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Momo quería gritar. No, quería golpear algo. No, quería gritar mientras golpeaba algo. Estaba muerta, definitivamente lo estaba.

No entendía aun como todo había escalado tan rápido, como había podido llegar al punto donde se encontraba ahora. Tenía miedo, tenía demasiado miedo y no tenía a nadie a quien recurrir ahora mismo.

Sabía que apenas las demás lo supieran querrían matarla, estaba más que segura que Jeongyeon la ahorcaría con sus propias manos y ni siquiera quería pensar en lo que haría Nayeon.

Estaba muerta, muy muerta.

—Las demás ya están en camino, unnie. —no se atrevió a levantar su rostro para mirar a Tzuyu, después de todo la menor había descubierto todo. —Momo unnie—escucho un suspiro por parte de la menor. —Realmente no sé cómo te sientas ahora y, aunque suene cruel, lo que ambas hicieron, no puede deshacerse. Veremos cómo arreglamos esto, juntas.

La menor no era alguien cariñosa pero sus palabras y el abrazo que siguió a estas, la reconforto bastante y le dio un poco de esperanza.

Simplemente correspondió el abrazo y se quedó ahí hasta que las demás llegaron.

El ambiente estaba tenso, Jihyo sabía que lo que sea que haya pasado no fue nada bueno al juzgar las expresiones preocupadas y angustiadas de sus managers.

Estaban reunidas en la pequeña sala que tenía la suite donde Momo y Dahyun se estaban quedando. La primera ni siquiera les había dirigido la palabra cuando llegaron, simplemente se sentó al lado de Tzuyu y, casi podría decir, que estaba intentando ocultarse detrás de la menor.

El shock inicial, que todas tuvieron cuando les fue revelado el misterio de lo que había ocurrido, no pasó desapercibido por Momo y los managers.

No paso mucho tiempo cuando tenía a las dos mayores del grupo intentando matarla, como lo había predicho.

Chaeyoung estaba con la boca abierta, mirando un punto cualquiera en el espacio, intentando procesar la información que había sido recibida.

Mina y Sana se habían acercado a ella, preocupadas por cómo se estuviera sintiendo pero no habían podido alcanzarla antes que las dos mayores del grupo.

Jihyo se mantuvo en silencio, analizando todo y al terminar simplemente suspiro. — ¡Silencio!

El fuerte grito hizo que el caótico ambiente que se había creado, se calmase por completo.

— ¿Cómo lo descubriste? —pregunto la líder a la menor del grupo.

—Las vi cuando paso. Necesitaba ir junto a las estilistas pero no leí lo que decía el cartel de la puerta y entre.

—Y las encontraste.

—Si.

Jihyo suspiro y se pasó las manos por el rostro. Uno de sus managers le había informado de que ya se habían contactado con su jefe y este estaba enterado de todo.

—Sé que la situación es complicada. —Empezó diciendo una de las managers. —Pero, si lo piensan bien, no hay nada que ninguno pueda hacer para remediarlo. Vamos a esperar que el jefe nos dé instrucciones para movernos. —miro a la alfa japonesa. —Tienes que saber que Pdnim realmente no te dejaría sola en este tipo de situaciones. Ni a ti, ni a Dahyun.

La japonesa asintió. Sabía que la empresa haría lo necesario para ayudarlas.

—Mientras tanto, necesito que hagan lo siguiente. —Todas prestaron atención a la mayor. —Todas las alfas, y Tzuyu, quiero que se queden con Momo aquí. Mientras que las demás vayan con Dahyun. —Sonrió ante el asentimiento que recibió de parte de todas. —Ella se encuentra en la habitación de Tzuyu, vayan.

Mint and Roses - DahMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora