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Luego de dar algunas vueltas más por el hotel decidió que era tiempo de ir a la habitación de Dahyun para conversar con ella.

Paso por el Spa del hotel, encontrándose con Sana y Jihyo. Dudo un poco, pero al final se acercó a su compatriota a pedirle la tarjeta de acceso para la habitación. Le había dicho que necesitaba hablar con Dahyun y la Sana había aceptado.

Intento ignorar la mirada que Jihyo le había dedicado, quizás pensando que no se daba cuenta. Los ojos de la coreana estaban cargados de preocupación y se notaba nerviosa, eso solo había hecho que Momo se pusiera de la misma manera también.

El viaje en el elevador le pareció eterno, sus pensamientos viajaban a miles de posibles escenarios pero no quería centrarse en algo que no sabía si era real o no, por el momento. Caminando por el pasillo, en dirección a la habitación de la omega, se tranquilizó a sí misma. Estaba dispuesta a escuchar a la contraria, estaba segura de que Dahyun no sería capaz de mentirle, no con un tema tan sensible.

Al llegar, paso la tarjeta por la cerradura y unos segundos después un pitido le informo que la puerta se encontraba abierta. El cuarto estaba a oscuras, aunque afuera el sol seguía arriba, las cortinas estaban cerradas por completo.

Momo encendió las luces del lugar, mostrando así un bulto en la cama de la omega. Se acercó hasta estar a un lado y observo a la figura acurrucada entre las mantas.

Su ceño se frunció en preocupación cuando noto lagrimas secas en las mejillas de la menor, sus ojos se veían hinchados ¿Dahyun había estado llorando?

Llevo su mano derecha hasta la cabeza de la menor y acaricio lentamente el cabello de esta, Dahyun se removió un poco hasta que abrió levemente sus ojos mirando hacia la alfa.

— ¿Unnie? ¿Paso algo? —Momo no emitió ningún sonido, mirando fijamente a Dahyun. — ¿Momo unnie?

Separo su mano del cabello de la omega y sonrió levemente. —Lo siento por despertarte, pero, necesito hablar contigo ahora.

Dahyun frunció levemente su ceño para luego asentir, no sabía muy bien de que quería hablar la alfa pero seguramente no era nada importante.

Se sentó en la cama para pasar sus manos por su rostro. —Lo siento, unnie, ya vuelvo. —Salió de la cama de un salto para dirigirse al baño de la habitación rápidamente. Unos minutos después salió, con el cabello en una coleta y una leve sonrisa en su rostro. —Listo ¿De qué querías hablar Momorin?

Momo tomo asiento en la cama y palmeo el lugar a su lado, la menor entendió el gesto y se acercó para ocupar el lugar vacío. La alfa la observo fijamente, pidiéndole a su lobo que le dé alguna señal, que la ayude a notar si había algo mal con la menor para poder ayudarla.

—M-Momo unnie...—Dahyun se percató de la mirada seria de la mayor sobre ella. —...me estas poniendo nerviosa ¿Ocurrió algo malo?

La alfa negó, suspirando, tomo las manos de la menor entre las suyas. Observo las manos de ambas unidas, le causo ternura la notable diferencia de tamaño. Subió de vuelta su mirada al rostro de la menor. —Hay algo que me ha estado incomodando estos días. —Acaricio levemente las manos de la menor. —No he querido molestarte con ellos pero creí que sería bueno decirlo ahora para aclarar algunas dudas que tengo.

La menor estaba confundida ¿Qué era lo que estaba molestando a Momo? Estaba dispuesta a ayudar a su alfa, la apoyaría. —Entiendo, puedes contarme que ocurre, unnie. —Sonrió a la par que liberaba un poco de su aroma para que la contraria se relaje.

—Más bien, necesito que tú me digas que te esta ocurriendo. —Mentiría si dijera que no la tomó por sorpresa, la mirada seria pero apacible de la mayor no le ayudaba en nada a saber a qué se refería. —Te he notado un poco extraña desde hace un tiempo ¿Está todo bien, Hyunie?

Mint and Roses - DahMoWhere stories live. Discover now