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Mantenía sus ojos cerrados, soltando pequeños quejidos cuando sentía el punzante dolor en su cabeza. Pensó que no dolería tanto al día siguiente pero se equivocó. Estaba recostada en su cama, el cuarto completamente oscuro y con ganas de ir al baño, pero sabía que sería un peligro si lo hacía sola, intento hacerlo y casi da en la cabeza con la mesita de luz.

— ¿Momo? ¿Estas despierta? —Sonrió cuando escucho la voz de su esposa, y asintió desde su posición, olvidándose que posiblemente la chica no esté viéndola por la oscuridad. —Es hora de tomar tu medicina.

Siendo sincera, solo llevaba menos de un día ingiriendo lo que el Dr. Hwang le receto y ya lo odiaba, el sabor de las pastillas era asqueroso y le dejaba una sensación amarga en la garganta. Pero no podía negarse, por lo cual se sentó despacio en el colchón y espero que Dahyun le pusiera las pastillas en la mano y luego el vaso con agua, todo estaba oscuro por lo cual debía ser cuidadosa.

— ¿Necesitas algo?

—Ir al baño, quería hacerlo sola y casi caigo.

Dahyun tomo un control y las luces se prendieron suavemente, con una luminosidad leve y que no lastimaba los ojos de Momo, pero podían ver perfectamente la habitación.

—Hey, si querías ir solo debías avisarme, podrías haberme llamado por teléfono y vendría enseguida. Recuerda que no debes levantarte demasiado. —La menos ayudo a la alfa a caminar hasta el baño del cuarto. — ¿Eso de en las buenas y en las malas puede tener algunas excepciones, no? Estas muy pesada.

—Hyunie, no seas así. —Momo lloriqueo, con una sonrisa en su rostro. —Mientras tengas ese anillo en tu dedo serás mi esposa y mientras la marca se mantenga, lo cual será para toda la vida, seguirás siendo mi omega. Entonces, no, no puedes hacer excepciones.

—No quiero hacerlo, de todos modos.

La japonesa apretó sus labios cuando vio a la menor voltearse para ella haga sus necesidades. Le encantaba que a pesar de que llevaban un tiempo juntas como pareja, otro tanto como matrimonio, seguía siendo la misma chica tímida que conoció a los 18.

—Ya estoy lista, Hyun. —Se secó las manos y espero por la omega, quien camino hasta ella, aprovecho para envolverla en un abrazo. Dejo un beso en su frente y acaricio la cintura contraria. —Te amo mucho, preciosa. —Hundió su rostro en el cabello de la más baja, sintiendo los brazos de esta rodearla también.

—Te amo más, cielo. —La mayor rio por lo bajo al sentir un pequeño beso en su cuello.

— ¿Eso quiere decir que estoy perdonada?

—Olvídalo, cuando te recuperes, hablaremos sobre eso. —Momo rodo los ojos, sosteniéndose de la chica para poder caminar.

—Eso no es justo.

—Muchas cosas no lo son, Momo, ya te acostumbraras. —Dejo un beso en su mejilla cuando la arropo en la cama y salió de la habitación.

Los siguientes días no hizo más que estar en la cama, cuando se sintió mejor comenzó a jugar con su celular o ver alguna película en el plasma que tenían instalado en la habitación "Fue una buena idea comprar dos televisiones" fue su pensamiento, aunque, utilizaran más el de la sala.

A la semana la venda fue sacada y solo se quedó una compresa de gasa que las enfermeras le habían puesto solo para proteger el corte mientras sanaba. Aun no podía volver a las prácticas pero mientras descansaba las chicas enviaban videos de sus prácticas para que Momo pueda estar al tanto de cada cambio que hacían.

Fue en la mitad de su segunda semana de descanso que llego el momento de arreglar la situación con su pareja. Le había pedido que hablaran, Dahyun se había estado comportando cortante y distante con ella, casi no hablaban, y comprendía que su actitud no fue la mejor cuando decidió embriagarse y olvidarse de avisar su paradero, a su esposa pero no podía continuar de ese modo.

Mint and Roses - DahMoWhere stories live. Discover now