Miedo a los truenos.

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Pov Poche.

-¡Bienvenidos!-Sebas nos dijo de forma amistosa y alegre cuando entramos a su panadería.

-Sebastián, una mesa para tres-Mario dijo apretando la mandíbula, el estaba molestó porque le arruine su cita.

-¡Claro!, Pasen por acá, esta es la mesa VIP porque está al lado de la ventana, no cualquiera tiene esta hermosa vista hacia el pueblo, ¡Únicamente la panadería Villalobos!

Me reí al escuchar a Sebas y desórdene su cabello. En uno de mis descuidos Mario estaba jalando una de las sillas para que Calle se sentará, ella le agradeció y yo rodé los ojos.

-Todos andamos detrás del mismo objetivo-Sebas dijo en el mismo tono de la canción y Calle lo vio confundida.

-¿Perdón?-Calle le pregunto a Sebas, él me miró, miro a Mario y sonrió malevolamente.

-Nada, Callesita, me recordaba de un tik tok que vi-Él se excusó con Calle, ella asintió con una hermosa sonrisa.

-Sebastian, tráeme un café negro y un pastel de zanahoria y a la señorita dale lo que deseé-él le sonrió a Calle, ya estaba cansada de verle los dientes a Mario-y a Poche, bueno lo de ella es aparte-Él dijo con un tono burlón.

¿Éste imbécil piensa que yo no me puedo pagar mis cosas?

-Sebas, yo quiero un capuchino y un pastel de chocolate y a Calle dale lo que ella te pida, yo pagaré lo de ella y lo mío-Alce ambas cejas de forma arrogante al ver a Mario quien torció su boca molestó.

-Sebas, yo quiero un café Late y yo lo voy a pagar, les agradezco a ambos pero yo no necesito que nadie pague mi cuenta-Sonreí al escuchar a Calle, siempre me ha encantado que sea así de independiente.

-Entonces un café negro para Mario Bros, un Capuchino para Tod el honguito pequeñito, ya saben y un café late para para la princesa Peach-Sebas dijo haciendo referencia a su videojuego favorito-cada uno por cuentas separadas, lo traigo en menos de que digan Sebastián Villalobos es el panadero más sexy.

Sebas entrecerró sus ojos y mordió su labio inferior, la verdad es que es un total payaso, pero así de loquito lo quiero.

-Señorita, Daniela, ¿Qué tal le parece el pueblo?-Mario empezó la plática con Calle.

Calle sonrió y acunó su mejilla con su mano.

-¡Hermoso!, Extrañaba tanto esto, gran parte de mi infancia la pasé aquí, me siento en mi verdadero hogar-La mire como boba, su cara resplandecía al hablar del pueblo.

-Que hermosa, al pueblo hablé hacia falta una mujer tan hermosa como tú-entrecerre mis ojos al escuchar a Mario.

-¡Gracias, Mario!, pero no soy la única mujer hermosa de este pueblo-Calle dijo fijando su mirada en mí y provocando mi nerviosismo.

-Para mi si es usted, señorita Daniela.

-No me trates de usted me haces sentir como una señora, dime Calle, solamente.

Tuve que apretar mi mandíbula, el estúpido de Mario sonrió como bobo al escuchar a Calle decir eso, pero ya era hora que yo empezará hacer notar mi presencia.

-Calle, recuerda que no debes ser tan confianzuda, así que Mario debes respetar y tratarla con el respeto que se debe-Lo rete con la mirada y él alzó una ceja.

-¿Y porqué tú si le puedes decir Calle?, Tú eres una empleada más al igual que yo.

Me reí y tome la mano de Calle sobre la mesa, ella miró mi acción y quedó helada, se que quizá me estoy pasando de confianzuda también, pero no puedo soportar que Mario quiera coquetear con Calle en mi cara.

Nuestra Promesa G!PWhere stories live. Discover now