Mint and Roses - DahMo

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Dahyun había despertado confundida, escuchaba voces de muy al fondo como un eco. No podía distinguir muy bien a quienes le pertenecían las voces, puesto que eran más de una.

Lentamente se levantó hasta poder quedar sentada en la camilla donde estaba, pudo reconocer el lugar como la enfermería de la empresa ¿Había tenido otro ataque?

Miro a su alrededor hasta que finalmente su vista se enfocó de vuelta y pudo distinguir quienes estaban hablando.

Su cuerpo se tensó al reconocer a una persona fuera del círculo que solía acompañarla cuando entraba en crisis. Aunque intento hacerlo, no podía recordar muy bien lo que había sucedido para que ella terminara en la situación actual y lo más seguro es que las personas que seguían hablando, sin percatarse de que ya había despertado, lo supieran.

Con cuidado bajo de la camilla y se detuvo un momento al sentirse mareada, cerro sus ojos por unos segundos, respiro hondo y volvió a abrir los ojos sintiéndose mejor. No sabía dónde estaban sus zapatos por lo que decidió avanzar sin estos hasta el grupo de gente, después de todo seguía teniendo sus calcetines.

El primero en notarla fue su jefe JYP, como era comúnmente conocido, se levantó de un salto y avanzo hasta ella preguntándole como se sentía. Seguido a él todos los demás pronto ya estaban a su alrededor, guiándola hasta uno de los sillones para que tomara asiento. Sus managers la controlaron por todos lados, viéndose más preocupados de lo que normalmente lo estaban, y la inquieto un poco. No podía recordar que había pasado y la frustraba.

Aunque tenía miedo de enfrentar a la nueva persona, tuvo que hacerlo. Fijo su vista lentamente en la líder del grupo, quien tenía los ojos rojos y unos pocos hinchados. ¿Había estado llorando? ¿Por qué?

No entendía como Jihyo había terminado aquí pero no tenía que ser muy inteligente para darse cuenta de que, posiblemente, está ya sabía todo lo que estaba pasando. La carpeta sobre la mesa era su historial, la podía reconocer después de tantas veces de haberla visto en estos años.

— ¿Cómo estas Hyunie? —la voz de la alfa rompió el silencio que se había formado. Aunque no quería sentirse incomoda con la presencia de su unnie, lo hacía. El pensamiento de que ahora ya sabía todo sobre ella, lo que estaba panado, los tontos ataques, las estúpidas pastillas, las visitas a la psicóloga, el tratamiento y todo lo que tenía encima, hacían que se sienta avergonzada de mantenerle la mirada a su mayor.

Bajo se cabeza y asintió lentamente. —E-estoy b-bien. —su voz salió ronca y una botella de agua no tardó en aparecer delante de ella.

—Bebe un poco, Hyunie. —su manager alfa le sonrió levemente y la menor acato la orden. Su garganta agradeciéndole al instante.

Todos esperaron hasta que la menor dejo de beber de la botella. Para ser sinceros nadie sabía cómo abordar el tema, que decir o hacer en ese mismo instante. El mayor secreto de Dahyun había sido revelado a una de los miembros del grupo, y no a cualquier miembro sino a la líder de este.

La omega cerró los ojos y formulo una pregunta en su mente. —Jihyo unnie.

La nombrada nunca despego su mirada de la contraria por lo cual simplemente hizo un sonido, dando a entender que la escuchaba.

—T-tú...—tenía miedo de la respuesta que podría darle la mayor, no sabría cómo actuar pero debía ser valiente, al menos una vez en su vida. — ¿Tú lo sabes todo?

Su voz salió casi rota de vuelta, por lo cual volvió a beber un poco del agua que quedaba en la botella, esperando que la respuesta de la chica sea negativa.

Pero todas sus esperanzas cayeron al ver como la alfa asentía. —Lo es todo, Hyunie. El Dr. Hwang se encargó de ponerme al tanto. —Dahyun tembló ligeramente, no sabía si por el miedo o fue solo un escalofrió por la baja temperatura con la que soplaba el aire acondicionado en su dirección. — Lo siento, de verdad lo siento mucho.