Así como cuando éramos niñas.

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Pov Calle.

-Yo no voy a...

Ya no pude terminar de hablar, porque ella estampó sus labios contra los mios, no me pude resistir mucho al besarla y terminé accediendo, el besar a Poche hacia que mi mente se pusiera en blanco y que no podiera pensar más allá de la deliciosa sensación que me provoca el sentir sus labios contra los mios.

Nos separamos lentamente, ella me sonrió, yo le sonreí pero luego la empujé. Ella me vio confundida y yo me crucé de brazos.

-¿Qué te pasa?...si piensas que el solo hecho de besarme hará que se me olvidé que estoy molesta contigo pues...¡Estás muy equivocada!-Le dije mientras colocaba mi dedo índice en su pecho.

Ella miró mi dedo que estaba sobre su pecho, luego me miró a mí y levantó sus manos en redención.

-Lo sé...pero por favor no me golpees con tu zapato-ella me dijo, tan bromista como siempre. Yo rodé los ojos y permanecí sería.

-Si eso era todo, te dejo porque estoy cansada-Le respondí decidida a irme, pero ella me detuvo cuando sujeto mi brazo con su mano.

-Espera...-giré mi torso para verla, ella soltó un suspiro profundo y luego me miró con ojos de cachorrito.

-¿Qué quieres?-Le pregunté de mala gana.

-Calle...se que me porte como una idiota hoy, no debí decirte lo que te dije, actúe por rabia y dije cosas que no debía. Yo te conozco y sé que eres la persona más humilde y con el corazón más puro que pueda existir-hice una seña con mi cabeza para que continuará-se que todo lo que haces lo haces por el bien de tu familia y se que yo no soy quien para cuestionar tus decisiones. Yo solo quiero que sepas que te quiero...y que anhele tanto el día en el que te pudiera ver de nuevo, yo al igual que tú también siento miedo y es por eso que me estoy aferrando tanto a ti, créeme que a veces pienso que lo mejor para ambas sería escaparnos juntas, irnos a un lugar donde nadie nos conozca y empezar una vida desde cero-ella se acercó más a mí, acarició mi cabello y luego sujeto mi rostro entre sus manos-Perdóname, no quiero perderte, me volvería loca si lo hiciera. Te prometo que voy a respetar tu tiempo y que te daré tu espacio para poder decirle a mi suegra que me voy a robar a su hija-ella me dijo haciéndome reír-no puedo seguir peleada contigo, no lo resisto, ni siquiera puedo dormir al pensar tanto en ti, por eso vine a buscarte.

Abracé su cintura y escondí mi rostro en el hueco de su cuello, ella beso la coronilla de mi cabeza y me rodeó con sus brazos. Me encantaba estar así, sentía tanta paz, pero sobre todo siempre se forma una sonrisa en mi rostro al escuchar su corazón latir rápidamente, porque sé que yo soy la culpable de ello. Me reincorpore y pegue mi frente a la de ella, entrelace su mano con la mía y le di un beso de esquimal.

-Te perdono, pero con la condición de que tú también me perdones, no quise hacerte sentir como si no me importas, quiero que sepas que por mi, empezaría a pegar volantes con una foto de ambas diciendo que te quiero. Pero si me detengo ahora es por mi mamá, se que estás cansada de escuchar lo mismo, pero por favor comprendeme, jamás me perdonaría si te pasara algo por mi culpa. Eres muy importante para mí, quizá ni te imaginas cuánto, así que por favor jamás vuelvas a dudar de lo que siento por ti-Le pedí sintiendo que mi voz se entrecortaba, ella me sonrió, beso rápidamente mis labios y sostuvo mi rostro con sus manos.

-Ya que ambas nos perdonamos, tengo que darte algo que te traje-Poche me dijo metiendo la mano en su bolsillo y sacando un chocolate de su bolsa, pero al tocarlo me di cuenta que se había derretido.

-Se derritió-Le dije con un puchero.

-Es tú culpa, al verte y al ser tocado por ti se puso así-ella le dijo haciéndome reír.

Nuestra Promesa G!PWo Geschichten leben. Entdecke jetzt