La Piedra del Matrimonio

Capítulo 87: Pasiones

Ron y Hermione tomaron sus lugares en la cena la noche del viernes, cada uno comentando que esta era la primera cena semi-normal que habían disfrutado en Hogwarts desde hace un tiempo. No tenían necesidad de regresar a las oficinas del director o la de Harry, no había problemas que resolver, ni un hechizo complicado para crear o aprender. Era agradable poder sentarse en sus lugares habituales, en medio de la gente habitual y estar con sus amigos por una vez. Es cierto que Harry estaba ausente esta noche, había dicho algo sobre sus planes con Severus, pero aun así, todo era exactamente como antes.

Neville tenía noticias. Su abuela, la formidable Augusta Longbottom, le había encontrado en los invernaderos esa tarde y le pidió que se reuniera con ella para el té el sábado por la tarde. La mayoría de la gente encontraba el té con su abuela, en el peor de los casos, aburrido o tedioso, pero Neville estaba en un pánico absoluto. Todo el mundo recordaba a Neville convirtiendo a su boggart, Severus Snape, en algo gracioso al vestir a Snape con la ropa muy distintiva de su abuela, pero lo que hizo que más de uno de los compañeros de clase de Neville hicieran una pausa fue descubrir que la verdadera no era menos aterradora que Snape. Era una persona severa, sin sensibilidad, con estándares muy altos y la expectativa de que la gente estuviera a la altura de sus estándares. No pasaron por alto la noticia de Neville de que ella había estado con el Director y otros que eran magos y hechiceros extremadamente poderosos en el lanzamiento del hechizo de estasis, uno de los pequeños grupos que lanzaron el hechizo luctus. Siempre había sabido que su abuela era una poderosa bruja, pero todavía estaba sorprendido al verla hombro con hombro con algunos de los magos más fuertes que conocía.

– ¿Qué es lo que quiere de mí? ¿Qué planea discutir? ¿Debo estudiar algo, o leer algo para prepararme? ¿Qué pasa si la decepciono?

Hermione se echó a reír ante el nivel de pánico que produjo el té con la señora Longbottom en su nieto. Teniendo en cuenta todas las cosas que habían estado pasando por allí durante los últimos días, eso era tan refrescantemente normal.

Seamus tenía sus historias que contar, también. Había aterrizado en un equipo de Operación Puerto Seguro que estaba estacionado en un almacén del Ministerio en Londres. Los trabajadores del ministerio habían estado trayendo coches destrozados en los cuales los muggles dormían, y sacándolos de los restos.

–No nos detuvimos ayer, ya que estábamos en un edificio protegido de todos modos y ya habían traído unas pocas docenas de coches cuando los equipos fueron retirados de la actividad. Necesitaban unos cuantos de nosotros que habían estado en coches y tenían al menos alguna comprensión de como conducirlos.

Sus descripciones fueron escuchadas con horror por la mayoría de los sangre pura en la mesa, que se estaban jurando silenciosamente que nunca pondrían ni un pie en un automóvil muggle. Había tantos accidentes, y fue una sorpresa para Seamus cuántos no resultaron mortales para los muggles en los autos. Ellos estaban ansiosos de sacar a los muggles de los restos de los choques porque había bastantes heridos con huesos rotos que sería mucho más fácil de tratar lo más pronto posible, especialmente mientras los muggles estaban dormidos. Ron estaba horrorizado y fascinado por las historias que Seamus estaba diciendo, ya que era uno de los pocos sangre pura cuya familia había sido dueño de un auto. Por supuesto, su padre lo había modificado para volar y hacerse invisible, pero todavía era un auto muggle. Ron sabía que su padre iba a querer instalar esas "bolsas de aire" que Seamus mencionó. Le parecían geniales.

Cuando terminó la cena, Ron sugirió que él y Hermione aprovecharan de no tener que estar en algún lugar o hacer algo por una vez, y dar un paseo por el invernadero. Este no era el lugar más privado pero si estaba fuera del alcance de la vista de la gente dentro del castillo, por ello se había convertido en un destino muy popular para parejas que buscan privacidad últimamente. Nadie se alejaba de los alrededores del castillo.