26

1.1K 124 3
                                    

— ¡Y luego Chaengie choco contra el poste! —Todas estallaron en risas al escuchar, por quinta vez, el relato de Nayeon. Ambas habían sido designadas para comprar helados para todas en su vuelta al dormitorio pero al tardar más de lo que pensaban para luego ,al regresar, ver a la menor con una marca roja en su frente y Nayeon riendo como si su vida dependiera de ello, todas se confundieron.

—Yah, unnie, no es gracioso. —La omega sabía que si Mina estaba habría mandado a callar a todas mientras le daba besitos en su frente para que se sintiese mejor.

—Oh, claro que lo es. —La mayor solo siguió riendo, recordando una vez más el suceso.

—Ya, ya. Estuvo bien pero es suficiente. —Jihyo hablo secándose las lágrimas de sus ojos. —Vamos, entremos a casa. —Abrió la puerta del dormitorio, entrando después de que todas las demás lo hayan hecho. —A tomar una ducha, todas.

Escucho un quejido colectivo pero todas acataron la orden de su líder, se dirigió a su habitación arrastrando los pies por el cansancio. Se tomó su tiempo en la ducha, dejando que el agua caliente relaje sus tensos músculos y que el recuerdo del aroma de Sana quitara sus preocupaciones de encima, aunque sea por un momento.

Salió de la ducha, se secó por completo y se colocó su pijama, lista para dormir hasta el siguiente día, estando libre de cualquier responsabilidad, dormiría hasta estar cansada de dormir.

Todas las demás estaban en una situación similar. Chaeyoung ya había terminado de asearse y estaba en su cama, mirando sus redes sociales por si Mina había subido algo pero no fue el caso. Suspiro, dejando su celular en la mesita de luz para luego levantarse y cerrar las cortinas.

—Yah, Dahyun unnie, siempre te olvidas de cerrarlas. —Giro, dispuesta a acostarse y descansar cuando se dio cuenta de que su compañera estaba completamente destapada. Conocía a su amiga, sabiendo que sentía frio con mucha facilidad, por lo cual se acercó e intento moverla para poder cubrirla con las mantas, pero no pudo lograrlo. —Rayos, es muy pesada. —Toco el rostro de la omega para intentar despertarla, cuando se dio cuenta de algo. — ¿Por qué...—su ceño se frunció cuando llevo su mano a la frente de la chica. —...esta tan fría? —Se acercó más al rostro de la omega, no podía estar tan helada siendo que el aire acondicionado ni siquiera estaba encendido. — ¿Dahyun unnie?

Su corazón se aceleró un poco más cuando apenas pudo sentir la respiración de la contraria contra sus dedos. Se acercó un poco más y guardo completo silencio, intentando captar la respiración contraria, pero fallo.

Se separó abruptamente y pego su cabeza al pecho de su amiga. —Vamos, no me asustes así. —Un jadeo por la sorpresa escapo de su boca, apenas podía escuchar los latidos del corazón de Dahyun. —No, no, no ¿Qué pasa? ¿Tú no puedes estar...—Sintió nauseas por la simple idea. — ¡JODER DAHYUN, DESPIERTA! —Sacudió a la chica, intentando hacer que esta despertará, pero volvió a fallar.

Dejo a la chica sobre la cama y salió corriendo del cuarto, fue hasta las habitaciones de las mayores y golpeo las puertas mientras pasaba desesperada. La primera en responder fue Jihyo.

— ¿Chaengie? ¿Qué pasa? ¿Por qué golpeas así?

— ¡Jihyo unnie, Dahyun está respirando muy lento, apenas pude escuchar su corazón y no me responde! ¡He hecho de todo para que despierte y no lo hace! ¡No sé qué le pasa, por favor ayúdala! —Jihyo se alarmo al ver a la menor derramando lágrimas, sin darse cuenta.

—Ya, ya, calma ¿Dónde esta Dahyun? —Jihyo se acercó a la menor y la tomo por los hombros, escucho las demás puertas ser abiertas y pronto las chicas estaban detrás de ella confundidas.

—Está en la habitación, en su cama. Pensé que estaba dormida y la quise tapar pero no podía moverla, así que la quise despertar pero estaba demasiado fría. —Chaeyoung sollozó. —Por favor unnie, ve.

Jihyo dejo a la menor con las demás y corrió en dirección a la habitación. Entro y se dirigió a la cama de la menor, hallándola tendida como si estuviese durmiendo. Comprobó que todo lo que había dicho Chaeyoung era cierto y se desesperó. —No, no, Hyunie ¿Qué pasa? ¿Qué ocurrió? — Tomo a la chica como pudo para sacarla de la habitación. Se encontró con las demás en el pasillo, sus semblantes preocupadas mirando a ambas.

—Jihyo ¿Qué pasa? —Jeongyeon se acercó rápidamente para ayudar a la líder.

—No lo sé, por favor llama a los managers, que vengan pronto. Creo que debemos ir al hospital.

—Están en camino, unnie. Ya los llame. —Tzuyu miraban preocupada a Dahyun, se veía pálida y su rostro casi no tenía color. — ¿Qué le paso?

Jihyo negó una vez más, no lo sabía pero tenía una idea y solo esperaba que no fuera aquello que pensaba.

Nayeon corrió a abrir la puerta cuando escucho el sonido del timbre, pronto se encontraban camino al hospital. Jihyo tenía a la omega sobre su regazo, abrazándola fuerte, pidiendo que resista hasta llegar a urgencias.

Entraron por la parte trasera del hospital, para evitar cámaras y miradas, apenas pisaron la unidad de emergencias el Dr. Hwang había aparecido.

—Me explicaron algo por teléfono, déjenmelo a mí, no se preocupen. —El hombre intentó tranquilizarlas, mientras los enfermeros ponían a la omega en una camilla y se la llevaban. —Intentare darles noticias pronto. —Así desapareció detrás de las puertas del pasillo, donde ya no podían pasar.

Jihyo miro a los managers de la omega, sus semblantes preocupados. Le habían hecho cientos de preguntas que no podía contestar, no estaba segura de que había pasado pero de lo que si estaba muy segura era que fue una muy mala idea haber dejado sola a la menor.

Mint and Roses - DahMoWhere stories live. Discover now