Nuestra Promesa G!P

Para mí no es suficiente.

Pov Poche

Llegamos al restaurante con Calle, el mesero nos ofreció una mesa con vista al mar y nosotras aceptamos gustosas. Tenía calor, así que una piña colada no me caía nada mal, Calle en cambio pidió un jugo de sandía con mucho hielo. Ella y yo platicábamos en lo que el mesero nos tomaba la orden después de haber visto en la carta lo que deseamos comer.

-¡Buenas tardes, señoritas!, ¿Desean ordenar algo?-Él mesero nos preguntó de forma amable.

-Yo quiero unos camarones al ajillo y mi novia no sé qué va a ordenar-Le dije al mesero haciendo referencia a Calle.

Calle, sonrió en el momento que mencioné que era mi novia, miró la carta y regreso su atención al mesero.

-Quiero lo mismo, porfavor-Calle le dijo al mesero quien asintió, tomo las cartas y luego se retiró.

-Te van a encantar los camarones, mi amor, son ¡De-li-ciosos!, Pero debo confesar que más tarde me gustaría comer el postre-Tomé su mano y la miré mientras mordía lentamente mi labio inferior, Calle se puso nerviosa, aclaro su garganta y luego tomó un gran sorbo de agua.

-¿Y cual es el postre?-Ella me preguntó de forma pícara.

Sonreí de una forma traviesa, tomé la copa de mi piña colada y pase lentamente mi lengua sobre el borde de la copa mientras veía a Calle.

-Más tarde lo sabrás-Le dije y puedo jurar que se sintió una tensión muy agradable entre ambas.

El mesero regreso y dejo nuestros respectivos platos sobre la mesa, los camarones se veían deliciosos, la boca se me hacía agua con tan solo verlos.

Estábamos terminando de comer con Calle, cuando se acercó una anciana a nosotras.

-Hola niñas, no quiero ser imprudente pero las he observado desde lejos y tengo la curiosidad de saber si ustedes son esposas.

Calle y yo nos miramos mutuamente y le sonreímos a la adorable anciana.

-Oh no, aún no lo somos, únicamente somos novias, pero...¿Por qué pensó eso?-Calle le pregunto sin poder dejar de sonreír.

-Por la forma en la que ambas se ven, créanme que uno siempre puede mentir, pero la mirada jamás lo hace. La mirada de alguien enamorado es diferente...es única y ustedes dos reflejan mucho amor. Sí me acerque a ustedes es porque me recordaron a mi esposa-La anciana nos dijo con una sonrisa melancólica.

-¿Y dónde está su esposa?-Calle le pregunto a la anciana.

La anciana soltó un suspiro profundo y miró hacia el cielo.

-Allá, en el cielo, ella murió hace cinco meses pero la siento tan presente en mi corazón.

-Lo siento mucho-Le dije apenada al haber sido imprudentes.

-No se preocupen, chicas. Nuestro amor es tan grande que ni el mismo cielo nos separa. Además nuestro amor es tan grande que nos volveremos a encontrar en otra vida-La anciana nos dijo con sus ojos brillantes y con mucho amor.

-Estoy segura que así será -Le dije a la anciana y tome la mano de Calle sobre la mesa-cuando uno está destinado para estar con la persona correcta no importa cuánto tiempo pase o las circunstancias que se presenten, siempre van a terminar juntas.

Calle hizo un puchero muy tierno y acarició mi mano con su dedo pulgar.

-Ustedes reflejan un amor muy hermoso, su energía es muy especial, deseo que el universo siempre conspire a favor de su amor y sobre todo que sigan disfrutando de la compañía de la otra siempre como si fuese el último día. El tiempo es efímero y es lo único que no se puede recuperar, así que aprovechen cada segundo y que lo único que importe sea su amor.