Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.

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Pov Poche.

-¡Listo! Ya llegamos a nuestra casa-Estacione el auto enfrente de la hacienda, estire mi cuerpo y fruncí mis labios para ser besada por mi amor.

Ella sonrió, luego inclinó su cuerpo hacia adelante y me besó logrando robarme un suspiro de enamorada.

-Vamos, ya quiero saludar a Vale y a tu papá -ella me dijo quitando su cinturón de seguridad y bajando rápidamente del auto.

Me reí y negué con la la cabeza, ella ama a Vale.

Cuando entré a nuestra casa ella y vale ya se estaban abrazando.

-Ellas se llevan muy bien-Mi papá le dijo abrazando mi hombro.

-Así es, papá, me gusta que sea así, ya tengo una niñera-bromeé y mi papá se rió.

Sentí que mi teléfono empezó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón, le pedí a mi papá que me disculpara y conteste la llamada.

Llamada:

-Bienvenida de nuevo a su reino, majestad -rodé los ojos al escuchar al bobo de Sebas.

-Gracias por esa calurosa bienvenida-Le dije seguido de una sonrisa y noté por el rabillo de mi ojo que Calle me estaba viendo.

-¿Estas cerca de Calle?-Sebas me preguntó, yo miré hacia donde estaba Calle hablando con Vale, nuestras miradas se cruzaron y yo le sonreí.

-No tan cerca pero sí, ¿Por qué?-Le pregunté con duda a Sebas.

-Necesito decirte algo confidencial.

Camine hacia la cocina en donde no había nadie, cerré la puerta y me recosté en el pasa manos.

-Ya estoy sola, cuál es el misterio.

-Parcerita, estoy muy emocionado logré que las chicas que tenía contratadas para tu despedida de soltera vinieran a la panadería-estire el cuello de mi camisa y limpie el sudor de mi frente.

-Sebas, tú estás loco.

-Lo sé pero Poche eres mi mejor amiga y solo se vive una vez así que si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Así que necesito que inventes una buena excusa para escaparte de tu casa hoy, Samuel y Maca también están invitados, está noche será tu noche tigre, ya después de esto te dejaré ir.

-Sebas, si Calle se entera me va a matar.

La puerta se abrió revelando a Calle.

-¿De que me voy a enterar y como porqué te voy a matar?-Ella me dijo con un semblante serio y acusador.

Tragué en seco y corte rápidamente el teléfono.

-Nada amor, hablaba con Sebas y le decía que si te enterabas que deje los airpods en nuestra casa de la ciudad me vas a matar-Ella me miró con los ojos entrecerrados y se acercó a mí.

-¿Y por eso estás así de nerviosa y además estás sudando?-ella alzó una ceja y tomo mi mentón para evaluar mi mirada pero yo la desvíe rápidamente.

-Tengo mucha sed-empece a buscar un vaso para llenarlo con agua-y si amor, porque esos me los regalaste tu y no quería que pienses que soy una descuidada-saque una jarra con agua y eché en mi caso para darle un gran trago.

-No exageres amor, se quedaron en nuestra casa, no los perdiste ni nada-ella abrazo mi cuello con sus brazos y acercó su boca a mi oído, sentir su respiración tan cerca hace que se erice mi piel-te he extrañado tanto-sentí como tiro del lóbulo de mi oreja despacio, solté un suspiro profundo, ella descendió a mi cuello, incline mi cabeza hacia atrás y sentí sus labios besar sobre uno de mis puntos débiles. Coloqué mis manos en su cintura y tire de ella haciendo que se pegará más a mí cuerpo.

Nuestra Promesa G!PWhere stories live. Discover now