Como dice el dicho.

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Pov Calle.

-Laura...-Le dije aún sorprendida por el beso y ella sonrió.

-Me gustas, Calle-Ella me dijo mirándome con dulzura, yo sacudí mi cabeza y retrocedí dos pasos.

-Laura, no confundas las cosas, tú me caes muy bien y tú compañia es grata para mí, pero yo solo puedo ofrecerte mi amistad-Le dije de una forma sincera, la verdad es que no quería que Laura empezará a confundir mi amabilidad con coqueteó.

-Lo sé y con el hecho de decírtelo no espero que me correspondas, únicamente quiero que lo sepas, porque quiero ser sincera contigo y no te quiero ocultar nada. Con decírtelo no espero a que tú me digas que también gustas de mi o algo así-ella tomo mi mano y le planto un beso-no quiero que te sientas incomoda por mi confesión, al contrario, quiero que tengas presente que quiero ser tu amiga pero que aspiro a algo más.

-Laura, yo...

-¡Shhh!, No me digas nada, bonita. Nos vemos mañana, descansa-Laura me sonrió y luego beso mi mejilla.

Me despedí de ella haciendo un gesto con mi mano, caminé hacia la puerta, la abrí y entre rápidamente. Cuando entré a mi casa mi mamá venía bajando las escaleras con sus lentes de lectura puestos y su pijama.

-Mi amor, que bueno que ya estás en casa, yo bajé por un vaso con agua, pero ven-mi mamá se acercó a mí, tomo mi mano y me llevo tras ella hacía el sofá-cuéntame...¿Cómo te fue con Laurita?, Esa niña es muy adorable, ¿Verdad?-Mi mamá me preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

Yo solté un suspiro y asentí, la verdad es que estaba desganada, simplemente quería ir a mi habitación y poder dormir para no pensar en nada, aunque yo misma se que el dormir es inútil, porque cada vez que duermo ella aparece en mis sueños, esa chiquitina malhumorada.

-Me fue bien, mamá, Laura es muy agradable, pero si no te molesta quiero irme a dormir, estoy muy cansada y quiero aprovechar que mañana es fin de semana para ver algunas cosas de la hacienda-Le dije seguido de un bostezo.

-Hija, mañana es sábado, disfruta de ello, ve a tomar el sol, ve de compras o sal de nuevo con Laurita, pero no quiero que te vuelvas esclava del trabajo-Mi mamá me pidió y la verdad ya estaba empezando a casarme con el tema de Laura.

-Te lo agradezco, mamá. Pero si vine acá fue para ayudar a mi papá y si me quedo sentada en el sofá pintandome las uñas la hacienda no se va a recuperar. Así que con tu permiso, madre, iré a descansar.

Me levanté del sofá, le di a mi mamá un beso en la mejilla, subí las escaleras y me dirigí a mi habitación.

Me despoje de mi ropa, me puse mi pijama, realice mi rutina de noche y me acosté en mi cama. Cerré mis ojos por un momento y pensé en el beso que me dio Laura, no es que me haya desagradado, pero esos no son los labios que yo quiero probar...la única que me hace estremecer cada vez que me sujeta con sus fuertes manos es Poche, la que me pone nerviosa cada vez que ve mis labios y se acerca de una forma tan peligrosa a mí es ella. Esperé tanto tiempo para poder verla, pero lo que jamás llegue a pensar fue que ella me hiciera sentir tantas cosas con tan solo mirarme con sus hermosos ojos, ¿Es posible que me este enamorando de mi mejor amiga?, Quizá...quizá estoy confundiendo mis sentimientos, pero no es normal pensar tanto en una persona, lleve mis dedos a mis labios y los pase delicadamente sobre ellos, cuanto daría por poder revivir el beso que me di con ella cuando éramos niñas.




Pov Poche.

Estaba sentada en una de las bancas de la plaza con un cigarrillo y una lata de cerveza. ¡Estúpida mente!, No logro sacarme la imagen de Calle besándose con Laura. Le di una calada a mi cigarrillo y luego solté lentamente el humo.

Nuestra Promesa G!PWhere stories live. Discover now