Hay niveles.

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Pov Poche.

Regresé a mi casa tarareando una canción de lo feliz que estaba. Ella me hace feliz, estar con ella me llena, siento que al fin estoy completa. Solté un suspiro de enamorada y entre a mi casa. Mi papá estaba viendo la televisión y al verme sonrió y me hizo una cara pícara.

-¿Y ahora tu, porque andas tan feliz?-mi papá me preguntó. Yo me acerque a él, me tiré a su lado en el sofá y miré hacia el techo sin dejar de sonreír.

-Papá, creó que estoy enamorada, tengo todos los síntomas; tengo taquicardia, siento un dolor agradable en mi vientre, no puedo concentrarme bien y además no puedo dejar de sonreír como idiota y además por ratos siento como si tuviera fiebre-me reincorpore en el sofá y él se reía de felicidad al igual que yo-¿Crees que sea grave? O ¿Crees que tenga cura?-Le dije soltando una carcajada, el me miró enternecidamente y me abrazó.

-No hija, ya no hay vuelta atrás, creo que ninguna medicina te ayudará para dejar de sentir lo que estás sintiendo.

-Y no quiero papi, no quiero dejar de sentirme como me siento ahora, jamás había sentido algo así y ahora que ella regreso a mi vida ha puesto mi mundo de cabeza.

-Yo siempre supe que estabas enamorada de la niña Daniela, sé que fue díficil para ustedes cuando nuestros patrones las separaron, bueno más que todo doña Mafe-mi papá se retracto ya que Don Germán no había sido el culpable de lo que pasó esa vez-esto no será fácil hija, en el amor siempre habrán obstáculos, las rosas son hermosas pero tienen espinas, así es el amor, es hermoso pero siempre tiene espinas que pueden ser obstáculos. Lo importante es que si tú la quieres y ella te quiere luchen por lo hermoso que sienten, porque hija aquí lo que verdaderamente importa es tu felicidad.

El me dijo, yo le di una sonrisa de boca cerrada y le agradecí a la vida por haberme dado a un papá como el.





Pov Mafe.

Deje la taza de té en mi mesita de noche, ya se me había pasado el dolor de cabeza gracias al té y también a una aspirina. Miré a Germán que estaba leyendo su libro sobre finanzas con sus lentes de lectura y decidí hacerle saber lo que estaba pensando.

-Germán...

Llame su atención y él me miró por el rabillo del ojo.

-¿Dime...?-El me preguntó.

-No crees que, ya que nuestra hija nos ha expresado libremente su preferencia sexual...ya sabes, el gusto que también tiene por las mujeres y también ya que sabemos que la hija de Lini...Laurita, también le gustan las mujeres, ¿No crees que harían una linda pareja con Dani?

Le dije con una gran sonrisa a Germán de solo imaginarlo. Germán me miró y bajo sus lentes de lectura al verme.

-¿Estás enloqueciendo, verdad?-él me dijo y volvió su atención a su libro.

-¡No me digas loca, Germán!-fruncí mi ceño y lo miré molesta-Piénsalo, si Dani y Laurita llegarán a tener algo, ambas haciendas podrían unirse y ser una sola, nos volveríamos la familia más poderosa del pueblo y saldríamos de la miseria en la que tú nos metiste por ser tan idiota-alce mi tono de voz, el dejo su libro en la mesita de noche, quito sus lentes de lectura y me miró molesto.

-¡Deja en paz a Daniela!, Ella va a estar con la persona que ella decida, ¡Entiende que tú no puedes manejarla como un títere. Ella ya no es una niña, ya es una mujer que puede decidir por sí misma, así que mantén tu distancia y dejala tranquila. Buenas noches, María Fernanda.-Germán se dio la vuelta en la cama y me dejó hablando sola.

Daniela es mi hija y yo como su madre tengo el derecho de elegir lo mejor para ella y lo mejor será que ella y Lau se enamoren y que se unan nuestras haciendas para que todos seamos felices. Además Laurita es un amor, así que no le costará a Daniela enamorarse de ella.






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