Nuestra Promesa G!P

Habla María Fernanda.

Pov Calle.

-¡Buenos días a la mujer más hermosa!-La escuché decirme mientras besaba mi hombro y delineaba mi cintura con sus manos.

Sonreí al escucharla y me giré en la cama para poder ver su rostro.

-¡Buenos días, mi amor!-Le respondí estirándome en la cama y restregando mis ojos con las manos.

-¿Cómo te sientes?-ella me preguntó mordiendo su labio inferior un tanto nerviosa.

-La verdad...un poco adolorida, pero nada que unos buenos besos no puedan arreglar-Le dije con una sonrisa la cual ella devolvió.

Poche acercó su rostro al mío y me besó, me sentía tan bien al estar así con ella, se imaginan la sensación que provoca despertar y ver a la persona que amas a tu lado...sí, es lo más maravilloso que puede existir.

Nos separamos lentamente y luego nos sonreímos como dos bobas.

-¿Mejor?-Ella me preguntó acariciado mi mejilla.

-Mejor, pero ahora debo darme un buen baño porque tengo que ir a hablar con mi papá, ya no puedo seguir posponiendo esta plática, ya lo hice demasiado tiempo por culpa de mi mamá y no me siento tranquila, quiero empezar a hacer las cosas bien.

Me senté en la cama por un momento y luego me puse de pie para buscar mi ropa la cual estaba tirada en el piso.

-Tienes razón...es justo que tu papá sepa la verdad y además que él te diga porque hipoteco la hacienda, a mí aún me sigue pareciendo muy raro que él amando como ama la hacienda la haya dado como garantía de un deuda.

Ella me extendió una toalla para cubrir mi cuerpo desnudo.

-Lo sé, por eso debo aclarar todo, al parecer será una larga charla, no sé si mi mamá estará presente o no, ya que ella no quiere que le cuente a mi papá la verdad y además ella está molesta conmigo por lo que sucedió ayer, pero ya me tiene sin cuidado-Le dije yendo para la ducha pero ella me detuvo.

-¿Por qué no me invitas a ducharme contigo?-Ella me preguntó besando mis clavículas.

Sentí que mi corazón se aceleró y además que una corriente eléctrica viajaba por todo mi cuerpo.

-Por qué...se nos hará tarde-Le dije en un susurró sintiendo mi respiración agitarse.

Poche abrazo mi cintura y me pegó a su cuerpo.

-Será rápido, lo prometo, solo te ayudare a tallar tu espalda.

-Poche...-Jadeé al sentir sus manos apretar mi trasero.

Ella lo había conseguido, Poche sabe perfectamente como manejarme a su antojo, ya me había calentado y se que no podré continuar mi día tranquila sin hacer el amor con ella.

-Odio que siempre te salgas con la tuya-Le dije haciendola reír.

Tomé su mano y la lleve conmigo hacia la ducha.

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Poche y yo después de habernos dado una ducha juntas, preparamos un delicioso desayuno el cual disfrutamos entre una plática amena y bromas, ambas estábamos muy felices, nuestro buen humor era muy notable. Luego de haber desayunado ella me llevo a mi hacienda, admito que cuando baje del auto de Poche mi corazón estaba latiendo con fuerza y también a un ritmo rápido, era como un mal presentimiento el que estaba teniendo.

-¿Estás segura que no quieres que vaya contigo, mi amor?-Poche me preguntó desde adentro de su auto y yo negué.

-No amor, me gustaría sí, pero creo que lo mejor es que lo haga sola-Le dije mientras jugaba con mis manos nerviosa.