Nuestra Promesa G!P

La felicidad de Pepe.

Pov Calle.

-¿Dónde está mi mini ratona?-Mi papá entro en búsqueda de M.J.

-¡Acá estoy, abuelito Germán!-ella saltaba para que mi papá la viera pero mi papá fingía no verla para jugar con ella.

-Mmm escucho una pequeña voz de ratoncito pero no veo nada.

-Acá estoy yo, soy tu mini ratona.

M.J abrazo sus piernas, él sonrió y la alzó entre sus brazos.

-¡Acá estás!-beso su mejilla-mi pequeña ratoncita, tu mami Daniela nos contó a mí y a tu abuelita Mafe lo que sucedió con la iguana y también que te habías quedado muy triste.

M.J asintió con un puchero.

-Lo que pasa es que nunca he tenido una mascota.

-¿Y que hay de las gallinas, las vacas, los cerdos, los caballos y todos los animales de la hacienda, amor?-Poche le pregunto a M.J ya que pensándolo bien ella la dueña de la hacienda a largo tiempo era únicamente ella.

-Es que mami Daniela no permite que entren a casa-ella respondió y yo rodé los ojos.

-Lo sé, mi pequeña ratona y es por eso que tu abuela Mafe y yo te hemos traído un regalo.

-¿¡Un regaló!?-ella respondió con emoción.

-Así es mi pequeña...amor, ya puedes entrar-mi papá le indicó a mi mamá.

Mi mamá entro a la casa y en sus brazos traía un pequeño pug blanco con un collar azul.

-¡UN PERRITO!-M.J grito con emoción, se bajo rápidamente de los brazos de mi papá y corrió hacia el perrito quien rápidamente empezó a mover su cola al ver a M.J.

-¡Me encanta! ¡Gracias abue Mafe y gracias abuelito Germán!...¡Los amo!

Todos miramos enternecidos a M.J quien estaba acariciando al perrito, mi pequeña estaba muy feliz con el regalo que le habían dado mis papás.

-Hija solo recuerda que este perrito te enseñará a ser responsable, ya que debes cuidarlo, alimentarlo, limpiarlo entre otras tareas más...¿De acuerdo?-Le pregunté y ella asintió.

-Si, mami Daniela, se lo iré a enseñar a Mateo

-Ve con cuidado M.J, recuerda que tío Pepe vendrá a casa dentro de una hora para que vayamos a acampar.

M.J abrazo a sus abuelos y luego se fue rápidamente a enseñarle el perrito a Mateo.

-No debieron haberse molestado-le dije a mis papás quienes negaron rápidamente.

-No es molestia hija, sabes que M.J es nuestra nieta preferida y nos gusta consentirla-mi mamá me respondió.

-Lo sé, ma. Ustedes son la prueba de la típica teoría de que los padres son más amorosos de abuelos.

-Digamos que M.J es nuestra segunda oportunidad para redimir los errores que tuvimos contigo-Mi papá me dijo, yo entrecerré los ojos pero luego relaje mi expresión y sonreí.

-Los amo y gracias por querer tanto a mi pequeña.

-No hay nada que agradecer, hija.

Sentí las manos de Poche abrazar mi cintura y besar mi hombro, se sentía tan bien tener la familia que tengo.

-Comparto la idea de mi mujer, ¡Gracias!
-Poche le dijo a mis papás quienes asintieron con una sonrisa.

-Además, chicas hay algo muy importante que debo contarles-Mi papá nos dijo en un tono serio.