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Momo se despertó de golpe, estaba cubierta por sudor y respiraba entrecortadamente. Llevo una mano a su pecho, apretando su camiseta en un puño, su corazón latía desabocado. Soltó un quejido lastimero, un escalofrió recorrió todo su cuerpo.

Comenzó a toser, su garganta estaba seca y pronto sintió nauseas. Su respiración ahogada alarmo a las dos japonesas, quienes se habían quedado a dormir en la habitación de la mayor para tener una noche de películas. Sana se despertó primero, mirando confundida en todas las direcciones hasta que se encontró como Momo intentando levantarse de su cama.

—Momorin ¿Qué pasa? —Rápidamente se acercó a ella y paso sus brazos por debajo de los de la alfa, intentando ayudarla a pararse. — ¡Mina, despierta!

La alfa menor se levantó de golpe, no entiendo muy bien que estaba pasando pero cuando vio a Sana intentando sostener a Momo se despertó por completo. — ¿Qué ocurre? ¿Momo? —Salto de la cama y ayudo a la omega a cargar con el cuerpo de la alfa. —Hey ¿Qué te pasa? —Como pudo tomo el rostro de Momo e hizo que la mire, sus ojos estaban perdidos en algún punto de la habitación y respiraba con dificultad.

Momo cerro sus ojos fuertemente cuando una punzada de dolor le atravesó el pecho, cayo de rodillas y llevo ambas manos hacia la zona donde había sentido la sensación. Sin darse cuenta estaba gritando, el dolor se sentía como si la hubiese atravesado una espada, no podía controlar su cuerpo y su lobo aullaba desesperado en su interior.

Unos toques en la puerta alarmaron a las dos chicas restantes, mientras Sana se agachaba para ayudar a Momo, Mina se dirigió a esta y la abrió, encontrándose con los managers de las tres con un semblante preocupado en sus rostros.

Mina sintió que algo no andaba bien.

— ¿Dónde está Momo? —Antes de que pudiese contestar, los mayores ya habían entrado haciéndose camino hasta la alfa. Momo seguía en el piso, sollozando bajo, dejando que las lágrimas intenten llevarse un poco del dolor que estaba sintiendo. —Demonios...—Sana miro confundida a sus managers, quienes se miraban los unos a los otros con una mirada extraña. —...Llama a los demás, diles lo que está ocurriendo aquí. —Se agacho hasta la altura de la alfa y la tomo en brazos. —Sana, Mina. —Ambas miraron al hombre que tenía a Momo. —Necesito que preparen sus maletas y las de Momo, en unas horas más regresamos a Corea.

Se dirigieron una mirada curiosa, confundidas y un poco asustadas; no entendían muy bien que ocurría, Momo estaba pasando por algún tipo de situación y ahora debían regresar a Corea de la nada.

—Sé que es algo confuso, pero ocurrió...—El hombre no encontraba las palabra exactas para describir lo que le habían contado por teléfono minutos atrás. —...algo grave y debemos volver lo más pronto posible.

Sana sintió la angustia crecer en su pecho. —Oppa ¿Qué paso? ¿Las chicas están bien? —El silencio del hombre y las demás personas en el lugar confirmo su temor, algo le había sucedido a alguna de los miembros.

Sus managers se retiraron con Momo y ambas se pusieron en marcha en preparar todas sus pertenencias, importándole poco si estaban bien ordenadas o no.

Horas después se encontraban en el avión, rumbo al vecino país, Momo estaba dormida luego de que le hayan dado unos calmantes. Sana y Mina tenían demasiadas preguntas, pero conectando los hilos, se dieron cuenta de que algo había sucedido con Dahyun. De otro modo ¿Por qué Momo actuaria de la manera en que lo hizo?

Apenas llegaron a Corea, pudieron salir del aeropuerto sin muchas complicaciones, nadie sabía que regresaban de emergencia. Momo había despertado poco antes de aterrizar, apretaba la mano de Sana, sentía el lazo muy tenso y su lobo estaba demasiado inquieto, lo único que quería era llegar junto a su omega y ver que todo estaba bien.

Mint and Roses - DahMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora