Capítulo 53: Afecto de cortesía

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Cuando Harry se dirigió al Gran Comedor para cenar la noche siguiente, lo que menos esperaba era encontrarse a sus dos mejores amigos al pasar la esquina abrazándose apasionadamente. Obviamente le estaban esperando: aquel pasillo rara vez se utilizaba, excepto por los propios Severus y Harry cuando iban al comedor. Sin embargo, parecía que habían encontrado una actividad más interesante que charlar de mientras. Harry les miró con la boca abierta.

Podía ver a Hermione apoyada contra la pared a la luz de las antorchas. Ron tenía las manos apoyadas una a cada lado de su cabeza y el cuerpo apretado contra el de ella mientras la besaba. Una de sus manos se deslizó por sus cabellos castaños para mover su cabeza a un lado, buscando la manera de profundizar el hambriento beso. Al parecer, Hermione encontró aquella maniobra agresiva de lo más grata: un suave gemido se escapó de su garganta.

Era la segunda vez en dos días que Harry se encontraba a dos personas besándose, y lo mismo que cuando había visto a Charlie y Draco, se sintió sonrojarse. Por supuesto sabía que Ron estaba loco por Hermione y que ella le correspondía; es más, los dos llevaban una eternidad rondándose mutuamente. Algo así era previsible que llegara, pero aquel espectáculo le había cogido desprevenido de todas formas. No pudo evitar preguntarse cuántas veces se habrían besado así. Hacía relativamente poco que Hermione le había dado a entender que su relación no progresaba...

Sin embargo, tenían dieciséis años, y los dieciseisañeros nunca habían sido famosos por su austeridad y autocontrol. Tal vez el intercambio de regalos de San Valentín había sido la chispa que había encendido sus emociones...

Mientras miraba, Harry sintió algo nuevo, que nada tenía que ver con la vergüenza. ¿Qué se debía sentir cuando te besaban de aquella forma? Por un instante trató de imaginárselo. Y entonces se quedó perplejo.

¿En qué posición estaría él, de darse las circunstancias? ¿En la de Ron, o en la de Hermione?

Si alguien fuese a besarle... alguien... ¿Severus, quizás? Estaba casado con él, a fin de cuentas, y tras numerosas clases de esgrima, se había empezado a plantear que no sentía repulsa ante el contacto físico con él. La cuestión era si sería él quien acabaría contra la pared, o el agresor.

Imágenes de sus sueños le vinieron a la cabeza. El hombre que aparecía en ellos era fuerte y poderoso, capaz de manipular su cuerpo con facilidad y de forma hábil. En sus sueños se había sentido superado por las sensaciones, por el tacto y el calor de otro cuerpo moviéndose contra el suyo. Severus era fuerte, pensó, de cuerpo trabajado, y no había pasividad alguna en él. Por mucho que lo intentara no podía imaginarse a Severus en la posición de Hermione. Su corazón se aceleró al preguntarse qué se sentiría al tener a Severus encima suyo como veía ahora a Ron sobre Hermione... o como el hombre de sus sueños. Se sonrojó, súbitamente acalorado.

Por Dios, ¿qué le estaba ocurriendo? Él no era... ¿qué? No era gay... ¿o sí? Ciertamente, se sentía atraído por hombres. Por Severus, al menos... por muy raro que pareciera. ¡Su Maestro en Pociones, su némesis personal! Pero no había nadie en el mundo con ojos tan intensos como los suyos, y su voz... Harry se estremeció. Su voz sería capaz de derretir el acero. Diablos, incluso le gustaba su olor, o al menos le gustaba cuando no estaba cubierto de vapores de extrañas pociones.

Pero, ¿y Severus? ¿Era homosexual él? Por lo que él sabía, a lo mejor prefería a mujeres rubias y altas, en vez de jovencitos Gryffindor...

Un pensamiento repentino le llenó de indignación. ¿Y si Severus tenía novia? O novio, tanto daba. Lo mismo podía estar sosteniendo una larga relación de años; nunca habían hablado de ello. Se pasaba tanto tiempo pensando en que le habían obligado a casarse con Severus, que ni se le había ocurrido pensar que también Severus se había visto forzado a casarse con él. Nadie le había preguntado aquella noche meses atrás si tenía pareja ya. Podría tener docenas de amantes escondidos, y Harry en la inopia...

La Piedra del MatrimonioWo Geschichten leben. Entdecke jetzt