Brindemos.

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Pov Calle

Han pasado prácticamente once meses desde mi boda con Kyle, me hace muy feliz saber que esta farsa está a punto de terminar...bueno, al menos eso es lo que yo espero. Han pasado varias cosas desde el día de mi boda, pero la más importante fue cuando recibí la maravillosa noticia de que mi papá había despertado y fue justamente el día en el que más lo necesitaba, creí por un momento que todo estaba en mi contra hasta que vi un rayito de luz en su sonrisa que me hacía tanta falta.

Flashback:

Terminé de leer la carta que me había escrito Poche, sin poder evitarlo empecé a llorar en pensar en las dos, en el por qué simplemente me vio en la iglesia y no interrumpió la boda. ¿Por qué Poche?, Porque no me salvaste de este infierno de vivir sin ti.

-Dani-Laura abrió la puerta y entró a mi habitación.

Limpié rápidamente mis lágrimas y guarde la carta.

-Llamaron del hospital, tú papá despertó, Calle. ¡Despertó!

Oir eso fue como un analgésico para mí alma que estaba rota, sonreí y me levanté rápidamente de la cama, aún no lo podía creer ¡Mi papá despertó!

Le agradecí a Lau y baje rápidamente hacía donde estaba mi mamá para darle la noticia.

-Mamá...¡Mi papá, despertó!-Le dije sacudiendo su cuerpo con suma emoción.

Mi mamá estaba en shock y sin ninguna reacción alguna.

-Mamá, ¿Me escuchaste? ¡Mi papá, despertó!

-Claro que si, hija, este es un milagro, debemos ir a verlo al rato que se vayan tus invitados-ella me respondió y yo fruncí el ceño molesta.

-¿Bromeas? Todo esto por mi se puede ir al carajo, tú sabes muy bien que para mí no es una boda real, ¿Sabés qué? Yo si iré a ver a mi papá, si quieres tú quédate-Le dije pero ella sujeto mi brazo.

-Yo iré conmigo, mi amor. Muero de ganas por ver a tu padre, solo dile a Kyle lo que paso-ella me dijo y yo asentí.

Fui rápidamente a contarle a Kyle lo que había sucedido, él se alegró mucho y me dijo que no me preocupara, que en este momento debía estar con mi papá, abracé a Kyle y se lo agradecí.

Mario se ofreció a llevarme junto con mi mamá, pero yo me negué, le dije que yo podía manejar. Mi mamá y yo nos subimos rápidamente al auto y mientras iba manejando me dijo algo que la preocupaba.

-¿Qué pasa, mamá?, parece que no estás feliz-Le pregunté en forma de reproche, ella me miró y negó con la cabeza.

-La verdad hija es que estoy preocupada-ella me dijo y yo le hice una señal para que continuará hablando-me preocupa la salud de tu padre, él en este momento debe estar delicado de salud y me preocupa la forma en la que vaya a tomar todo el asunto de la hipoteca-ella me dijo y por una parte comprendía lo que me decía.

-Mamá, yo no voy a hablarle en este momento a mi papá de la hipoteca, creó que eso ahora no importa, si tengo muchas preguntas que hacerle por ejemplo del por qué no nos dijo porque había hipotecado la hacienda entre otras cosas, pero lo haré cuando él ya esté bien-Le explique y ella suspiró alivianada.

-Hija, ¿Puedo ser yo la que hable de eso con tu padre?-Mi mamá me preguntó y yo negué rápidamente.

-Claro que no, mamá. Sí hay alguien que debe preguntarle a mi papá y hablar de la hacienda con él, soy yo. Tú no-Le dije en un tono de voz firme, mi mamá miró hacia la ventana y luego regreso su mirada hacía a mí.

-Quiero estar presente cuando lo hagas, este es un asunto familiar y te guste o no Daniela yo soy tu madre-ella me dijo y yo bufé cansada de esta plática.

Nuestra Promesa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora