en sagrado matrimonio el día de hoy. Pero antes de empezar con esta ceremonia quisiera recitar primera de corintios trece; El amor es paciente; el amor es bondadoso; el amor no es envidioso ni jactancioso ni arrogante ni grosero. No insiste en su propio camino; no es irritable ni resentido; no se alegra del mal, sino que se alegra de la verdad. Sin más que decir quiera pedirte Poche que le digas tus votos a Daniela.

Tomé el anillo y lo coloqué en su dedo anular, al hacerlo me quedé pensando en como empezó nuestro amor.

-Entonces...prométeme por tu goma de mascar favorita que siempre seremos mejores amigas-Ella me pidió, así que saqué mi goma de mascar favorita para poder realizar la promesa.

-¡Te lo prometo!-Le dije chocando mi mano con la de ella.

-Ahora para cerrar la promesa debemos darnos un besito-Ella llevo su mano hacia su boca y se rió nerviosa.

-¿Un besito?-Le pregunté incrédula abriendo mis ojos como platos.

-Sí, la última vez vi una película con mi mamá, para hacer una promesa en la película se dieron un besito, creo que eso es lo que hacen los adultos-Ella me dijo y se encogió de hombros con evidente nerviosismo.

Nuestra Promesa G!PWhere stories live. Discover now