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Momo se encontraba nerviosa, su pierna rebotaba con insistencia mientras se encontraba esperando su turno con el médico del grupo junto a su omega.

Se habían realizados algunos estudios días atrás y hoy tendrías los resultados pero eso era lo de menos. El día anterior se habían cumplido los tres meses que el doctor les había dicho.

Hoy sabrían si eran realmente destinadas o Momo tendría que ignorar los sentimientos que de a poco habían ido creciendo en su interior.

—Hirai y Kim, un placer verlas por aquí de nuevo, pasen. —Ambas miraron al médico, quien tenía una brillante sonrisa en su rostro.

Luego de pasar al consultorio y tomar asiento, el hombre se colocó sus anteojos y comenzó a leer los resultados. —Bien, todo está perfecto contigo, Momo. —El doctor le dirigió una pequeña sonrisa a la alfa, quien respondió de la misma manera. —Todo normal también contigo, Dahyun. —Momo estudio un poco la mirada y sonrisa que el hombre le dedico a la omega, no era como la anterior que había sido para ella. Había algo en el tono del hombre que la intrigaba.

—Bien, pasemos a lo principal. Creo que ambas están muy nerviosas. —Momo decidió despegar su cabeza de tonterías y se enfocó en lo que pasaría ahora.

—No voy a mentirle, Doc. Desde ayer no puedo dejar de pensar en lo que pasara ahora. —la alfa jugaba con sus dedos, mirando fijamente al hombre. Este último soltó una pequeña risa.

—Me lo imagino. —Miro a la omega ahora. —Y tú, Dahyun, ¿Cómo te sientes? —Aunque quiso ignorar el tono que uso el hombre, la alfa no pudo evitar notar que no parecía una pregunta normal. Como si no estuviera refiriendo a los resultados de la espera de ambas solo. Había algo más.

—También estoy nerviosa, Dr. Hwang. —La omega miro fijo al médico, sabiendo que este quería indagar más acerca de la ansiedad con la que estaba peleando en esos meses pero no podía permitir que Momo se enterara.

El hombre asintió y miro a ambas. —Bien, Dahyun puedes ir y sentarte en la camilla mientras yo me pongo unos guantes.

La omega obedeció a lo que el medico dijo y espero sentada en la camilla mientras balanceaba sus pies.

La alfa rio por lo bajo acercándose a la omega. —Te ves muy tierna moviendo tus pies así. —La miro a los ojos, como queriendo descubrir algo. ¿Qué es lo que no me estás diciendo, Dahyun? Pensó la mayor mientras acariciaba el cabello de la contraria.

La menor sonrió y miro a la japonesa, detallando cada parte de su rostro. Decir que Hirai Momo no era atractiva seria cometer pecado. No podía negar el cálido sentimiento que nacía en su pecho cada vez que la alfa la abrazaba o cuando estaba atenta a cada pequeño detalle, cuando iban a desayunar solo ellas, cada caminata nocturna hablando de todo o simplemente en silencio disfrutando de la otra.

Kim Dahyun estaba enamorada de Hirai Momo, pero tenía miedo de que esta descubriera todos sus demonios. Tenía miedo de que Momo se alejara de ella cuando descubriera que no era capaz de controlar sus pensamientos y que tenía tontos ataques de ansiedad desde hace meses. No quería que Momo supiera lo débil que era en realidad.

Sacudió levemente su cabeza para evitar que sus pensamientos la consuman. No quería hacer una escena enfrente de Momo.

—Con su permiso, parejita pero debo de hacer mi trabajo. —Ambas se separaron rápido con un leve sonrojo en sus mejillas, no se habían dado cuenta lo cerca que estaban la una de la otra. —Luego pueden salir y darse todos los besos que quieran.

—Dr. Hwang, no sea malo. —lloriqueo la omega, mas roja que antes.

— ¿Pero acaso estoy mintiendo?

Mint and Roses - DahMoWhere stories live. Discover now