Nuestra Promesa G!P

Una basurita en el ojo.

Pov Calle.

-Mi niña, no olvides tu luch-Mi Tita me dijo entregándome una bolsa de papel con un sándwich adentro y una manzana.

-¡Eres la mejor, mi Tita!-Le agradecí y besé la coronilla de su cabeza.

-No quiero que pases hambre, así que por eso te lo preparé.

-¡Delicioso!, Muero por llegar a la oficina y comerlo-Admití y ella me sonrió.

Noté que Tita me miraba analizantemente, así que le pregunté si pasaba algo.

-¿Qué pasa Tita?-Le pregunté y ella se encogió de hombros y gesticulo con su rostro.

-Es solo que esta mañana miré a Poche saltar de tu balcón-abrí mis ojos como platos y me puse nerviosa, pero decidí decirle la verdad a mí Tita.

-A ti no te puedo mentir, Tita. Ayer dormimos juntas, pero no pasó nada malo, ella solo me vino a cuidar de los truenos-Le confesé y ella sonrió enternecidamente.

-Lo supuse, Poche siempre ha cuidado de ti y espero que siga así-Ella me dijo tomando mi mano y sonriendo ampliamente.

Mi Tita también quiere mucho a Poche, ella al igual que yo sabe que Poche es una persona maravillosa.

-Yo también, mi Tita, pero ya me debo ir, te quiero mucho-Bese su mejilla como despedida y salí de mi casa.

Al salir de mi casa, me di cuenta de que Mario ya me estaba esperando a fuera, me acerque a él y fruncí mi ceño al darme cuenta de que tenía un ojo rojo e hinchado.

-¿Mario, qué te paso? ¿Quién te golpeó?-Le pregunté preocupada.

-Buenos días, señorita Calle. Esto no es un golpe...una abeja muy pequeña pero peligrosa me pico-Él me explico y sentía pena por él, pero a la vez algo me decía que él estaba mintiendo.

-¿Estás seguro?-Le pregunté antes de subirme al auto y el asintió sosteniendo la puerta del auto.

-Sí señorita, quise tomar un poco de miel, metí la mano en su panal y pues la abeja me amenazó y luego me picoteo por meterme con su abeja Reina.

La verdad no le estaba entendiendo nada a Mario y además porque...¿Quién en su sano juicio mete la mano en un panal?

-Espero que sigas mejor, ve con el doctor del pueblo después de dejarme en la oficina y procura tratarte ese ojo-Le pedí y el asintió.

-Como mandé y ordene señorita.

Asentí con la cabeza, me subí al auto y luego el cerro la puerta. Definitivamente esto estaba raro.

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Estaba revisando unos documentos, cuando escuché la voz de Poche dándome los buenos días, alcé la mirada y ella me sonrió tímidamente.

-Buenos días, Poche-Le respondí en un tono neutro.

-Tu papá, me comentó que estás pensando comprar más ganado, ¿Es cierto?-Ella me preguntó y yo asentí.

-Sí, con parte de mis ahorros pienso hacerlo, ya que el ganado que tenemos no es la suficiente para poder exportar más leche y queso y además tenemos que empezar a producir para ir pagando las deudas de la hacienda-le respondí y mi vista volvió a los documentos.

-¿Estás molesta, verdad?-Ella me preguntó-sé que está mañana me porte como una tonta, pero...te quiero, Dani, y no me gusta que estés molesta conmigo-La miré y ella hizo una cara muy tierna.

-A mi tampoco me gusta que estemos peleadas, pero a ti a veces se te sale tu lado cavernícola-Ella me miró ofendida y me reí-ya te dije que no tienes porque estar celosa, tu amistad para mí es única y nada ni nadie te va a reemplazar, nadie va a ocupar tu lugar, porque solo tú eres y serás mi mejor amiga-Ella me sonrió y se acercó a mí.