Ella no es digna de ti.

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-Niña Daniela, buenos días...lamento interrumpir pero ha pasado algo malo-él me dijo con evidente preocupación.

-¿Qué pasó, Juan Carlos?-Le pregunté sintiéndome nerviosa.

-Envenenaron a cinco de tus nuevas reses.

Lo escuché decir y de pronto todo se me torno negro.

Abrí mis ojos lentamente y la primera figura que vi fue la de Poche viéndome con preocupación. Recordé lo que me dijo Juan Carlos y me levanté de golpe.

-Juan Carlos, dígame por favor que escuche mal-Le dije y él me miró preocupado.

-Amor, cálmate-Poche trataba de calmarme.

-No puedo, Poche. ¿Tienes idea de lo que significan esas perdidas?-Le dije y ella asintió con la cabeza baja.

-Papá, ¿Cómo fue eso posible?-Poche le pregunto a Juan Carlos.

-Cuando llegue hoy temprano a chequear que todo estuviera bien, los ganaderos me dieron la noticia, fui rápidamente a ver a las pobres reses y efectivamente las envenenaron.

-No entiendo, ¿Quién puede tener el corazón tan duro para hacer algo así?-Dije con la voz entrecortada sintiendo como las lágrimas empezaban a resbalarse por mis mejillas.

Me duele haber perdido esas reses porque la poca producción que tenemos es gracias a ellas, además de que no contamos con fondos suficientes para comprar nuevas y reemplazarlas, no de la misma calidad. Aparte de rabia y tristeza sentía miedo...miedo de perder lo más valioso que tenemos mis padres y yo, la hacienda es la vida completa de mi padre él puso sus esperanzas en mi y no puedo decepcionarlo.

-¿Amor?-Poche me saco de mis pensamientos.

-¿Eh?

-Te decía que iré con mi papá para seguir supervisando-Ella me dijo y yo me puse rápidamente de pie.

-Yo voy a ir con ustedes-Le dije recibiendo una cara de desacuerdo de su parte.

-Amor, mira nada más como estas no creo que sea buena idea, Tita ya viene en camino con un té de tilo para que te calmes.

-Poche, no me puedo quedar de brazos cruzados tengo que saber quién fue el malnacido que hizo esto.

-Te prometo que yo lo voy averiguar. Pero necesito que tú estés tranquila, mi amor tú salud es importante y si te alteras demasiado te puedes enfermar y ahí sí ya no podrás hacer nada por la hacienda. Déjame las cosas a mi, ¿Si?-Ella me dijo mientras sostenía mi rostro en sus manos y me miraba con sus hipnotizantes ojos oliva.

-¿Tengo otra opción?-Le pregunté haciendo mala cara.

Ella negó con una sonrisa y beso mis labios.

-No, yo soy quien manda en esta relación -Ella me respondió de forma presumida, yo alcé mi ceja y la vi penetrantemente.

-¿Estas segura?-Le pregunté y ella se rió con nerviosismo.

-Bueno...en realidad a mí me gusta que me gobiernes, pero en mis sueños y en la cama siempre yo tengo el control.

Ella me dijo provocando mi sonrojo ya que Juan Carlos estaba allí.

-Vamonos Poche, Daniela no está para que la molestes en estos momentos-Juan Carlos le dijo a Poche tomando su brazo para arrastrarla a la salida.








Pov Poche.

Papá no entiendo porque la gente es tan malvada.

Le dije después de ir a ver a las reses que efectivamente estaban muertas.

Nuestra Promesa G!PWhere stories live. Discover now