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Cuando las tres japonesas, finalmente llegaron a los dormitorios, las demás miembros las habían recibido con abrazos y bastante comida, como bienvenida.

Sana había abrazado feliz a cada una de sus compañeras, cuando llego a Jihyo se quedó entre los brazos de la alfa. Dejándose envolver por el aroma de la menor.

Jihyo no tardó mucho en dejar pequeños besos sobre la cabeza de esta, mientras la guiaba al sofá, para ponerse al día.

Todas ya estaban enteradas de la nueva parejita en el grupo y se encontraban felices por ellas.

Mina entrego los regalos que trajo para cada una, aunque para Chaeyoung fue algo más personalizado. — ¡Unnie! ¿Cómo supiste que esta era el set de pinturas que tanto he estado buscando? Como sea, no importa, ¡Muchas gracias! —sentir los brazos de la omega alrededor de su cuello y poder envolver a esta en sus brazos fue una recompensa más que suficiente. Después de todo cuando la menor estaba feliz, su aroma se volvía más dulce y a Mina le encantaba.

Momo simplemente dio un saludo más general mientras se acercaba a su destino, Dahyun. —Hola, Hyunie. —su sonrisa era enorme y sus ojos brillaban. —Te extrañe mucho. —un pequeño puchero apareció en los labios de la menor, quien no dudo en saltar a los brazos de la alfa.

—Yo también te extrañe mucho, unnie. —Sentir la punta de la nariz de la omega, acariciando levemente la piel de su cuello era algo único. No podría cansarse jamás de que su omega la olfateara.

Libero un poco más de su aroma para marcar a la contraria con este. Dahyun casi ya no olía ella y eso le molestaba.

—Ya estoy aquí, omega. —rodeo la cintura de la más baja y la atrajo más a ella, hundiendo su nariz en la marca, sintiéndose por fin completa.

Haber estado alejada de Dahyun por tanto tiempo tuvo su efecto en ella, la inquietud y la constante preocupación que se instalaba en su pecho la mantenían despierta a veces. No se olvidaba de todas las cosas que paso mientras estaba en su país natal, pero no quería preguntar nada a la menor ni tocar el tema en ese momento. Solo quería disfrutar de tener a su omega entre sus brazos.

—Uhg, como que hay mucho amor en el aire ¿No? —Nayeon rio por lo bajo y Jeongyeon la acompaño.

—Iré por el aromatizante, me sofoca el olor a enamoramiento aquí. —Tzuyu se unió a las dos mayores, quienes rieron ante lo dicho por la beta.

—Esa estuvo buena, Tzu. —Jeongyeon alzo su mano y el choco con la de la menor.

Jihyo rio por las ocurrencias de sus amigas y se levantó del sofá, con Sana imitando su acción. —Sentémonos para poder comer, no quiero que la cena se enfrié. —Tomo la mano de la japonesa y se dirigió al comedor del departamento, todas las demás siguieron a su líder.

—Wao, esto sí que es un festín. —Momo se encontraba feliz. No la malentiendan, amaba la comida de su país natal pero la comida coreana tenía algo que hacía que le guste un poco más. —Vamos Hyunie. —guio a la menor para que se sentasen una al lado de la otra. Se encargó de servirle a la omega y se sirvió a sí misma una vez estuvo segura de que la menor no quería otra cosa más en su plato.

Jihyo se sintió feliz cuando vio a todas sus amigas, y futura omega, en la mesa. Hablando y riendo de cualquier cosa, el ambiente del departamento siendo lleno de sus voces, el sonido de los cubiertos y sus risas, este era su hogar.

Sin pensarlo sus ojos se posaron en Dahyun, quien se veía feliz, esta miraba a Momo mientras la última le contaba alguna anécdota de Japón. El brillo en sus ojos al observar a la alfa era innegable y su sonrisa delataba lo colgada que estaba por esta.

Mint and Roses - DahMoWhere stories live. Discover now