Un aviso.

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Pov Calle

Sentí la luz del sol alumbrar mi rostro, estiré mi cuerpo y abrí lentamente mis ojos, ella estaba de espaldas a mi, durmiendo plácidamente. Me acerqué a ella y la abracé de la cintura, besé su hombro y la pegue lo máximo posible a mi cuerpo.

-Buenos días, mi amor-Le dije plasmando un beso en su espalda.

Poche se removió de la cama haciendo sonidos de bebé, se estiró y luego giro su cuerpo para mirarme, ella me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

-¡Buenos días, mi niña!, ¿Cómo amaneciste?-Ella me preguntó con su voz ronca.

-Amanecí muy bien porque estás aquí a mi lado. Por favor duerme conmigo todos los días -Le dije provocando una risita muy linda de su parte.

-Yo encantada de la vida de escucharte roncar todas las noche y además despertar y ver tu carita con saliva -Ella se carcajeo y yo la empujé para separarme de ella.

-¡Eres una grosera! Ahora ya no te quiero ver-Le dije dándome la vuelta en la cama para que ella no me viera reír.

Sentí que Poche colocó su pierna encima de mi cadera y me abrazo a su cuerpo.

-Estoy bromeando, mi amor-ella me mordió el hombro y yo me queje.

-Poche eso duele-me queje y escuché que ella se volvió a reír.

-Soy Poche piraña y te voy a comer, ¡Ñam!-ella agarro mi costilla y me asusto.

-¡Yaaa! Poche deja de joder -me queje y me senté en la cama pero ella me jalo haciendo que cayera de nuevo en la cama y se subió en mi regazo.

-Acepta que te gusta que te moleste -Ella me dijo levantando sus cejas de forma pícara.

-¡No! Pareces una niña -le dije molestando y ella hizo un puchero.

-Entonces si soy una niña exijo que me termines de criar-Poche miró mis pechos y provocó mi sonrojo.

-¡Eres insoportable!-Le dije sintiendo como dejo caer su cuerpo en el mío y escondió su rostro en mi cuello.

-Y tú eres una señora regañona con arrugas y verrugas-rodé los ojos al escucharla.

-Poche te voy hacer cosquillas si no dejas de molestarme-Le advertí.

-Como ordene bruja del setenta y uno.

Empecé a hacerle cosquillas y les juro que me encantaba escucharla reír, era el sonido más hermoso que podían deleitar mis oídos.

-Ya amor, me voy hacer pipi-Ella me dijo mordiéndo el lóbulo de mi oreja.

-Mi amor, ¿Estas ahí?-Escuché la voz de mi mamá y le hice una seña a Poche para que hiciera silencio.

-Sí mamá, pero no entres porque no estoy en condiciones de recibirte -Le dije viendo hacia la puerta.

-Yo solo venía a darte los buenos días y a decirte que te amo hija, me iré al hospital...espero verte allá y sobre todo que tú y yo estemos bien.

Poche rodó los ojos y yo le indique nuevamente que hiciera silencio.

-Esta bien, mamá. Yo me voy a arreglar, desayuno, voy a la oficina y luego a ver a mi papá-Le dije esperando su respuesta.

-Esta bien...nos vemos allá, cariño.

Escuché los pasos de mi mamá alejarse y seguido de eso me sorprendí al sentir los labios de Poche besarme.


Bajamos a la cocina y mi Tita nos preparó un delicioso desayuno, Poche y yo la invitamos a comer en la mesa con nosotros. Las tres comíamos de lo más a gusto, Tita y yo nos reíamos de las ocurrencias de Poche, eso sin contar que casi se nos ahoga por hacer sus payasadas.

Nuestra Promesa G!PWhere stories live. Discover now