Mint and Roses - DahMo

74

— ¿Quisieras hablar sobre ese día? —La Dra. Yang observo a Dahyun con una expresión apacible. —Si no quieres, sabes que estas en todo tu derecho a negarte.

La coreana asintió, lo sabía, siempre se lo repetía y era bueno, dentro de lo que cabe, porque la hacía sentir segura.

Suspiro y fijo sus ojos en el gran ventanal del consultorio de la profesional. Chaewon había elegido un lugar increíble, el gran muro de vidrio desde el piso hasta el techo, mostraba una vista inigualable de la ciudad. A Dahyun le encantaba, porque, podía ver perfectamente el parque al cual le gustaba ir a caminar y también podía ver el rio Han, entre otras cosas.

Sus ojos se posaron en las nubes, era un día frio afuera pero la calefacción hacia que estar dentro sea cómodo y se sienta hogareño, se movían lentamente y el sol brillaba con cierta fuerza. Su cabeza la llevo a ese día, cuando había tomado la decisión de acabar con su vida pero fallo miserablemente. Era extraño aún para ella, sus recuerdos eran borrosos y, ni con todo el esfuerzo del mundo, podía recordar demasiado.

—Quiero hablar de ello.

Chaewon asintió, acomodándose en su lugar y tomando su block de notas para escribir los detalles disimuladamente. Era la primera vez en meses, que la menor hablaría de la experiencia y sabía que sería clave para el avance de esta. — ¿Puedes decirme cómo te sientes al respecto?

La omega seguía con su vista fija en el panorama, escarbando entre las memorias de ese día y como se sintió, llegando a una conclusión. —Siendo honesta, realmente no me arrepiento.

La mujer asintió, sabiendo que la menor no la estaba viendo, anotando en su block.

—De hecho, en un par de ocasiones, pensé que volver a intentarlo. —Dahyun se removió incomoda al recordar el sentimiento que la invadió cuando estaba en el hospital luego de lo ocurrido. —Algo que sentí fue mucha decepción y frustración hacia mí misma.

— ¿Por lo que hiciste?

—Porque no lo logre.

Chaewon apretó los labios mientras su mano no paraba de anotar. Si bien era un avance que Dahyun se esté abriendo sobre lo ocurrido, le preocupaba que la menor aun tuviera ese tipo de pensamientos presentes. Si seguía de esa manera, era cuestión de tiempo para que lo volviera a intentar.

— ¿Recuerdas la razón por la cual tomaste esa decisión aquella noche?

Pensó un poco, recordaba que fue un día horrible, todo había salido mal y sumado a todo el desastre que era su interior, llego a un límite. —Todo fue mal ese día. Me equivoque en las coreografías, demasiadas veces, hice que todas las demás no pudieran avanzar. —Respiro profundamente cuando sintió una leve presión en su pecho. —Pelee con Nayeon unnie y Chaengie por eso, termine diciendo cosas que no quería y lastime los sentimientos de ambas. Debía grabar algo, no recuerdo bien, pero también falle y recibí muchos regaños. Simplemente quería ir a casa y descansar, o llorar. Me fui primero, rechazando la invitación de las demás de ir a cenar afuera y cuando llegue a casa simplemente llore. Cuando vi las pastillas no lo pensé mucho, solo quería un poco de paz y lo hice. No sé cuántas ingerí pero me gusto la sensación de ligereza que tuve después, me lance a mi cama y cerré mis ojos.

Chaewon se levantó de su lugar, dándose cuenta que la contraria estaba al borde de un ataque, y camino hasta la chica, poniendo sus manos sobre sus hombros para sacudirla un poco. —Dahyun, tranquila, mírame e imita mi respiración. Vamos cariño, sígueme. — Dahyun no despegaba su mirada del ventanal, comenzando a murmuras palabras que la doctora no entendía. Su ceño se frunció cuando el cuerpo de la menor comenzó a temblar, busco su teléfono y marco el número de la recepción.