El divorcio.

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Pov Calle

-Pepe, que diablos-Le dije al verlo vestido como una chica, la verdad es que debo reconocer que se veía hermosa e incluso diría que en vez de ir de incógnito para cuidarme junto con Poche va a un certámen de belleza.

-Luzco grandiosa, lo sé...solo mira mi trasero-él mordió su labio e hizo una cara de pervertido al verse al espejo.

-Debes darme tu rutina de ejercicios-Le dije dándole una nalgada.

-Creó que tú podrías hacer sentadillas con la ayuda de Poche-él se rió y palmeó mi espalda.

-Que chistoso, pero de seguro Samuel te ayuda-Fui yo quien se rió ahora.

-Mirá ahí viene la chaparrita.

Poche salió del baño y me quedé sin palabras al ver que estaba disfrazada de señor; su cabello estaba recogido y tenía una boina de golf, una camisa polo blanca, unos pantalones cuadriculados rojos, unas zapatillas y en su rostro llevaba puesto un bigote del estilo de Mario bros.

-Amor-me reí-¿por qué te vestiste así?

-Porque a diferencia de Pepe yo no me puedo vestir de manera sexy o simplemente usar algún traje porque ese idiota me reconocería rápidamente, así que ahora soy un señor que tiene dolor en la espalda y la rodilla.

-Ahora él es Don Pochoclo y yo soy Pepita la que siempre está rica-Pepe nos dijo ajustando sus tetas falsas.

-¿Sabés, Pepe? Podemos fingir que somos una pareja y así el estúpido de Kyle no sospechara nada.

-Oh sí, me encanta esa idea chaparrito y también podríamos besarnos apasionadamente.

Fingí toser y fulminé a Pepe con la mirada.

-Ni se te ocurra tocar a mi mujer, Pepe, porque si lo haces vas a saber quién es Daniela Calle-lo señale con mi dedo índice y Poche moría de la risa.

Está vez miré a Poche y me cruce de brazos.

-¿Te parece gracioso, Mario bros?-Le dije molesta, ella al escuchar como la llame frunció el ceño y me saco el dedo medio, Pepe en cambio se río y beso mi mejilla.

-Ya no seas tóxica bebé, tú sabes que a mí no me gustan chaparros.

-¡Oye!-Poche se quejó.

-Bueno, ya se nos está haciendo tarde, es mi turno de arreglarme-Les dije a las "chicas"

No pretendía nada, así que únicamente me coloqué el vestido de maternidad que me obsequio mi mamá, el vestido es muy lindo es de color amarillo bebé con algunos detalles en los hombros y en la cintura, me coloqué mis zapatillas con un poco de dificultad pero lo alegre al fin, me cepille mi cabello y no use maquillaje.

Salí del baño y Poche al verme sonrió.

-Luces hermosa, nena-ella se puso de pie en la cama y se colocó a la altura de mi vientre-y tú también mi princesita, siempre debes cuidar de mamá porque ambas somos un equipo-Poche beso y acarició mi vientre.

-¿Y para mí no hay un beso?-Le dije de forma mimada, ella sonrió, sujeto mis manos con las suyas y las acarició con su dedo pulgar.

-Quiero que sepas que te amo y que lo único que quiero es poder ser feliz a tu lado, así que no me importa que tanga que hacer para poder ser feliz contigo porque lo haré-sus labios no me permitieron responderle porque se apoderaron de los míos en un beso que me expresaba mucho mejor lo que acababa de decirme.

-Yo también te amo aunque te parezcas a Mario bros-Bromeé y ella me dio una nalgada.

-¿Quieres jugar entonces?-ella me dijo en un tono pícaro.

Nuestra Promesa G!POù les histoires vivent. Découvrez maintenant