25

1K 114 9
                                    

Habían vuelto a Corea. Las tres japonesas estaban en su país natal, su debut había sido un éxito y ahora estaban con todas las demás actividades que debían de cumplir. Jihyo, a este punto, casi vivía en la empresa practicando diligentemente para su debut como solista. Todas las demás se enfocaban en el próximo comeback grupal mientras apoyaban a sus compañeras.

Dahyun había hablado más con la alfa desde que terminaron sus actividades en el exterior. Los últimos días, previo al regreso a Corea, ambas se habían puesto al día y habían estado casi pegadas la una a la otra, recuperando el tiempo perdido. Momo constantemente preguntaba por su salud, si se encontraba bien, si ya había comido y muchas otras preguntas más. Dahyun simplemente la tranquilizaba con un beso y un "Estoy bien, unnie."

Si bien Momo era de preocuparse por la menor, esto había aumentado desde la conversación que habían tenido en aquel hotel, inconscientemente prestando más atención a todo lo que la omega hacía, solo por si acaso.

Dahyun se sentía mejor, la marca había dejado de molestar y su cabeza ya no era un lio tan grande desde que Momo había estado cerca pero, cuando la mayor le dio la noticia que iba a estar por un tiempo indefinido en su país natal por su debut, las cosas habían cambiado. Pensó que podría llevarlo bien pero si antes se sentía peor, ahora todo el doble de malo. Las primeras noches habían sido malas, había llorado hasta el amanecer, en una de ellas Jihyo había escuchado sus sollozos y se quedó con esta hasta que se calmó.

¿Qué pasa Hyunie?

Nada unnie, solo extraño mucho a Momo

Jihyo no había hecho más preguntas, entendiendo de que la pareja ahora ya estaba más avanzada y que quizás la loba de Dahyun aún no lleve muy bien el que ambas estén separadas por tanto tiempo. No le dio muchas vueltas al asunto y se encargó de estar con ella hasta que se durmió.

O eso fue lo que pensó la alfa porque, apenas se había retirado de la habitación, Dahyun había vuelto a llorar hasta que ya no pudo. Agradecía que Chaeyoung había decido ir a dormir con Mina esas noches, porque no quería molestar a nadie más y recibir preguntas que no iba contestar.

Decidió intentar no ser una carga para Jihyo, sabiendo lo ocupada que estaba con su debut. Fue así que volvió a bloquear sus emociones, ignorando el desastre que era por dentro para evitar causar más problemas. Solo quería lo mejor para todas las miembros.

Se concentró en las prácticas, las grabaciones, ensayo cada una de sus partes hasta que se quedó sin voz, fue a apoyar un par de veces a Jihyo cuando finalmente su solo había salido, hizo feliz a todas las chicas y eso estaba bien, aunque ella no podía compartir la sensación.

Esa noche volvió a casa ella sola, las demás habían decido salir con Jihyo a cenar en algún lugar para celebrar las exitosas presentaciones que había tenido en las últimas semanas, ella se había negado. No mentía cuando decía que se sentía exhausta por todo el esfuerzo que ponía en las practicas, simplemente su cuerpo no daba para más. Además, había intentando contactar a Momo desde hace unos días pero no lo había logrado, Jihyo le dijo que lo mismo sucedía con Sana y Chaeyoung le confirmo que con Mina era la misma historia, posiblemente estaban demasiado ocupadas con sus agendas como para poder comunicarse con ellas en ese momento.

Apenas puso un pie dentro del dormitorio se derrumbó, ese día había sido el peor de todos. Había fallado varias veces en las coreografías, haciendo enojar a Nayeon y Chaeyoung, había retrasado a todas por culpa de que no pudo concentrarse en hacer bien su trabajo. Tuvo que volver a grabar algunas de sus partes porque no habían quedado como el productor esperaba y había recibido regaños por no concentrarse ahí también. Incluso las estilistas la habían regañado ya que, por accidente, había dañado uno de los vestuarios.

Lloro desde la entrada hasta su habitación, desde su habitación hasta su baño, lloro mientras se desnudaba para tomar una ducha, lloro mientras el agua hirviendo caía sobre su piel, lloro mientras se secaba el cuerpo, lloro mientras se vestía, lloro mientras se miraba al espejo, lloro mientras tomaba la caja de antidepresivos que hace meses no tocaba, lloro más fuerte cuando el mismo pensamiento paso por su cabeza. El mismo pensamiento que la venia persiguiendo, al cual quería obedecer.

Sus lágrimas salían sin parecer querer detenerse pronto, abrió la caja y miro el contenido. Su cabeza guiándola a que haga una sola cosa, suspirando, hizo caso. No estaba pensando demasiado en las consecuencias que podrían acarrear sus acciones cuando en sus manos yacían las pastillas, estas llenado su palma.

Se detuvo un momento pensando si era lo correcto, no creía que la cantidad que tenía en su mano fuera suficiente como para matarla pero si para, al menos, hacerla dormir hasta el día siguiente.

Sacudió su cabeza y gruño por lo bajo.

—Al diablo con todo esto. —Sin dudar metió las pastillas a su boca, con un poco de dificultad trago sintiendo automáticamente arcadas por el esfuerzo ejercido en su garganta, se apresuró a ir hasta la cocina y tomar un poco de agua para pasar el mal sabor que había dejado estas. Lavo el vaso que utilizo, dio la vuelta y volvió a su habitación para hundirse en su cama, su cuerpo cada vez se sentía más ligero y sus parpados pesaban.

"Bueno, por lo menos ya no me siento tan cansada"

Cerró sus ojos y su respiración se volvió más lenta, peligrosamente lenta.

Mint and Roses - DahMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora