Nuestra Promesa G!P

La fiesta de Fernanda

Maratón: 1/3.

Pov Calle

Estaba parada enfrente de mi cama observando el vestido que había comprado para esta noche. Decidí ignorar el hecho de que será la fiesta de Fernanda y pensar que simplemente será una noche amena en donde podré bailar y disfrutar de la compañía de Poche. El vestido que compre es ¡Perfecto!, Su color es verde esmeralda oscuro, tiene una abertura en la parte izquierda del muslo y resalta perfectamente mi cuerpo. Como la temática es de antifaces, usare uno color plateado con ligeros detalles en el antifaz. Solo quiero poder estar con ella y pasarla muy bien a su lado.

—¿Se puede?, La puerta estaba abierta —Mi mamá dijo asomando la cabeza a mi habitación.

Giré mi rostro y le sonreí.

—Pasa adelante, mamá. Estaba viendo el atuendo que usaré para esta noche —Le dije a mi mamá mostrándole el vestido tendido en mi cama junto con el antifaz.

Ella me acompaño el día que fui a buscar un vestido para poder usar en la fiesta, pero estaba muy indecisa, estaba entre éste y otro que era un tono rosa pálido.

—Así que te decidiste por este…¡Escogiste muy bien, amor!—Mi mamá me dijo sonriendo mientras veía el vestido.

—Lo sé mamá. Espero poder verme tal cual me lo estoy imaginando.

Ella asintió y beso mi mejilla.

—Así será hija. Esta noche no es la de Fernanda es la tuya, mi amor. Obviamente serás el centro de atención con un vestido tan hermoso como este, además de que tienes el porte y la elegancia de los Calle y los soto. La mezcla perfecta de dos buenas familias.

Rodé los ojos al escuchar a mi mamá, ella jamás va a cambiar sus comentarios clasistas, por suerte ya no los volvió hacer con respecto a Poche.

—Mamá…es el cumpleaños de Fernanda, es su noche. Pero yo lo único que quiero es perderme los ojos de mi novia al bailar—Le dije sin poder evitar que una sonrisa se forme en mis labios.

—Tienes razón hija…¿Sabés? Tu papá está emocionado porque habrá una fiesta en la hacienda, ya saco sus mejores botellas de tequila, justamente TEQUILA MAESTRO DOBEL DIAMANTE, ya sabés que es el favorito de tu padre y se trajo como seis botellas de su último viaje a México—Mi mamá me dijo y sonreí al imaginar a mi padre borracho, la última vez que lo vi así era una niña y ese día el fue de lo más consentidor conmigo y con Poche.

—El licor siempre hace maravillas, madre—Le dije guiñandole un ojo y ella negó cruzada de brazos con una sonrisa.

—¿Ves?, Germán es un mal ejemplo —Mi mamá me dijo parándose de la cama—iré abajo, no tardan en llegar unos decoradores que contrato Fernanda para la fiesta de esta noche.

—Esta bien, mamá. Yo llamaré a Poche y luego verificaré una solicitud que hice con respecto a un préstamo para la hacienda.

—Esta bien, mi niña, te amo—Mi mamá me dijo besando mi sien y salió de mi habitación.

Pov Poche

Me miré al espejo mientras terminaba de ajustar los tirantes de mi pantalón. Estaba usando una camisa formal blanca, unos pantalones de vestir de color negro con tirantes, una corbata del mismo color y mi saco en combinación con el pantalón. Mi cabello estaba perfectamente liso y suelto. está vez decidí maquillarme, así que opte por unas sombras de tonos cálidos y discretas, además de un labial de color rojo carmesí. Me aplique un poco de loción a cada lado de mi cuello, en mis antebrazos y en mis muñecas. Lucía como toda una mafiosa elegante y eso me gustaba. Le había pedido a mi papá que me acompañará a la fiesta pero él me dijo que ya no estaba para esos trotes y que estaba muy cansado. Así que decidí no insistir más. Sebas se ofreció a pasar por mi después de ir a traer a Laura a su casa, así que acepte el ofrecimiento. Quería irme en mi rayo, pero no quería estropear mi ropa, quería lucir impecable para Calle está noche. Hace poco hablamos, ella me mandó una foto en donde estaba por meterse a la ducha. Solté un suspiro profundo en el momento que vi sus clavículas y sus labios que estaban siendo mordidos por ella. Calle me hace sentir millones de cosas al mismo tiempo, no entiendo cómo es que podemos pasar de un momento tan tierno a un momento tan jodidamente caliente en cuestión de segundos.